Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 26 de marzo de 2013

Siempre


Donde habitan los sueños


Donde habitan los sueños, en lugares recónditos, en praderas florecidas, en mares embravecidos, en cuevas hondas, en follaje verde y tupido, los busco. 
Donde habitan los sueños, los de amor, se sienten en el corazón arrebolado y trémulo de dos almas que se aman. 
En esta vida, los sueños nos columpian en dulces momentos que nos estremecen al recordarlos como en la punta de un ramo cuando el peso de la gota hace inclinarse a la hoja ya acaso rendida. 
Donde habitan los sueños, en un puro silencio, se transforma en un escenario del drama del vivir. 
Son una pausa entre la vida y la muerte, sin aliento nos lleva a la mañana  entre sueños y nada se mueve, se crean en torno nuestro, ondas de calma.
Donde habitan los sueños, recorriendo senderos y esteros buscándolos en estrellas, las que iluminan nuestras vidas, bajo una luna que atestigua nuestro amor.
Donde habitan los sueños, las hadas y los gnomos van tras ellos, perdiéndose en noches eternas, caminando sobre el mar o sobre el tupido verde del prado, dejándose llevar por el aire que dispersa el amor que nuestras almas sienten. 
Donde habitan los sueños se siente el ruego de amar que delira en murmullos junto con tu nombre y el mío, esos sueños perdidos entre ráfagas de besos y miradas profundas, como el inmenso océano donde viven escondidos y unidos los paradisíacos recuerdos de nuestro amor. 
Donde habitan los sueños, allá en los límites del tiempo, donde las puertas a nuestros corazones se abren en un sinfín de sentir, maravillando al amor verdadero.
Quisiera más que nada, más que buscar nuestros sueños, ni hondos signos por celestes mundos supremos, ir tras ellos, donde habitan, para sentirlos latir y vibrar con ellos entre luceros remotos. 

Prodigio


Prodigio de vivir en un mundo deseado, de nobleza en el horizonte inmenso de la Historia.
Prodigio de vida exquisita que sólo lo profesan los que aman en expresiones de maravillosos portentos de sentimientos. 
Prodigio de alegrar la soledad al agitarse en cadenciosas rondas forjado con risas cristalinas el mundo que nos rodea  con una vida sonriente, bajo un cielo transparente, cuajado de luces de amores vividos. 
Prodigio que en voces secretas, como por milagro primoroso dos almas se unen y conversan en son de fascinación entre miradas de poetas, en un lenguaje mudo, en el que los espíritus primorosos hablan.
Prodigio que asombra, que nos hace temblar en un pasmo de palabras, calor de besos, presión de manos, sollozos que estallan de felicidad.
Prodigio de amor, un instante detén allí el vuelo, recoge las alas y bajo la luz de la luna entre los reflejos nocturnales de las estrellas que el paisaje baña, amémonos entre suspiros claros como campanas vibrantes. 
Prodigio de la noche, desde la gloria del amor los poemas vuelas, transcriben sin saberlo, temblando en palabras el sentimiento mutuo de dos que se aman.
Ópalo que abrillanta sus colores, encandila la ilusión con infinitos tornasoles, plenos de fulgor ante el prodigio de nuestro amor.
Elixir que nos inunda en un paraíso de dulcísimo encuentros entre sonidos que acarician, instintos que convocan, arrobas de emoción, aromas que iluminan, fulgores que cautivan laberintos de ilusión.

