Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 20 de junio de 2016

Distancia


Éxtasis de pasión


Éxtasis de pasión
a gritos desde un lugar que ignoro
pero en mi cuerpo se alza erecta y vibrante,
mi locura de amor y pasión
por ti acrecienta día a día.

Cuando no estas a mi lado
mi deseo por ti es mucho más.

Con solo pensarte mi cuerpo se enciende
y arde
y pide con intensidad amarte.

Éxtasis de pasión,
En mis noches oscuras de silencio
deseo tenerte junto a mi
para acariciarte con mis manos
todo tu cuerpo con suavidad
y con mis labios de fuego
recorre cada partícula de tu piel
y hacerlo estremecer
hasta lo más profundo de tu ser.
Éxtasis de pasión
Deseo tus besos
con el dulce néctar con sabor a miel.
Deseo susurrarte tus oídos
cuánto te amo más y más.

Éxtasis de pasión
Deseo junto a ti enlazarnos
entre enredaderas de amor
y hacer de la noche oscura
un mundo de fantasía.

Deseo sentir tu piel sobre mi piel
y con cada movimiento telúrico
apagar el fuego ardiente
que llevamos dentro de él.

Éxtasis de pasión
Deseo sentir tu aliento
junto al mío
y ver tus ojos brillar
cuando intentas apagar
el fuego del volcán.

Deseo sentir tu respiración agitada
y ver tu sonrisa apasionada.

Éxtasis de pasión
Para apoyar mi amor
sobre tus hombros
y fundir mi figura con tu bronce,
confundiste el fuego
y la intención de mis cantares
y de apoco anduve buscando
los peldaños del deseo,
hasta alcanzar la cumbre de tu nombre.

Éxtasis de pasión
Los signos que orilleaban tu cintura
eran de luz y sal reverdecida.
Enséñale a mi boca a que te nombre
y llévame las manos a tu pecho,
amor, que desnudándote caminas
sobre el muro que cerca mi silencio.

Éxtasis de pasión
Que tus puertas estén siempre abiertas
para que mi cuerpo
se encuentre en tú espejo
cada día al despertar,
abrazándome con tu calor,
entre alas, maravillas, luceros
y todo el amor nos unirá
sin largas esperas.

Regálame tus secretos


Regálame tus secretos,
los que tienes escondidos allá,
detrás de la esperanza.
Enséñame los que tienes ocultos
en la sombra de tu corazón,
y yo te regalaré mi alma.

Concédeme la luna,
envuelta en tu sonrisa
y los mimos tibios
que florecen de tus fuertes manos
y despiertan la esencia íntima de mi ser.

Regálame tus secretos,
los más íntimos,
los que como en un ritual
te envuelven en ellos,
compartámoslos juntos
 aunque nos entretejan,
consumiéndonos en temblores,
 en una desgarradora verdad que nos ahoga.

Te amo,
perfil solo, nube gris, nimbo de olvido.
En el misterio de tus miradas,
 bajo la tormenta oscura de las palabras,
desde la tristeza o puñal de cada beso
 hasta la ira o la melancolía de tus caricias,
te sigo amando.

Regálame tus secretos
aunque no sea más que el pequeño
y yo te enviaré los míos,
los que en el recóndito rincón de mi alma,
te pertenecen
y te los haré llegar
como un relámpago
entre sueños de amaneceres,
atravesando la aurora
para que tú los descifres
en el sueño del horizonte
donde todo se olvida.

Y si tú los quieres,
irán hacia ti como un alarido
gimiente y doloroso
que llega de tan hondo
que han deshecho su quemante raudal,
desfallecientes para que tu alma los sienta.

Regálame tus secretos,
así estarán unidos a los míos
en nuestros corazones de agua y miel,
prisioneros de cascadas de sonrisas
como cadenas de flores suspendidas
en nuestros suspiros,
 en nuestro tiempo imaginario
donde rumorea una bandera de rosas.

Regálame tus secretos,
los guardaré en mi cofre de tesoros ocultos
con siete candados y llaves
que nadie encontrará,
estarán conmigo comulgando en silencio
el amor sin límites que siento por ti.

Y entre goces, placeres,
caricias que desgarran,
besos que dibujan
nuestros rostros temblorosos,
el amor nace, renace,
en cada instante
de este nuevo amanecer.

Regálame tus secretos,
los que no huyen a su guarida oscura,
los que trepan, sí,
por las paredes húmedas
para llenar mi alma
como en un juego
de risas y tristezas compartidas
como canta el río,
mojando las veredas  y empedrados
en la sed del silencio y el anhelo.

Mis palabras de amor,
más que mías son tuyas
y para que tú las oigas
son como cascabeles de cristal
 para tus manos suaves
como la seda,
van trepando despacio,
sin prisas
en mi viejo dolor
como las hiedras de no tenerte.

Ahora, conmigo, tú y tus susurros
que van tiñendo con tu amor mis poemas
porque todo mi mundo interior
lo ocupas tú,
todo lo ocupas,
fundiéndome en tu regazo
con tus secretos en mis labios.

Después…


Después de estar juntos,
mi vida cambió,
tu perfume lejano
perdido en tu ausencia,
satura el recuerdo
de nuestras noches de amor.

Flotan en el aire letras,
sílabas,
surgidas de una pluma mágica
que suenan
como dulce melodía
como escapadas
de mi alma
hojas frescas del adiós.

Después del letargo imprevisto,
impredecible,
que arrastra en sus alas
minutos y horas
 vividas ya lejanas,
 vivo hilando ilusiones
y sueños
para encontrar ese imposible
amor verdadero.

Debes marcharte
con tu gris ausente,
con tu piel de viento,
 con tus alas asfixiantes,
 con tu amor que ata.

Después
comenzaron los adioses,
lentos,
enredados,
sin explicaciones
ni tuyas ni mías,
adioses de lágrimas
y de cantos tristes
y riendo
y llorando
nos separamos una vez más
sobre el agua del adiós
de soledades insalvables,
 de distancias imperdonables.

No hay más nido,
 tú volaste,
fuiste un cuento,
 un sueño roto,
 un espejo sin reflejo
atormentado muñeco de papel,
seguiste tu sueño solitario.

Después
 la página en blanco
se tiñó con letras,
poemas,
frases,
surgidas de lo hondo de mi alma
que renace otra vez,
 despierto entre dulces músicas antiguas
 que suenan como fantasías de metal,
 como agua fresca de manantial.

Después
quisiste volver
pero no encontraste
lo que ayer dejaste,
ya otro amor
como gran alma mágica
tocó a mi corazón
y río
y canto,
soy feliz otra vez,
veo el horizonte
desde otros brazos
y cierro los ojos
y escucho rumores
 y caricias nuevas,
 tú ya eres
 tan sólo una voz lejana.

Después
ve tú donde quieras,
sigue,
si quieres creciendo,
yo ya tengo nuevas ansias,
nuevos latidos
que bailotean en mi alma,
 ya no existes,
 te siento
como una sombra.

Ahora vivo
 el momento más perfecto,
 tan sin par,
 tan verdadero,
tan único,
tan buscado,
 es la hora de soñar
 lo que anhelé por siempre,
exultante de pasión,
tan plena de deseo
de ser amada,
de ser acariciada
y besada,
regalándome vida.

Después
 encenderé la lámpara de las promesas
y del amor deseado
y mis labios
no estarán más solos
 ya que en delicias de besos
estarán impregnados,
besos presentidos
y deseados.

Después
 el fino aliento
de un querer apasionado,
de una entrega total
que sin querer
 brota
como un río de caricias.

Después…
todo,
vivir sin miedos,
 dudas ni llantos.