Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 31 de enero de 2015

Camino de sabiduría


Juego de besos


Juego de besos,
entre luces opacas y brillantes,
 rondan entre nosotros,
danzando, buscando la piel
que los espera anhelosa.
Nuestros labios se rozan,
 se tocan, palpitan,
prendidos a veces
 a restos de silencios.

El mundo seducido
por el canto del gran proyecto
 en el alma se nos ofrece,
nos da rosas, brisas, cielos, mares,
 con esperanza de que tú y yo
labremos nuestro gran amor.

Juego de besos, rápidos, leves,
a veces sin ruido,
a veces esquivos, otros profundos,
sumergiéndonos en hondas caricias
en un abismo de placer y gozo.

La dicha nos escoge,
 nos declara capaces
de creaciones alegres y felices,
nuestro proyecto de amor cantante,
 irresistible,
da embriaguez al alma,
no se labrará en los mármoles
ni con pétalos o sueños,
 se hará carne en nuestra carne.

Juego de besos,
nos zumban en nuestro mundo interior
como zumban las colmenas
en la estación de las flores,
 al sol de oro de la siesta.
El silencio azul del goce
nos inunda
y como etéreas alas descendemos
 por diáfanas escalas
a vivir a pleno este lenguaje
 de placer armonioso y sin fin.

Juego de besos,
 son mimos flotantes en el viento
y en la hora de recogimiento
 como brasas se encienden
entre arrumacos y abrazos cálidos
que con lentitud el placer despiertan.

Juego de besos, sorpresas y descubrimientos
de este amor nuevo,
llegan despacio,
sorteando lugares íntimos y secretos
en los que no llegan las palabras,
sólo las caricias,
 llevándonos a la sintonía de lo Divino.

Nutren nuestra sensibilidad
y nos conduce por senderos
 claros y puros
donde festejamos con júbilo
 este querer tan nuestro.
Juego de besos,
 nos entregamos,
nos damos mutuamente
 calidez, empatía, ternura, comprensión.

Cuando clarea, nuestro amor inquieto
se llena de gozos
 y los besos revolotean
 como las hojas amarillentas,
 doradas, del otoño cercano.

¡Vivimos amando!
Como ama cada gota de lluvia
 en la tierra seca
 que aguarda el suspiro,
en la danza incomparable
de un ensueño que sueña despierto.

Juego de besos,
como canto de pájaros,
revolotean sin cesar
al estar juntos, tú y yo,
como toque divino
suspendidos en el aire
como un bálsamo que calma.

¿Oyes al amor que se nos está ofreciendo
en flores, lluvias, aires cálidos y serenos?
Nos entregamos como dos seres unidos,
 viviendo abrazados entre nubes lejanas,
sintiendo en las palmas de nuestras manos,
en los labios,
la cálida huella del beso
 entre nuestros sueños
que nos empujan a la vida
desde dichas cumplidas ayer
 a dichas futuras
que nos llaman entre sueños trémulos,
derrochando alegrías,
agitando como trigales,
grandes campos de esperanza.

La espera


La espera,
con infinita calma y paciencia,
expectante,
te busco como a una flor,
no lejos de la noche,
mi cuerpo mudo se abre
a la delicada urgencia del rocío.

Hay en la espera, un rumor a lila,
rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol
con pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
 una tribu de palabras mutiladas,
 busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
 los funestos, los dueños del silencio.

La espera,
en ella he dado el salto de mí al alba,
 he dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.
Soy la silenciosa en el desierto,
la viajera con el vaso vacío,
 la sombra de mi sombra.

Sin desesperación ni ahogos,
sólo con penas profundas,
 te espero tan sólo por un minuto
de vida breve, único,
de ojos abiertos
que te ama en su mirar,
danzando de alegría entre flores pequeñas
como palabras sentidas y dulces.

La espera,
desnuda en el paraíso de mi memoria,
sin conocer el destino de mis visiones,
 tengo miedo de no saber nombrar
 lo que no existe.

Salto de estrella a estrella,
de sombra en sombra,
muero de muerte lejana,
la que ama al viento.

La espera,
 mi memoria iluminada
es como una galería
donde vaga la sombra de lo que espero.
No es verdad que vendrá.
No es verdad que no vendrá.

La espera,
 no quiero ir tras tu búsqueda
como sonámbula y transparente
en nuestro nido de hilos que tú dejaste
y ahora rígido sólo me danzo
y me lloro
con tus recuerdos
doblemente sufrida
en la memoria de aquí y de allá.
Y en la noche un espejo de cenizas
 como una visión lejana
refleja tu amado rostro,
en mi corazón de medianoche.

La espera interminable,
pasa lenta, con pausas dolorosas
y en un canto arrepentido,
vigía detrás de mis poemas,
 me amordaza, me quiebra,
me inunda de llantos largos.
La noche que fue de los dos,
se dispersó con la niebla
y quiero mirar tu rostro una vez más
 hasta que se aleje de mí
 el miedo
como un pájaro al borde filoso de la noche.

Pero el silencio sin ti es cierto
y por ello mis palabras vuelan en el aire
porque estoy sola y escribo.
No, no estoy sola,
hay alguien junto a mí que tiembla.
Delicia de perderse en la imagen presentida,
voy en busca de quien soy,
peregrina de mí,
 voy hacia la que duerme
en un país al viento.

Necesito decirte


Necesito decirte
no con palabras altisonantes
ni versos elocuentes,
sino con susurros
y tiernos cosquilleos
cuánto te estoy queriendo.

Necesito decirte
con mi corazón abierto
y palpitante de regocijos
el amor que ha comenzado a florecer
en mi alma
como rosas recién abiertas
en la mañana dorada por el sol.

Necesito decirte
que en algunos segundos
la duda me acosa,
me estremece,
no me deja creer
que lo que estamos viviendo
sea verdad y único.

Necesito decirte ternuras,
mil amores descubiertos hacia ti,
me he tornado
en la encarnada esencia del amor,
este sentimiento tiene suavidad
de pétalo y fuego de volcán.

Mi alma has cautivado
llenándome de lágrimas,
mis ojos anegados
de gotas de cristal.

Necesito decirte
que mi corazón alado
buscando un refugio en ti,
expresa sentimientos
que quieren aflorar.

Necesito decirte
que has dado a mis versos
ráfagas de nostalgias
y al llegar a mí,
recobrado de la distancia
y de la lejanía
aún por este breve instante,
vivir la emoción de tu proximidad,
vivir este breve momento
es culminar el éxtasis esperado.