Una red


Una red tejida de sueños con hilos de aliento y de ilusiones donde tu y yo estamos envueltos entre dulces caricias y besos arrebolados.
Busco en praderas de papel sobre la grama menuda las letras de mis poemas que en la red se entretejieron.
¡Qué mágicos alfabetos en las hojas sin tachas surgieron  unidos en la red infinita inspirados por ti!
Odas lejanas en cláusulas marmóreas, blancas, de celestes temas, lentas pasaron entre los lazos que la red anuda.
Tú y yo en la red del amor abrazados en las hojas de la mañana nos amamos ¡que milagro!
Con mis manos levanto una tormenta, vientos huracanados, nieblas tenebrosas para que nos escondan mas allá de todo que entre la red  de la vida plena de angelicales arrullos de nuestras almas enamoradas.
Nuestros destinos se estremecen sobre el heliotropo del crepúsculo y escondidos entre hileras desteñidas de redes de ternura nos amamos más allá del tiempo.
Nos miramos a través de las sombras de la red y sin querer viviremos fieles a nuestro destino donde el mar aun dulce nos entrega sus orquídeas de sales para que nuestros corazones como bandadas de cardenales se agiten, aleteen y palpiten entretejidos entre hilos de amor.
La red, ¡que sensación de bienestar es estar entre tus brazos, trémula de amor en la malla fina y transparente que nos oculta del mundo para descansar y amarnos a solas!
Esta dulce vida que nos lleva a que el destino nos estremezca  y en volandas nos entregue a una luz de amante con hilos de plata en torno a ondas de calma.

Inquietud del alma


Volver a empezar


Volver a empezar la eterna aventura de vivir, ya que mi vida sin ti no es posible.
Debo darme el tiempo que merezco ya que él vuela raudo, veloz, rápido y silencioso pero se detiene entre mis brazos que te esperan. 
Volver a empezar, borrando las huellas del pasado ignoto, camino ya recorrido buscando senderos claros y luminosos para encauzar mi vida.
Quiero volver a empezar, como en nuestros primeros días, con amor que inunde nuestras almas, compensando las horas pasadas. 
Volver a empezar con nuevas ilusiones que me den cobijo seguros y nidos cálidos plenos de dichas permanentes, sin temores ni miedos, sí unidos, congraciados, congratulados en dos nuevos seres. 
Volver a empezar mis suspiros te buscan con suave textura, como terciopelo inquieto, que te envuelven en mil caricias como hilos transparentes, traslúcidos y tenues.
Necesito tus besos cálidos  y profundos y tus abrazos como apretados tallos en susurros ondulantes. 
Volver a empezar, acariciar, sí, acariciar, con suaves toques de amor sin preguntas del silencio, solo respuestas que vienen y van, de amor a mirada.
Volver a empezar, ¿cómo? ¿Nada quieto y todo en calma? Sí, sólo gozando a pleno como galardón de un esfuerzo, sí entre los dos admiración, compañía, contacto, roce de virtudes.
Volver a empezar, con expresión de júbilo, de alegría, de risas y de besos con nuevas perspectivas libres en nuestra intimidad que tienen una lágrima para cada instante, lágrimas de felicidad, de gozo y canto.
Volver a crecer es empezar a crecer juntos, unidos por tiernos lazos para madurar viviendo cada día un poco más.

Me imagino


Me imagino que al caer de cada noche esperaré a que seas luna llena y te amaré. 
Serás la inspiración de mis poemas siempre y es un sueño total cuando incrustas tu alma en mí.
Me imagino que en la luminosa flecha de mi vida te uniste para acechar todos mis desvelos y hacerlos bailar en la melodía audaz de querer saber y poder ser.
Me Imagino contigo en un firmamento azul desbordado de suspiros y besos profundos llevándome a escribir los versos en las noches agitadas.
Me imagino un amanecer en el rutinario despertar pleno de súbito fuego de tu alma junto a la mía, me estremezco con sensaciones incontenibles como aguas danzantes, eternas como humos grises elevándose sin líneas. 
Me imagino buscándote a ti en una pintura que hace su aparición atravesando el muro de los océanos, del tiempo, agitado decorando arenas vírgenes. 
Me imagino tus besos, lo sueño tanto que mis labios tiemblan y mil suspiros entrecortados e interminables con una estremecedora sensación recorren mi espalda.
Me imagino descifrando momentos contigo, esperando el día de encontrarte, para bañar tu ser con ternuras que solo llevan tu nombre porque nacieron a partir de mi primer suspiro.
Me imagino necesitándote tanto que grito y clamo, eres mi sendero, mi ruta, mi guía, rodéame siempre con la luz de tu alma que yo continuare amándote, mas allá del tiempo en un regalo de gracia que me hace la vida. 
¡Qué mágicos alfabetos, monosílabos brillantes, letras cristalinas, palabras de amor, me imagino escribiendo para ti mi amado!