Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


viernes, 3 de enero de 2020

Te quiero conmigo


Recuerdos del pasado


Recuerdos del pasado,
Señales advenedizas y trágicas
Que raudamente vienen sin saber por qué.

¿CUÁL es la razón de este cambio
Absoluto y total?
¿Por qué el pasado viene a cambiar el presente?

Mi vida blanca de tristeza,
Es luz todo dolor
Y aún el amor me inunda
Y me hace recordarte…
Como mi gran soñador.

Recuerdos del pasado,
Mi fantasía con audacia, inquieta y mágica, sin cesar
Busca la paz interior,
Aún sintiendo el dolor interior Y más profundo
En la nocturna soledad secreta.

Recuerdos del pasado,
No obstante este HOY sangrante y doloroso,
Entre los sueños peregrinos prosiguen
Con voluntad férrea y tenaz por el desierto humano
Que comencé en el AYER, va poco a poco superando…
Hacia la esperanza del cambio.

Y aunque no llegue nunca a los serenos
Doseles de las palmas, por lo menos
Más cerca de ellas cavare mi fosa.

Recuerdos del pasado,
Y aún a pesar de mi ánimo sin decaimientos,
Mi mar de llantos busca en mi interior
Las frases,
Las palabras de amor,
La poesía que emana de mí hacia el mundo real,
Que a veces esta partido.

Recuerdos del pasado,
Soy una vagabunda del cielo y de la tierra,
Y el lenguaje sutil,
Cuando los cristales duplican sus colores,
Mi ánimo se levanta hacia lo alto,
Superando todos los obstáculos,
Que me hieren y lastiman.

Soy una página en blanco
Y no encuentra en estos instantes de dolor…
Los poemas que están en en el aire perdidos,
Allá en la lejanía.

Recuerdos del pasado,
No regresen a este HOY,
Busco el amor,
La paz en todo mi existir,
Y sé que pronto llegarán.

El espejo de agua


El espejo de agua,
allí donde me inclino
y veo mi rostro arrebolado
por el amor que por ti siento.
Mi espejo, corriente por las noches
se hace arroyo
y se aleja de mi cuarto.

Mi espejo más profundo que el orbe,
es un estanque verde en la muralla.
El espejo de agua refleja sobre sus olas,
bajo cielos sonámbulos
mis ensueños que se alejan como barcos.
De pie en la popa siempre te veré cantando,
una rosa secreta nace en mi pecho
y un ruiseñor aletea en mi piel.

El espejo de agua
nos da signos que había en el aire,
había presagios en el cielo,
tenía que brotar la gracia de repente
con sus pasos de gloria.

El espejo de agua
traía la belleza de quien sabe dónde.
Venia hacia mis ojos
con su andar esbelto, seguro de su tiempo…
Es la ley misteriosa que de pronto se encarna
y se hace realidad en un instante.
El azar se presenta con
todas sus fuerzas invisibles.

El azar con sus constelaciones desatadas
que súbito se anudan
para cumplir con un destino
en las piedras lentas.
El aire vibra con los sonidos
de la vieja flauta.
Un dulce amor ha nacido en el mundo
 a través del espejo de agua.

Está por llegar, él, él único,
no está muy lejos, ahí viene
sobre dos pies alados, envuelto
en su música y en su canto
de nardos y de bosques.
Está cruzando el cielo, atravesando mares,
volando envuelto en ilusiones.

Y al llegar por el espejo de agua nuestras
miradas se cruzan,
canta una árbol nuevo,
dos manos se entrelazan,
dos anhelos se encuentran,
dos angustias se hablan en secreto.

¿Por qué razón?
Sólo los signos y el azar lo saben.
Dos corazones reconocen su impulso ciego
y el camino que se abre al infinito.
Los ojos se adivinan,
se entornan suaves,
saben que juntos van a mirar el mundo.

Los labios se presienten,
palpitan como flores
que empiezan la jornada
¿Son besos?
¿Son palabras?
¿Es un cambio de ideas a través de los años?
¿Por qué llegas tan tarde a mi jardín?
¿Por qué no apresuraste la marcha en las tinieblas?
¿Con qué derecho el tiempo separa la flor
del árbol que era suya?

¿Por qué poner distancia en los años?
No sabes acaso que esta mujer te aguardaba
 cansada de cantar y  llamarte.
¿Serás mi estrella entre la vida
y la muerte sorprendida?
¡Ven hacia mí entre mirtos y
mármoles profundos!

Desdén


Desdén,
palabra no pronunciada
cuyo significado hace estremecer mi alma,
nunca lo sentí
en ningún momento de mi vida
hacia nadie,
pero en este instante
surgió en mi mente,
¿cuál es la razón?

Desdén,
es lo que conmueve las fibras
más íntimas de mi ser,
es el desaire que a veces por instantes
inunda nuestras almas
por el dolor que alguien nos provocó.

Si se acerca el desdén
muestro desprecio poniendo a prueba el ingenio
con sagaces aforismos
que me llegan subrayados
con significativas miradas de envidia,
celos, menosprecio,
a los que respondo
con total indiferencia
sin inquietarme un ápice,
sin juzgar actos y pensamientos malsanos,
me inunda una tolerancia objetiva
hacia su existencia
y por segundos me invade
un profundo desagrado.

Frío desdén,
mi rostro llevado del desprecio
y la diversión esboza
una expresión de ira y amargura
que dura tan sólo un instante
ya que vuelvo a ser yo,
la pura mujer poeta
que es totalmente ajena
al mundo material que me rodea.

Mantendré con aguas descendidas
por las fieles veredas de mi pecho
todo el amor que me inunda
cuando el cielo se afila
al conjuro de un sutil cosquilleo
de flautas que alejan
de mí sentimientos malvados.

La última estrella remisa
abandona su puesto de guardia
desde donde los ángeles
me protegen y cuidan
para que mi alma encendida y liviana
lleve su amor por doquier.

Desdén,
no estás en mí tratando
de sacarme de mi vida casta
para arrástrame con sed de verme
en el silencio del mundo
de las sombras miedosas,
delgadas, oscuras,
para que me interne en el inframundo
de lo desconocido.

No lo lograrás,
la luz brillante me envuelve
en el gran aire vacío de dudas,
dolores, penas y soledades,
entre azares sin respuestas.
¡Qué gran plenitud vivir en paz y armonía
desoyendo las palabras sin color,
tan vagas como las sombras!

Entre jazmines,
rosas, azucenas, alelíes,
están los nombres de los que no mienten
ni hacen daño ni te hieren,
mientras haya cantos en la oropéndola,
la vida es felicidad plena.
El futuro es distancia,
no deseo perderme en lo venidero,
quiero acercarme a mi presente
sin desdenes que me acosen
en las largas dulzuras del minuto
de tiempo al tiempo,
sin torpes atropellos,
entre quietudes y calmas,
el alma se enaltece
en búsqueda de la verdad.