Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 22 de agosto de 2019

Desamparada


Entre Flores Y Aromas


Entre flores y aromas
he abierto las ventanas de mi alma
para que tú navegues
entre mis flores.

Hoy mi vida huele a manzanas
y a frescura de naranjas
recién cortadas,
creo que desde siempre te amé
más que a cualquier cosa que yo amaba.

¿Es tu amor?
¿Es tu piel?
¿Es tu nombre?
Eres tú amor,
el que todo el tiempo me acompañas.
El aroma de flores vive en mi corazón,
con suavidad, fortaleza,
florece dejando un sabor dulce
 abriéndolo con delicados pétalos.

Los suspiros por ti,
llevan aire de aroma.
Aroma de flores esparcidas de mil colores,
colores de diferentes rosas, alelíes,
tulipanes, girasoles,
que hacen de tu rostro un idioma,
idioma que de mis letras
las escribo para ti
 como los mejores tulipanes
 tempraneros y en flor.

Entre flores y aromas te amo,
 entre esplendores que iluminan
 las noches románticas de pasión.
Hoy escribo letras
en cada pétalo de flores,
 escribo poemas, prosas, versos
 y a él se los dedico,
a mi inspiración
 que hace de mis versos rosas perfumadas
salpicando mis poemas
con dulce miradas y tiernos besos de amor.

Nos rodean aromas, flores y velas,
 estamos unidos a la tenue luz
que brilla sombreando
nuestros cuerpos en éxtasis de amor.
Son las flores manantiales de sueños
y de ilusiones y de sus tallos
vemos florecer nuestros corazones.

Las prosas poéticas
que mi numen me inspira
van en busca de las flores,
los frutos, los aromas y sabores,
van para no volver
o para volver con ellos.

Unos van a los jardines,
otros al nido de amor cálido y latiente,
 el perfume y el color
misteriosamente los elevan
 por cielos azules y claros
 hacia el amor que los espera
entre mil frutas y aromas dulces.
Un pájaro y una flor,
 un jilguero y una rosa,
habitan en lo interior del ideal del poeta.

Entre flores y aromas
 vivimos tú y yo
y las prosas poéticas de nuestro amor
nos envuelven con ímpetu alado
y nos ascienden
entre nubes de algodón
 desde el paraíso florecido,
 entre risas y lloros en flor.

El perfume y el color
 misteriosamente elevan
nuestras almas de poetas
cruzando el éter
para beber luz en las estrellas,
dormitando en el silencio blanco
de la luna llena.
Volamos juntos
 al espacio entre flores y aromas,
 con las alas de todas nuestras canciones
irradiando ilusiones por doquier,
ebrios de luz
 como una estrella errante…

Te recuerdo


Te recuerdo
(cuando en las noches estrelladas y brillantes
y la luz de la luna baña de plata
 las aguas tranquilas del agua,
 te pienso).
Te recuerdo.

Te añoro
(tu perfil desdibujado
bajo la pálida luz de la aurora
viene en mi búsqueda con ansias locas).
Te recuerdo.

Te añoro
(evoco los instantes preciosos
pasado juntos, muy juntos,
 en silencios prolongados y profundos,
entre suspiros de amor
y besos apasionados).

Te recuerdo.
Te añoro
(eres el ser que mi nostalgia despierta,
mi esperanza renovada,
quisiera cercar tu aroma con mis manos
y la dulce potencia de tus brazos).

Te recuerdo.
Te añoro
(tus cantares son con sones armonizados
siguen persiguiéndome sin descanso
y tus notas suben
al igual que ayer en numerosos acordes
y son para mí tu regalo).

Te recuerdo.
Te añoro
(todo sonido en eco tuyo
me lo convierte en alma que te espera,
y tus pasos se sienten siempre
de estar viniendo por la ausencia).

Te recuerdo.
Te añoro
(tengo miedo de no poder encontrarte,
de que mis besos se pierdan
en otro cielo
como el amor que vive de ola en ola).

Te recuerdo.
Te añoro
(perdida voy en las tardes
por siempre en tu embeleso
sin sentir el cercado de tus ramas,
ni ver tu fuego que en los fuegos arde).

