Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 2 de abril de 2020

Tu luz fascinante


Ardientes ensueños


Ardientes ensueños,
entre deseos y ternuras,
juntos en el alma y el cuerpo,
nosotros nos amamos
 bajo la tormenta oscura
de palabras no dichas,
en el misterio de la mirada,
 hasta la ira o la melancolía,
 nos unimos en un nocturno abandono.

Ardientes ensueños,
como dos relámpagos
entre el sueño,
 amanecemos atravesando auroras,
llegando al horizonte azul
donde todo se olvida.
Vivimos tú y yo
una secreta existencia
donde el deseo nunca se extingue.

Ardientes ensueños,
donde el amor impera,
rumorea una bandera de rosas,
suspendiendo mi voz
entre suspiros entrecortados,
dulces, leves y profundos.

La transparencia de tus sueños,
galopa en mi camino de sombras
y me haces prisionera
de tus sonrisas y besos.
Tu nombre llueve en mi piel
como una cadena de flores
y en tu suave tiempo imaginario
 soy tuya hasta la muerte.

Ardientes ensueños,
palpitares únicos, sin límites,
 iluminados por el Amor,
salvándonos
de la mediocridad y del tedio.

Nos amamos en nuestros ensueños,
sin prejuicios ni condiciones,
sin esperas ni reservas,
sin egoísmos ni sombras,
sin cadenas ni sumisiones.

Ardientes ensueños
que nos conducen
a la profundidad del océano
con la claridad del Sol en las montañas,
con la fuerza suprema de vientos huracanados.

Ardientes ensueños
que nos llevan a amarnos
con la blanca llama
de nuestras almas despiertas,
con la alegría de cielos infinitos,
peregrinando juntos
hacia la dicha divina e inmortal.

Te siento cerca de mí,
tu canto me atrae hacia ti,
más no sé de donde,
eres algo que vive
 más allá de sí mismo,
 mis ardientes ensueños
 te envuelven, te acarician
y aunque siempre eres nube
 y horizonte lejano,
sientes mis besos sobre tu alma.

Mi camino
está sembrado con tu nombre,
mi espíritu solitario
 te sueña en todas las cosas,
mi espíritu te busca tras toda emoción.

Ardientes ensueños
que abren las puertas de mi vida,
que me hacen escribir
 imaginando libre
de confusiones y miedos,
 estrofas, versos
que vienen hacia mí
sintiendo renacer en mi mente y alma
amores ya vividos o por vivir.

Con lazos eternos nos hemos unidos,
me arrojo en tus brazos,
en tu alma me imprimo,
te infundo en mi ser.

¡Las almas que se aman
no tienen olvido,
no tienen ausencia,
no tienen adiós!
Ardientes ensueños,
palpitan sus aromas,
tiemblan las brisas,
los besos cantan como chispas
que lanzan astros y flores
en vagas notas
que el arpa lanza
como un gran himno
de esperanzas y ansias.

Una mirada furtiva


Una mirada furtiva,
huidiza, escalofriante,
que me deja anonadada,
en temblores
que provocan en mi alma
desazones sin fin.
Entre los dos
el silencio se alarga y crece.

Sentidos que laten los embates
que el tiempo desafía entre cenizas y ruinas
que en una larga agonía,
se duermen en un escondite secreto.

Una mirada furtiva
que hace que cierre mis ojos
para no sentir que te he perdido
para siempre,
no siento el cercado de tus brazos
ni veo tu fuego
que en los fuegos arde.

Te llamo hasta quebrar mi voz,
por eso me derramo
en llantos y sangra mi corazón.
Una mirada furtiva, cautelosa,
siguiendo en pos de mí
 como una aparición fantasmal
para no dejarme encontrar
el camino hacia mi espiritualidad toda,
conmigo misma.

Así, en movimientos lentos
como alas de aves
en un rítmico volar
mis sueños se elevan a cielos infinitos
para perderme lejos y no sentir
sobre mis hombros cansados
tu mirada furtiva, sigilosa,
cuando tú y yo en pequeñas pláticas
hacían nacer mis suspiros de desesperación.

¿Por qué mis suspiros renacen
y vuelven entrecortados y estremecidos
desde el fondo de mi alma
cuando estamos juntos?

