Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 18 de mayo de 2019

Búscame siempre


Isla lejana


Isla lejana,
inaccesible,
en medio del mar,
entre arrecifes.

Allí llegamos tú y yo,
a solas,
en la inmensidad del mar.

Sus murmullos nos acunan
y la arena tibia y pura,
sin huellas,
es nuestro lecho de amor.

Entre su verde follaje
y el trinar de sus pájaros
que quiebra la paz callada
nuestros besos dejan su vibrar sonoro
pleno de caricias y embelesos.

Isla lejana,
nuestro lar de amor,
sus aguas nos esconden desnudos
en sus profundas cavernas.

¡Qué felicidad entre música de arpegios
y clavicordio el amor florece!

Las olas rompen en el arrecife
con ritmos continuos,
como hechizos mágicos
y tú y yo adormecidos abrazados
flotamos en el agua como seres únicos
en todo nuestro mundo.

El amor es único,
todo ser lo guarda en su interior
sin saber que existe
y lo tiene para dar a todos
y en especial al ser amado.

Isla lejana,
perdida, misteriosa,
solitaria,
su entorno rezuma sólo amor,
tú si no amas no la encontrarás jamás.

Nosotros estamos en el paraíso
donde las almas y los cuerpos se unen.

Isla lejana,
entre palmeras que se mueven
al son del viento,
tú y yo en silencio
nos acunamos bajo su techo
de hojas verdes y frondosas.

Se hunde el sol,
rápidamente en la arboleda velada
y desde el horizonte nubes oscuras
y saetas de rayos iluminan el cielo
pero nosotros muy juntos estamos protegidos
por hilos tejidos por nuestro amor por siempre.

Isla lejana,
que es para dos seres que se aman el edén,
aún tan sólo soñando que estamos juntos.

Mi alma en tu alma


Mi alma en tu alma,
muy cerca estamos hoy
en el otoño de nuestras vidas
que es el estío
de nuestras almas.

Cual grandeza se levanta
el sol en la mañana,
miro el horizonte y veo
tu alma empañada de cálidos amaneceres
y suaves arrullos de flores primaverales
que abrieron sus pétalos
ante tu inmenso amor.

Miro mi interior
y surgen atardeceres
de suaves brisas en tus labios
y cada soplo de viento
se ahoga en tus calidos besos,
cada gota de ternura
cayó a mis pies,
apagando con sus frescura
el calor de mi interior.

Mi alma en tu alma,
envueltas en un abrazo
en la lejanía
al compás de notas suavísimas
de un piano.

A lo lejos en una infinita,
embriagadora,
envolvente,
seductora caricia
en la cercanía de mi existir.

Mi alma en tu alma,
escondidas están
del resto del mundo,
entre vagos resplandores
de besos apasionados
y sedientos abrazos
y sólo así se están quietas,
enclavijadas,
asidas,
ansia con ansia
y deseo con deseo.

Mi alma en tu alma,
tu presencia y tu ausencia,
sombra son una de otra,
sombras me dan y quitan,
luces de labios y besos,
nuestras almas se recatan
con disfraz de claridades
en la forma de un espejo.

El alma teníamos
clara y abierta
y juntas estaban
sin buscar atajos angostos
y pasos altos y difíciles,
si por caminos anchos.

¿Dónde estaban nuestras almas?
Unidas en el mas allá
en donde el acabar empieza
en las vagas lindes
del orbe todo.

Mi alma en tu alma
brillan en el gran río del día,
limpias y gozosas,
aman y saltan
por el campo azul del cielo
donde la brisa es más fresca
y nuestras almas sienten
que pasa por ellas algo nuevo,
un gozo nunca sentido,
un verdor,
unas estrellas y un río
que corre caudaloso
en la dulzura del alba
donde las almas se funden
en brazos del viento nuevo.

Te estoy queriendo


Te estoy queriendo
más allá de todo
y observo embelesada
las débiles hilachas
que aún me unen al mundo natural.

Cuanto más te quiero,
más amo esa inefable vida
que un día muy cercano
tejí de la nada para estar contigo
y ya no se disolverá ni desaparecerá
porque las canciones y poemas
nos unen entre palabras y pausas.

No se de donde vino este amor,
ni me inquieta el futuro,
¿puede ser la plenitud del todo?
Es posible que así sea.

Te estoy queriendo
cada instante más
y sí en otro plano
es posible cultivar emociones,
sólo quiero seguir enamorada,
ser minúscula parte de la armonía absoluta,
de esa naturaleza
que nos lleva al amor.

Te estoy queriendo
y como un fuego eterno
me invade con pureza
el sentimiento nuevo de amar
sin temores ni miedos,
sí con esperanzas renovadas.

El cielo ahora de color azul pastel,
día tras día sin nubes,
con la única variación
de una serie de matices,
me lleva hacia ti
y entrecierro los ojos para verte
aún desde esta lejanía
como un río de visión.

Te estoy queriendo
más allá de los sueños,
más allá de la realidad
y con sólo escuchar tu voz grave,
sonora y única en la distancia,
te acercas.

Te estoy queriendo,
golpeaste con tesón la puerta de mi alma
y ahora sólo está cerrada a tanto amar
y aún sin sentir tu existencia,
aún sin respirar el aroma de tu piel,
cierro los ojos
y logro ver tu mundo interior.

Te estoy queriendo
y mis versos deben decirte
lo que para mí eres,
báculo de flores,
lámpara de luz indefectible,
mi compañero de palabra exacta
y silencios largos,
con intrépido corazón
y alta frente desvelada.

Por eso te estoy queriendo
con ternura y paz,
insólito momento éste
que estamos viviendo
tú y yo.

Te estoy queriendo
tanto porque me impregnas de rocío
que cae del sereno
cuando en la madrugada
se está bañando el alba.

Te estoy queriendo.
¡Mira de qué manera!
Será porque mis miedos
todos los ahuyentas,
llenas los espacios vacíos de mis años,
compartes añoranzas de tiempos
que se han ido.

Te sumerges en mi oasis
de aguas cristalinas para bañar
nuestros sueños.
¡Te estoy queriendo…
mira cuánto te quiero!