Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 21 de mayo de 2013

Pasión sin rostro


No sé quién eres


No sé quién eres, ser anónimo, desconocido, que quiere entrar por resquicios de mi entreabierta vida para escudriñar mi alma que como alba nube se eleva hacia el infinito.
En los duros biseles del silencio, inmóvil como águila señera no permitiré que hurgues mis deseos ni roces el llamado de mi voz.
No sé quién eres, te desconozco, tu voz es extraña para mí, te desconozco en mis miradas, desnuda o disfrazada.
Eres el desconocido por estas tierras de mi hoy y de mi mañana.
No quiero tener cerca el aire que te cerca la garganta ni despertar en tus pupilas por no apoyar mis ojos en el aire.
Tus llamadas son nada para mí, tú no estás en el verde levantado del árbol donde pierdo mi albedrío y en el viento caliente del estío, ni en la orilla del mar enamorado.
No sé quién eres, tú estás contra un muro hablando y mis sentidos crecen a tu espalda, flamígero cipreses en hilera y por los aires un círculo amarillo huye demudando mi casta y pura alma.
Quieres hurgar la raíz de mis sentidos vedando con tu figura con un cerco de jóvenes olmos mis poemas de amor que se esconden de ti, el desconocido.
No sé quién eres, muda su verdura el monte nuevo con un temblor tocado de rocío y tú el anónimo como un árbol doncel quieres irrumpir en mi vida con un viento por vientos perseguidos.
Crece en mí una hiedra pálida de dudas ahogando en desazón al pensamiento y buscas de tener las horas de la espera en la ramazón elástica del viento.
No sé quién eres, sólo sé que estás rezagando mi camino como cruz que aprieta las nubes contra el cielo.
Es inútil que me busques me persigas con tu voz, tú pisas otro suelo y lo ignoro cuál es tu anhelo, yo soy vagabunda del cielo, tú un vagabundo de la tierra.
No sé quién eres, no me busques, no me podrás hallar, la luna es una nota errante que se extravió de su cantar y con su luz agonizante me esconde y entre secretos me cobija para que tú no me encuentres jamás.
No sé quién eres y prefiero no saberlo.

Amor perdido


Amor perdido, ¡qué dolor!, ¿sabes? ¡Perder al amor!
Es como arrancarte el corazón en mil pedazos y toda la luz del alma.
El amor se lleva en lo hondo de la sangre, el sol que te compaña y te reviste, brazo en que te apoyas por el camino incierto del vivir, escudo que te resguarda el pecho de muertes o borrascas.
Amor perdido, ¡quiero llorar entre escombros!, nos separamos tú y yo en la cuesta para siempre.
¡Algo de mi luz en el polvo se ha perdido!
El miedo a no poder encontrarlo ahuyenta de los ojos las palomas del sueño entre clamores de lloros y penas, apurando en la breve llama la inmensidad del tiempo.
Amor perdido, ha de haber un portal sin cerrojos por donde podré entrar y como atisbando de a poco te buscaré entre la raíz de los quebrantos.
Otearé para estar otra vez contigo desde las colinas cercanas y veré el fulgor que tú irradias desde la lejanía y así secarás las fuentes de mi llanto.
Amor perdido, en la flor te recuerdo y amorosa te exalto, guardando en mis entrañas los bálsamos de tu amor y mi secreta lumbre que ilumina de a poco mi pecho cansado se refugia en el orillar del mar bajo las blancuras del astro.
Amor perdido, ¡que hundimiento del mundo!
Un gran horror a columnas quebradas, tiempos sin imágenes, cielos intemporales, entre estíos e inviernos.
Amor perdido se extinguieron las alegrías, las risas, las danzas, pero perduran las frases de amor, aquellas que te escribí con todo mi corazón.
Ahora, sin tenerte, todo va hacia atrás, la vida se va quitando frenéticamente horas, minutos, segundos de encima, destejiendo, galopando su curso del lento existir, queriendo borrar recuerdos, historias para hacer otra vez el anhelo de volver a empezar otra vez.
El futuro se llama ayer.
Ayer oculto, secreto, escondido entre verdes follajes, de esperanzas, hay que empezar otra vez, reconquistar la vida con toda el alma y todo el corazón detrás de aquellos otros ayeres conocidos.
¡Vamos hacia el mañana entre estrépitos besos, inventando las ruinas del mundo, de la mano tú y yo por entre campos florecidos de amapolas ondulantes!
Y ya no más amor perdido, amor encontrado entre tactos, abrazos, piel, entregándonos al palpitar de sentirnos juntos, sin caos ni penas, sólo luz y belleza del vivir.
Amor perdido, encontrado entre la luz del alba y las estrellas escondido, tendiéndonos las manos para coger las nubes, las flores, las alas, los mil sonidos del aire para existir flotantes en el puro vivir, salvados por milagro de no estar más juntos y así estrenar el beso, el amor, sin sufrimientos ni quebrantos.

Ensoñación


Ensoñación, me transporta a mundos de amores vividos en pleno existir del alma.
¿Dónde se esconden los sueños? ¿Están entre los duendes, las hadas, los gnomos, las mariposas transparentes, las crisálidas de seda, los brotes de flores de loto?
Ensoñación, canciones sonoras que flotan en el aire diáfano de un día especial, el Hoy, el día a día pleno de felicidad y amor a todos mis semejantes.
Sueños locos, descarriados, distraídos, que me conducen sin darme cuenta a momentos disímiles, escondidos en el orillar del mar.
Ensoñación, entre latires y palpitares la sangre vital corre a prisa por las venas del cuerpo llevando entretejidos los recuerdos de caricias no olvidadas.
¡Y, ay, cómo quisiera ser una alegría entre todas, una sola, la alegría con que te alegrarás tú!
Ensoñación, ¡cómo desearía ser un amor sólo, el amor del que tú te enamorases!
Veo declinar la tarde mientras voy caminando lento entre las sombras de las horas y la nebulosa de los recuerdos imborrables.
Ensoñación, ¡qué tenues los suspiros de la tarde!
¡Qué dulce es el bramar del océano!
Si parece le hace guiños a la luna y parece en su coloquio más humano.
Ensueño de un amor ilusionario que impele en nuestras almas la quimera, destellos como luces que se encienden en fulgores de firmamentos lejanos.
Ensoñación que nos conlleva a la viva caricia de la brisa, las flores de un color mas encendido, hay más risas y alegrías en el aire y se acaban las tristezas en olvido.
Ensoñación, me haces ascender la vigilia en mis ojos para recoger tu imagen amada y primigenia, haces nacer al son de mis deseos viola de amor, canciones puras, palabras de amor llevándome a la cima de los cielos con la tierra.
Ensoñación, plena de sueños de amor entre aires estremecidos de ternura y bajados de altísimas esferas, perdida me haces sentir por siempre en tu embeleso sin sentir el cercado de tus ramas.
Ensoñación, colmada de verdes esperanzas que se nutre entre delicias y caricias naciendo de mi alma los poemas, las prosas, como jóvenes olivos recién brotados.
Ensoñación, secreto que veda tu figura crecida entre pinos y lloradas mas llena de amor con intención de amar de mis cantares y así alcanzar la cumbre de tu nombre.
Ensoñación que sacude las bases de mi sangre y hace aparecer tu nombre contra el cielo, amor, que desnudándote caminas sobre el muro que cerca mi silencio.