Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 21 de enero de 2015

Puerto oscuro


El perfume del amor


El perfume del amor,
que en primavera se derrama por doquier
ya que entre las espigas del aciano y el rojo de las amapolas,
colores fuertes y rotundos me infunden energía y vitalidad,
también vuelven las golondrinas en parejas…
plenas de amor construyendo su nido en el tejado,
junto a la celidonia,
planta ligada a su vida
pues aparece y desaparece en correspondencia con sus migraciones.

El perfume del amor,
pleno de colores y sonidos suaves, vibrantes,
el amor me encamina en su búsqueda,
necesito su cercanía, su contacto.
Amor mío, voy cantando bajito
sin ahondar las pisadas,
no sé si por costumbre, por cautela u holganza
con un dejo de gozo y otro de lástima.

El perfume del amor,
Gozo por lo que tengo y por quién soy,
estás a mi lado, abrazando con suavidad mi cuerpo,
dándome besos y cariños con caricias leves y profundas.
Voces nos rodean, placer, caricias que desgarran,
besos que dibujan nuestros rostros temblorosos.

El perfume del amor,
cuando mis ojos gritan tu nombre
en la soledad imperdonable cuando tú te vas,
el abrazo de tu piel de nave humedecida
me sacude y me hiere,
me desdobla y me lleva.

El perfume del amor,
naceran de ti y de mí nuestros abrazos
como nacen en tu boca las flores encarnadas…
que dejas en la mía.
Aprieta mis deseos,
caliéntame las carnes,
con tu pasión de viento,
el sol será mañana un plato de lujurias.

El perfume del amor,
Tú serás mi boca y mis manos desgajadas de rocío.
Besos que dibujan nuestros rostros temblorosos.
Tipas y palomas me atraen a tus brazos
De hojas frescas y de aguas de espejos cimbreantes
Al fin me ponen en los tuyos, entre el perfume de nuestro amor,
Me ahogan tus ramas de piel caliente,
Me sacude con ternura el besar de tus caricias…

Sorpresa inesperada


Sorpresa inesperada,
¿qué viene por el sendero blanco
como papeles de rocío,
revoloteando el aire hacia mi?
Buscan mi nombre,
hurgan entre miles de huecos
de arcones con cerrojos
y llaves entreveradas en un ovillo metálico
que es imposible desatar.

Sorpresa inesperada,
como en un combate
con carcaj en nubes urdidas,
sueño que despierto
entre murmullos desnudos
donde la luz en mis pupilas congrega
la sangre en los sentidos y una tibia memoria
sin contornos descubre lo que esperaba ansiosa.

Sorpresa inesperada,
se mueve la distancia hacia ella
como alas batientes detrás de mi alma,
inútil que te busque y te persiga,
vendrás por el aire burilada
por el talón de arcángeles invictos.

Sorpresa inesperada,
mi corazón tiembla,
la duda me inunda,
¿es que acaso llegará a mí,
a pesar de todas las murallas que me envuelven
y me aprisionan en castillos de cristal?

Un miedo tibio padece lentamente mi alma
pero la esperanza lo cubre con mantos verdes
haciendo que el aire húmedo
me lleve a cielos de alamedas de cristal,
esperando en paz y sosiego.

Sorpresa inesperada,
se acerca despacio,
sin prisa,
sobornando las dudas que me acechan
que me quitan el hechizo de mis sueños.

¿Será verdad que me encuentra lo que más espero?
Mis manos se agitan,
angustiándose en el aire
en un largo alumbrar del movimiento.

Cae el pulso agitado de la sangre
sobre el plato sonoro del silencio,
quema la llama hirsuta de mi frente,
un ave de marfil en primer vuelo.

Sorpresa inesperada,
¿Vendrás a mí?
¿Me encontrarás en el instante preciso
en el que más te necesito?
Crece en mí,
una hiedra pálida de dudas,
ahogando en desazón el pensamiento
y deteniendo las horas de la espera
la ramazón elástica del viento.

¿Cuál es la sorpresa inesperada?
La que agita mi alma,
la que levanta la estirpe de mis cantos
y mi sangre convoca con apetencia
haciendo brotar de mi interior
las palabras con sonidos,
las frases de amor,
la que despiertan mis sentimientos más íntimos,
los secretos guardados con celo y artimañas
para que nadie los encuentre en el nunca jamás.

Sorpresa inesperada,
te reclamo,
te nombro para que me halles
y me sumerjas fija en este mundo
entre alegrías y cantos,
hacia mi interior donde el deseo reverdece.

Queda la incógnita,
lo no sabido,
lo imposible de anunciar,
el misterio no develado,
el ruego no escuchado,
la quietud inmóvil,
la soledad sin amor.

Sorpresa inesperada,
eres el solar de mi vida,
el deseo consumado aún sin serlo,
coronas los vientos serenados de mi vida
y haces surgir los cánticos unánimes
de mi frágil existencia.

Ya se acerca,
notas suben en números concordes,
el mañana me espera y con sones de oro
te proclamo dueña y señora del existir
en esta vida donde la sorpresa inesperada
nos conduce a dichas sin sonrojos
corriendo por la cifra de mi nombre
hacia el cuenco sellado de mi vida.

Atrévete a amar


No tengas miedo
el amor es lo más sublime del mundo.
Estar enamorada del amor,
maravillosa experiencia,
que se renueva constantemente.

Atrévete a amar
de pie en el umbral de la aurora
bajo la celeste amplitud
es el amor el hada protector
que nos protege, ampara,
Y nos inspira a vivir la poesía
en un raudal de inspiración que es fragor de lucha en el día
Y en la noche meditación.

Atrévete a amar
entre risas y lloros en flor,
congregaos al rumor de las alas de mi sueño.
Cada estrofa de un poema… es una nube
Y para flotar en ella
hay que tener luz de estrella
Y corazón de querube.

Atrévete a amar
para que versos con ímpetu alado
al ideal ascended
Y con las estrofas verted
el tesoro conquistado.

Atrévete a amar,
como clarín de mil sonidos,
con galas de volcán el sol radiante,
en niebla roja de fulgor metálico,
síguelo, deja todo atrás
no pongas nada en la balanza de la vida.

Atrévete a amar,
anímate al desequilibrio,
entrégate cada vez más a voces que te llaman,
seguir la pasión desenfrenada entre gemidos
y gritos de euforia
queriéndome, entregarme en cada instante de tu vida
a tu piel tibia en tu regreso hacia mí,
tu boca abierta de sed queriendo besarme
y empaparme de aliento,
hacerme completamente tuya en un instante,
y luego reposar en el tobogán de tu cintura.

Atrévete a amar,
del pelo a la punta de los pies,
que tu boca llegue a mojar mi vientre,
y sienta tu aliento llegar a mis entrañas.

Atrévete a amar,
atrévete a sentir el color del amor
recorriendo tu sangre.
pídele más, más y más,
desnudos los dos hirviendo de pasión
tócame más, bésame más,
entrégame más
¡Por favor! ¡Atrévete a amar!