Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 17 de diciembre de 2019

Manantial de amor


Vuelo del alma


Vuelo del alma,
frágil y etérea que se eleva vagando
inmersa y callada en el suave viento
dejando que vuele sin contar las horas.

Cómo céfiro suave duerme mi aura nívea
y en la luz del primer día
tanto tiempo esperado y tanto tiempo olvidado
mi alma voló como hálito fresco
entre sueños y risas,
danzando sorprendidas,
trenzando pasos leves.

Vuelo del alma,
en busca de la esperanza,
entre ardores de pasión y abrazos de amor.

La buscan los sauces temblorosos
llorando contra mi piel
y los rizados nenúfares suspiran a mi lado.

Vuelo del alma,
libre y solitaria,
que se va lejos,
muy lejos,
a los confines del mundo
buscando trasmutar la tristeza en felicidad
y encontrar los júbilos del mañana.

Y llegó de pronto entre su vuelo raudo,
un rayo con luz de fronda
que revoloteaba  con su alegría.

Mi alma toda estalló en risas,
tan suaves,
risas tan hermosas de cristales
desgranados que en claros trinos,
trémulos mis besos volando
fueron en la búsqueda del amor sin límites.

Vuelo del alma,
vuela alto,
muy alto,
no te quedes en el medio del camino,
porque allá,
adelante…
¡algo te espera!.

Vuelo del alma,
que me lleva entre fragancias místicas
de sueños a crear versos
que nacen de mis manos
en noches donde dibujaba en el cielo
mis alondras con alas y juegos,
mis ríos con sabor a secretos.

Vuelo del alma,
buscando en calma la luz  de tu mirada,
enrejadas sombras en mis noches,
durmiéndose la luna en el silencio
del firmamento azul del recuerdo.

Vuelo del alma que se esconde en el infinito,
se alarga como el mar cuando se esconde,
sin barcas ancladas en ningún puerto
y sin poemas guardados
con desvelos ni extraviados entre letras.

Esas donde encontré
por vez primera nitidez de las auroras,
extasiando la ausencia
para que el olvido no duela.

Vuelo del alma,
ve y busca el libro de añoranzas
y en odas de almanaques despiertos
guarda en el santuario los versos olvidados.

Conmigo Misma


Aquí estoy,
lejos de mi lar,
frente al mar,
conmigo misma,
sintiendo la esencia de mi ser
en mi espíritu que flota sobre las olas
entre nubes que se confunden
allá lejos en el horizonte
sin fin.

Conmigo misma,
percibiendo aromas,
murmullos,
pensamientos divagantes
que llegan del mas allá.

¡Sensación de ser dos voces
que vibran en mi interior azul
unidos por lazos estrechos
y entretejidos de recuerdo!

Vivir conmigo misma,
¡qué maravilla jubilosa
de sentirse entera!,
desnuda el alma,
inocente y limpia
como el mar intenso.

Soy la viajera que a solas
conmigo misma
busca esos instantes breves e intensos
de felicidad,
viaja con el corazón pleno de amor
y las sombras de amores
presentes y pasados.

Conmigo misma,
me llegan despacio a intervalos breves,
rumores de amor
de quien me está buscando en este presente,
en noches de espera.

Conmigo misma,
canto sin tristezas ni penas,
danzo y me sumerjo en el mar
que me llama sin palabras,
sólo con las olas que me llevan
a sus arenas profundas.

Conmigo misma expreso
en mi mundo interior
la verdad tan difícil de encontrar con palabras,
en frases y así puedo transmitir mis pensamientos
en bellezas por fin llevadas a mi interior
por mi mente y espíritu,
aflorados en un tiempo sin tiempos.

Conmigo misma,
la luz me inunda,
me fundo en mí,
en mi recinto sin misterios,
sin falsedades,
sin subterfugios,
y hallo el lugar donde mi alma
en paz canta y danza horas,
ligera y desnuda,
sin testigos,
ni pesares.

Conmigo misma,
en mi soledad,
no sola,
voy bordando una red
de recuerdos de vida
en forma de sonetos,
rimas, estrofas,
que envuelven el amor
que tengo para dar
y que en minutos preciosos
logro volcar en poemas de amor
en páginas que vuelan
vacilantes con el viento.

¿Porqué milagro aparecen esas poesías
nacidas de la nada,
cuando estoy conmigo misma?
¿Cuál es la razón de estos despertares
que me inundan de felicidad
y dan amor a mi alma?

Benditos momentos de inspiración
cuando la vida,
canta,
ríe,
llora y nos hace estremecer
en estos instantes de placer y paz.

Sin tu amor


Sin tu amor,
a pesar del tiempo
y aún en la distancia te escondes
en mi memoria
creando un continuo dolor.

Pienso en verte de nuevo,
sentirte a mi lado
y mientras más lo pienso,
más difícil es dejarte ir.

Sin tu amor,
a veces una sonrisa surge de mis labios
entre mil nostalgias de ti
y me quedo permanente con tu mirada,
con tus abrazos,
con la tibieza de tu boca sobre mis labios,
me quedo con el aroma de tu piel…

Y me quedé sin ti,
sin el aliento de tu voz,
sin caricias,
sin tu latido,
sin tu existir.

Sin tu amor,
parte de mí se fue contigo
porque viví en ti,
mi sonrisa,
mi ternura,
mis latidos y mi amor.

Mi vida sin tu amor
no es más que el tibio abrazo
que no volverá,
será la soledad de estar sin ti,
yo sin tu amor
no sé vivir
y me imaginaré que sigues aquí cerca,
a mi lado y regresa
la voz que ayer no quise dar.

Mañana…
dejaré de pensar en ti…
cuando estés allá
detrás de una frágil pared de vientos,
de cielos y de años.

Sin tu amor,
será la de un amante
con un roto corazón,
mi vida sin tu amor
es barco en altamar,
sin puerto, ni ilusión.

Sin tu amor
no es más que el invierno frío
de mi soledad,
en el silencio de la inmensidad,
un alma que no encuentra su lugar.

Mi vida sin tu amor
no es más que el tibio amor,
no es más que el tibio abrazo
que no volverá,
será la soledad de estar sin ti.

Yo sin tu amor,
no sé vivir.

Mi vida sin tu amor
es nube que se va,
tu adiós se la llevó.

Tu amor fue
mi consuelo en la tristeza,
serenidad,
reposo en la fatiga,
esperanza en la desesperación.

Sin tu amor
es estar dentro de la niebla,
no te veo,
no te siento,
no te tengo,
ya no más mundo de dos.