Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 24 de julio de 2018

Soledad compartida


El Fin


Siento agua en mis ojos y nueves de viento en mis manos.
Siento en mis pies enloquecidas alas y jilgueros de música en mi garganta,
siento que todo en mí  quiere volar.
Quiere ir a un arroyo rumoroso, quiere enredarse en un balcón de arrullos grises.
Y perfumes amarillos tipas y palomas.
Me atraen desde la distancia que es verde y es planicie pura,
me llevan en sus brazos de hojas frescas y de aguas de espejos cautivantes.
¡Al fin me ponen en los tuyos!
Me ahogan tus ramas de piel caliente.
Me sacude el elixir de tus caricias, cual sublime pájaro de fuego.
Quiero que aturdas todos mis sentido, quiero sentir un cerco,
que confunda mi cuerpo con tu carne me aliento con tu boca, mi piel con tus ojos,
de humo y de miedo son final.
Comúlgate conmigo, apaga el viento que delira.

“Es tu voz un bálsamo dulce
que me busca,
en oscura lejanía”

Lágrimas


Lágrimas saladas inundan un mar en mi pecho,
te has ido y no te encuentro
ni en un resquicio de este mundo
pequeño y frágil.
Estoy llorando espinas al amanecer,
cabalgando en vientos y huracanes, la lluvia golpeando mis mejillas,
sólo pensando en ti.
La piel de tu costado se me enciende sobre  el ojo cautivado,
de deseo y flota tu cintura sobre el agua,
que manan mis recónditos adentros.
De lágrimas de amor estoy sedienta de tanto que yo por ti concibo,
que me provocan un dolor tremendo al no verte,
en el amor que anhelo.
Lágrimas que angustian mi alma que una muestra de amor,
por ti clama, suplico
, por una huella que de ti añoro.
Tan de cristal y oro perfumado el aire que me cerca los ojos
lloroso,
que temo despertar en tus pupilas por no apoyar,
mis ojos en el aire.
Mis pestañas con gotas de agua rizan el viento y mueven el follaje.

“Enciendo velas
 donde el viento sacude
 negra soledad”

Regresas


Regresas, te veo llegar a prisa hacia mis brazos que estaban abandonados.
Regresas con deseos de que nuestro amor lleno de pasión,
inunde nuestras vidas.
Y mi mirada que lo hacia hacía el suelo se elevo con dulzura,
viéndote venir hacia mí, mis ojos desorbitándose de amor,
los que lloran debajo de tus pies.
Aplaudo alabanzas, sin arpas ni prodigios, bajo esta ceremonia de amor.
Miro la vida ahora con placer y alegría, estoy contigo, en tus brazos,
nuestros cuerpos juntos.
Tus caricias tiernas, dulces, me inundan de aroma de amor.
Ahora quiero vivir así siempre.
Como los días pasan a escondida y como el humo se pierden los años,
ahora de nuevo bailo, me levanto, giro a toda música vago por mis ojos.

“Una lagrima encendida limpia,
 una noche procaz”