Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 21 de febrero de 2016

Decepción


Suspiros en silencio


Suspiros que surgen en el silencio
desde lo hondo del alma,
parecen clamores de murmullos
elevándose al viento.

Surgen poemas, frases, ideas,
profusos versos con suspiros entrecortados
que desgranan mi amor hacia ti.

Yo intento siquiera emitir en silencio
 la historia en mares sin calma,
me despego tan solo
en suspiros al viento
aunque en esos suspiros
se vaya mi alma.

Me detengo un instante en este verso
y entro a través del cauce de mis palabras
 hacia el suspiro oculto en el silencio.

Dibujo tu paisaje al compás de un poema,
en él te acaricio y manifiesto,
una vez más que el dolor de quererte
es el fuego que me quema,
sin embargo, te quiero
sin querer renunciar.

Ya no tengo lenguaje para escribir poemas,
sólo me queda el suspirar en silencio,
en él he tratado de esconder el secreto
pues grande es el reto
por no saber dónde estás.

Los suspiros en silencio se extinguen
como acontece siempre
en cada paso al andar.

En mi amor te distingues
porque eres poesía
y aunque ya no te encuentre
en mis versos estarás
y mis suspiros en silencio
volarán hacia ti.
Suspiros en silencio,
 van despacio, leves,
como soplos alternos se entregan a ti,
al ritmo de tu vivir soñando.

Veo la estrofa
de que está hecho tu sueño,
la tienes en tu alma tendida
esperando los besos
que ya son tuyos
son el misterio en el alto silencio de la noche,
ya que un soñar mío
empieza al borde de tu cuerpo
y en él el tuyo siento.

Tú dormido, yo en vela,
hacíamos lo mismo,
no había que buscar tu sueño,
ya que era mi sueño, mis suspiros
 eran tuyos.

Suspiros en silencio,
entrecortados, diáfanos,
van hacia el aire entre murmullos de amor,
 respirando en tus caricias
y despertando entre tus recuerdos.

Mi corazón palpita y vibra
entre mis suspiros, en silencio
y mi alma se va con ellos
añorando tu ausencia.
Mis suspiros son de puro amor por ti.

Si los cielos iluminan
trasluces de paraíso,
 islas de color de edén,
es que en las horas sin luz,
sin suelo,
hemos anhelado el estar juntos los dos,
 sin palabras,
dejando como una gran estela de luz,
el amor detrás cuando cruza
por la noche eterna del mundo.

Suspiros en silencio,
me los ha llevado el viento
en la dulzura del alba
y buscándonos a tientas
con las bocas
que el vacío besaba
en prodigioso pacto
nos encontramos siempre.

Amor compartido


Amor compartido
¿Cómo podemos vivir compartiendo
nuestro amor sin esperar nada a cambio?
¿O tan solo instantes breves de felicidad
para luego sumergirnos
 en nuestra soledad íntima?

Amor compartido
¿Podemos recibir,
 tan solo una pizca de ternura
en fugaces instantes,
sin sonrojarnos o sentir culpa?
 ¿Por qué, como una marca de la vida,
 el amor traspasa mis umbrales,
hurgando la raíz de mis sentidos?

Amor compartido
¿Cómo hacer para olvidar
que tu amor no es todo mío,
 que muchas de tus miradas
no se encuentran con las mías,
que parte de ti
se haya en otro lar
y que no llegas a encontrarte
 con mi luz que te espera ansiosamente?

Amor compartido
¿Por qué llegar a sentir
que la felicidad de haber sido dos
 no se logra siendo uno?
¿Cómo lo ha logrado alguien,
portador de sueños mudos,
 germinados
 bajo el dulce sabor de besos húmedos
 que ya no se acercan,
sólo distantes llegan sus reflejos?

Amor compartido
¿Aceptado o no?
¿Cómo soslayar la infelicidad
que nos hace llegar
a libar de la tortura
 su crecida ira desatada
en la corriente de la vida?

Amor compartido
¿Cómo ascender por los peldaños del deseo
hasta alcanzar la cumbre
de tu nombre en un grito sólo,
desgarrador y único
sin morir en el dolor y su agonía
 logrando la paz y bonanza?

