Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 11 de septiembre de 2017

Nostalgia


La pérdida de tu amor


La pérdida de tu amor,
en instantes apenas,
me dijiste si vernos que no te esperará más,
que habías encontrado otro amor.
¡Qué dolor y sufrimiento sintió mi alma!
hacia pocas horas que me estabas besando, abrazando,
haciéndome el amor.
¡qué disgusto!
¡era tu despedida!
hombre cobarde, sin valentía,
sin poder enfrentar la verdad que estabas viviendo,
diciéndome que yo era el máximo amor de tu vida
y yo te creí.
incrédula, inocente, despistada,
debía ver todo lo que te rodeaba,
era una gran mentira, una falsedad.
¿Con qué fin?
Nunca lo sabré, no quise hablar más contigo,
Ni una vez más, fueron años felices,
Creía yo que estábamos juntos por muto amor.

La pérdida de tu amor,
¡cómo sueño siempre las horas azules
que me esperaban tendida a tu lado,
sin más luz que la luz de tus ojos,
sin más lecho que aquel de tu abrazo!
¡cómo siento mi amor floreciendo en la
mística voz de tu canto, notas tristes,
alegres y ondas que unían tu emoción
a tu rapto!
ahora el desierto esta en mí, tierra yerma,
resquebrajada, seca, sin vida, muerta,
esperando torrentes de llanto como gotas simientes.

La pérdida de tu amor,
necesito el viento, el sol, el polvo que une
y hunde con  el cielo,
formando un puente para ascender al infinito.
sin estar tu más a mi lado, los cerros callados en eterna espera,
escuchando el silencio, silencio anodino, eterno,
adormecedor, que me lleve a olvidarte rápido,
para no sufrir más
y que el tiempo quede en suspenso.

La pérdida de tu amor,
lo imprevisto llegó de golpe, de espaldas,
con antifaz, de noche,
con misterio que no se puede descifrar.
tú sin afán, sin gran color pena, me dejaste sin nada
tuyo ni una carta ni un adiós.
Cuando tu ser en prosa como velocísimo viento,
Atraviesas la vida, se les caen a las ramas de
lo que deseamos juntos los esfuerzos
que creamos juntos,  el precio de la dicha,
como las hojas secas que alfombran tu paso.
yo sé que seguiré queriéndote
y convertiré los días, las horas, en peligros,
en llamas, porque la separación,
no es el momento donde brazos o voces
se despiden con señas materiales,
es de antes, de después.
aun estrechándome en tus brazos,
estabas apartándote de mí,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos,
es una despedida segura sin adiós. 

Me dijiste adiós


Me dijiste adiós,
Sin una lagrima en tus ojos, Ni tristeza en tu corazón,
Me sentí acongojada, lastimada,
Herida en lo más profundo de mi alma,
No pretendí nunca que me amaras por siempre,
Pero si cuando ya no te animara el sentimieto hacia mi,
Me lo dijeras sin causarme este profundo dolor.

Me dijiste adiós
Al cabo de un segundo después que me dijiste adiós,
Me estaba muriendo,
Seres inanimados robaron mi vida,
La incertidumbre golpeaba en mi pecho,
Al cabo de un segundo, la fuerza de mi amor hacia ti,
Me sacudió profundamente y logre el espacio del silencio.

Me dijiste adiós
¿Cómo podré iniciar el principio de mi vida sin ti a mi lado?
Entre las leyes de lo negro y blanco,
Entre el conocimiento que me abarca el próximo instante de la luz,
Del sí o no, en la circunstancia,
Si tu adiós escurre mi espíritu en un gélido invierno.

Me dijiste adiós
Si al paso encuentro las cadenas,
Desde mi cierta inocencia envuelta en sangre
Y telas de arena bajo la gris sabana
De mi lecho sin ti.

Me dijiste adiós
¿Cómo podré andar?
En esta noche de lastima,
Sacúdete bajo las sombras de mis manos,
Que me esculpen entre la humedad y el polvo.

Me dijiste adiós
Miro pasar la sombra,
Un reverso de luz donde nunca he sido nada,
Noches ¡Oh prodigio!
Tus manos dejan las mías sin prisa pensativas,
Aplacando alabanzas,
Sin arpa ni música,
Bajo esta ceremonia de dolor.

Me dijiste adiós
Miro mi vida,
Y me dejas escribiendo estos versos,
Donde no vuelvo a reír,
Donde la roca profundiza en mis raíces,
Silencio, culpa,
Mis ojos tristes y este amor que llora a tus pies.

Procuro olvidarte


PROCURO OLVIDARTE
Procuro olvidarte
siguiendo las huellas de un pájaro herido.
Pensando y contando las hojas caídas,
procuro olvidarte al no recibir más noticias tuyas,
ni una carta ni una frase,
me abandonaste del todo.

PROCURO OLVIDARTE
Escribiendo en el día poemas de amor
para el otro ser que está esperando
a que yo vaya por él pronto
ya que no puede vivir sin mí,
no como tú que yo tanto te amaba,
pero me dejaste sin un adiós
ni una palabra.

PROCURO OLVIDARTE
Lo que haría si estuvieras tú a mi lado
seria yo el amante, tu amante ideal,
te lo perdiste, pero al llegar a casa
y no verte no sé lo que haría,
escribirte más cartas es imposible
Ya ni las lees ni las miras.

PROCURO OLVIDARTE
Eres un don nadie, no sabes amar,
no lloraré más por ti
No vale una pizca de un sufrimiento mío
Encontraré el amor en brazos de otro que me acoja
con valentía y lealtad,
eres un ser despreciable
no valoraste el amor que yo sentía por ti.
Hoy no te darás cuenta pero quizás en el futuro
veras lo que perdiste, un amor verdadero y puro.

PROCURO OLVIDARTE
Cuando ya sea tarde pensarás en volver
y no te aceptaré,  golpearás la  puerta
que nunca se abrirá para ti,
porque yo estaré muy feliz en brazos de la persona
que me va amar y valorar con todo su corazón.

PROCURO OLVIDARTE
Con todas la fuerzas de mi voluntad
Ya no existes para mí.
Caradura, rompiste mis sentimientos
en mil cristales rotos
entre espejuelos de nácar
y ahora nunca más volveré a confiar en ti,
ya no estás más en mi vida
Trataré de buscar mi nuevo camino en el amor.
¡Vete ya de mis pensamientos!
¡Lejos, muy lejos en el infinito!