Hay algo en mi cuerpo
que viene de un tiempo lejano,
es una querencia,
un ansia de volverte a ver,
a verte,
de seguir contemplando tu antigua mirada brillante,
a veces triste,
nunca disimulada,
ni solapada.

¿Por qué amor mío,
tu antigua mirada
no es la misma en mi presente mirando?
Me reconozco y la extraño.
¿Dónde está?,
 ¿Vivo en ella?
¿O ella en mí?
Mirada furtiva,
cae sobre mí como una fuerza
que me invade y enajena mis sentidos.

¡Vete ya de mi vida!
¡No te quiero frente a mí, me desespero!
Sin sintonía, mi cuerpo se marchita,
mi mente se obstruye, mi corazón se agita.
Quiero sentirme capaz
de ser mi propio apoyo,
de ser mi tránsito en esta vida mía.

Mirada furtiva,
oculta en tus ojos negros,
me lleva al submundo del resto de la Creación.
¡Déjame vivir libre,
con sentimientos claros y preciados!
No deseo sentir ningún vínculo con tu vida,
¡Haz la tuya!
Tengo sed de visiones nuevas,
 las que me proyectan a un nuevo mundo,
azules tenues
que me llevan a azules perfectos,
lejos de tu mirada furtiva,
ajena a mí,
en un callado empuje
que me eleve por aires alados
a horizontes plenos de luz y de amor.

Dame mi libertad,
mi espacio abierto
en campos de amapolas y alelíes
entre bandadas de visiones
con mis ojos cerrados
que me llevan
a mis lugares íntimos y secretos.

Agobiante


Agobiante,
azotada por fuerzas temibles,
me siento zarandeada
como marioneta al viento,
me empujan,
me arrastran,
me hacen temblar,
 me inclino
 hacia la madre tierra
buscando refugio
y la invisibilidad.

Agobiante,
 ¿por qué los signos maléficos,
 las sombras oscuras,
 las envidias inevitables,
no me abandonan
 y me hacen dudar
de mis actos,
los que creo venturosos,
dignos,
necesarios?

Agobiante,
mi vida serena
dejó de serlo,
me acosan sucesos siniestros
que mi alma rechaza,
 se cierra
como pétalos de la flor
que no alcanzó a ser fruto.

¿Dónde está la humildad,
 la solidaridad,
 la ayuda mutua,
 tan necesarias
para crecer
y amar hasta el infinito?

Agobiante,
es vivir entre errores,
 sin culpas,
en equívocas ideas,
entre heridas
que como saetas finitas
con espinas de rosas
 se clavan,
 hundiéndose en mi alma
 y dejándome exhausta,
triste,
solitaria,
sin mí misma,
vacío el espacio de mi mundo interior
pero siempre,
 defendiendo su verdad clara
y pura,
plena de amor
aún sangrante.

Agobiante,
quiero volver al mundo
de las sonrisas
que se despiertan cada día
al clarear el alba,
al mundo mágico de las almas puras
y plenas de amor
que me rodeen
y giren en vueltas eternas,
 los Ángeles áureos
protegiéndome del mal,
 la traición,
la mentira.

¡Bendita es la vida con amor,
existencia prodigiosa
sin recuerdos dolorosos,
sin memorias sufrientes!

¡Vivir de frente
hacia ese dónde
que nos conduce a la paz de alma,
 queriéndolo,
 buscándolo!

Agobiante,
necesito estar acompañada
por las ansias de ese inmenso querer
de estar conmigo,
riendo,
 danzando,
cantando
en cada segundo
de mi vida.

Ir hacia el paraíso
de los tiempos del alma
 y renacer
 las palabras de amor escondidas
en la memoria de tiempos ya idos,
 frases,
poemas,
 sílabas entrelazadas
que corren hacia el papel
que las espera dormido
en una somnolencia de luces apagadas
 que comienza a vibrar
al recibirlas ansioso
y expectante.

Mi cielo se está
 volviendo nítido,
todo alado de olvido,
 lleno de esperanzas en vuelo,
ahora comienzo a vivir
el Hoy,
 conmigo misma.

¡Qué dicha vivir en la dicha,
plena,
del estar sin vagar
y sin rumbo,
sólo vivir en gozosos instantes
que nunca serán iguales!

¡Toda la vida es única!
 vivámosla en los días
y horas
en que fuimos felices,
lejos del agobiante dolor
 que pudo rozarnos.