Amor compartido
¿Podré estar ya siempre
 pensando en tus labios,
en tu voz, en tu cuerpo,
que yo misma te arranqué
para poder, ya sin ellos quererte?

Amor compartido
¿Por qué este afán mío
de hacer posible lo que tú no serás nunca:
mi amor entero y único?
¿Podré vivir sin tenerte a mi lado,
 en tu cuerpo todo mío
o es sólo el gran deseo inútil
de tenerte conmigo, a mi lado,
 en todo lo que haces, verdadero, visible?

Amor compartido
¿Te seguiré esperando por siempre,
con mi corazón de poeta,
después de volar por todo el universo,
regresando con las flores inmortales
que dejaré caer en tu regazo
 en presencias de lo imposible,
 de tu querer vivir conmigo, siempre?

Amor compartido
¿Te encontraré entre las dudas inciertas,
calando en lo más hondo
para ver si, al fin,
estabas entre la angustia desgarradora,
 hiriéndome sin dolor, sólo por señas
y sentir que me perdiste
en las últimas tinieblas del olvido?

Sé que estarás en las cimas de mis besos,
sin dudas y sin mañanas,
en el vértice puro de la alegría alta,
entre júbilos y risas,
 por placeres y gozos,
 apuntando el aire nuestro.

Me extrañas


Me extrañas sin conocerme,
 sólo nuestras palabras
nos unen,
palabras viejas
como el mundo
que se llenan de alas
 y campanas
y suenan nuevas,
nuevas por completo
 porque han sido pulidas
y lustradas por la ternura,
la dicha de habernos encontrado
en un instante especial
y único
que nos cubre,
que nos rebasa,
que nos estremece.

Me extrañas,
dulces palabras
que se vuelven únicas
como por milagro
 y nos dejan suspendidos
en un momento de felicidad.

Tú y yo,
desde la distancia
somos pobladores
de la maravilla de extrañarnos
sin habernos visto nunca,
¿te das cuenta?.
Somos una canción,
dos aves en vuelo,
dos estrellas
de una constelación de amor.

Ya nunca seremos dos extraños,
porque tanto tú como yo
 tenemos en nuestras almas
nuestros nombres
unidos
por una invisible cadena
¡qué milagro!.

Tú no sabes,
 solitario sacramento del nombrar
que cuando te nombro,
te pienso
y el todo que nos separa
nos acerca.
Me extrañas
porque somos un amanecer,
 la llegada del sol
y del verano
 en una lluviosa tarde.

Me extrañas
y más me extrañarás
cuando tus manos
se posen en las mías
y tu beso encienda
esta cabeza mía
que caerá
como un fruto dorado
sobre tu pecho.

Porque eso es vivir…
 ¡vivir es renovarse cada día!,
 es extrañar
 sin saber por qué
a alguien que se cruzó raudamente
por tu vida
sin remotamente esperarlo,
dejándose caer
en tu camino,
 iluminando
creo otras luces,
generando expectativas nuevas
y curiosas
como una gracia
un poco endeble
pero arrobadora
como una flor nueva.

Me extrañas,
ser que entiende,
comprende,
siente,
en mis prosas de amor
lo que éstas guardan:
 temblores,
ansiedades,
emociones,
ese perfecto deseo de amar
y ser amada,
de esa realidad de amor
que nos hace inmensamente felices
y volátiles,
levitando ambos
 en ese otro espacio
donde sólo tú y yo
lo recorremos.

Me extrañas,
hablamos
 y nuestras voces se unen,
 se suspenden
en el aire como para volar.

Que extraño lo nuestro…
 cada vez que hablamos
parece que algo profundo
nos acerca,
algo con magia,
duendes,
hadas
que nos entrelazan
con hilos intangibles
que no se desatarán
nunca más.

Me extrañas,
te extraño
y la espera de encontrarnos
se hace larga,
quiero compartir contigo
sueños,
 penas,
alegrías,
canciones,
música.
Ser los dos
 la savia de un árbol,
las alas del alma,
el color del agua,
 las estrellas
en el fondo de los ojos,
la locura
en el pensamiento,
el calor de la piel.

Dejar que el amor
 nos inunde
sin miedos
y sin temores.