Te recuerdo.
Te añoro
(te llamo hasta quebrar mi voz
en cristales translúcidos,
por eso sangra mi corazón
y me derramo entre lágrimas y sollozos).

Te recuerdo.
Te añoro
(dame mi libertad,
no quiero tu fatiga,
quiero sentirte como se siente el agua,
hermosa, libre y límpida
entre tu libre albedrío y el mío).

Te recuerdo.
Te añoro
(busco tu imagen en mi cuerpo
con el frescor de la creación primera
en las densas ondas de la noche,
con afán de encontrar la luz primera).

Te recuerdo.
Te añoro
(así te hallé, sin muros ni rejas,
entre luceros y luces fugaces,
 como manojo de iluminado amor,
el que te ofrendaba,
al día que alboreaba
cuando ganaba la aurora sus matices).

Te recuerdo.
Te añoro
(quiero fundir mi figura con tu bronce,
andar entre los peldaños del deseo,
hasta alcanzar la cumbre de tu nombre).

Te recuerdo.
Te añoro.
Llévame con mi recuerdo,
mis manos a tu pecho, amor,
que desnudándome caminos
sobre el muro que cerca mi silencio,
siente mis besos en tu frente
para que de mis labios surja el verso
que encienda la sangre en tus venas
y me sientas pegada a tu cuerpo
apareciendo mi nombre en tu cielo.

Recomenzar


Recomenzar,
reiniciar mi vida
dando una nueva oportunidad
a mí misma,
renovando las esperanzas
 en la vida
y lo más importante,
 creer en mí
nuevamente
planteándome nuevos desafíos.

Mi corazón se está despejando,
 pronto para la vida
en procura de un nuevo amor
ya que nosotros
 somos el Amor
y siempre
seremos capaces
de amar
muchas y muchas veces.

Recomenzar con alegría,
ante ligerísimas tentativas
de altas quejas de espuma
dando al aire sol y viento,
deseos que se alzan al más allá
 de un ansia
que se muere
en mil cristales.

Recomenzar
entre blancuras
que logran entenderse,
amores que se inician
en las mañanas dulces del estío
estrenando nuevos idilios.

Reanudar la vida
como resurrección de mares plácidos
y tranquilos
entre querencias muy antiguas,
sin esperar ni soñar
que todo dura
como mármol erguido
y eterno
 porque desfallece
en una u otra orilla.

Recomenzar
 retomando de entre tantos fracasos,
 los infinitos deseos
de salvarnos
dejando en el olvido
las cien,
 las mil,
las incontables figuras
cristalinas
que se evaden ligeras
por nuestras fuerzas interiores
que nos llevan
a volver a este presente
que Hoy vivo
entre juegos de raudo amor
colmando mi alma
de asombros milagrosos.

Recomenzar frente a mi
 liso espejo de vida,
 amaneciendo serenamente,
entre el bienestar tibio
de estar conmigo misma
es como si estuviese
ya en lo sumo,
en lo perfecto.

Y surgen nuevos poemas,
 prosas de amor bajadas
de altas cimas,
vienen desde lejos,
desde adentro de mi alma,
 hay algo que me pide
que siga con mis frases,
 despacito
y sin prisa
y por mi piel vuelven
y corren
 tibios presentimientos
que las plumas finas del aire
ya cubren de ideas nuevas
 mis papeles ansiosos
de que recomiencen
y se alumbren los nuevos intentos.

Recomenzar
entre ocurrencias no fugaces,
 sí con chispas
que brillen en el cielo
y entre curvas
y más curvas
se reinicia mi vida,
dibujando mi anhelo
 en la luz del alba,
multiplicando amplios destellos,
encendiendo de amor mi mundo.

Recomenzar
 cantando loas a la vida
mientras mi lira la aclama,
canto a lo grande
porque va dentro de mi
y mi corazón
en las alturas ama.

Siempre
tendré desde ahora
en mi laúd
cantares,
sin desdichas ni pesares
y en el rosal de mi cariño,
jazmines,
azucenas,
alelíes,
maravillas
de mi jardín entero.

Recomenzar
 las alas de mi numen
que me llevan con su amor
a expresar mi dicha
honda
brillando en el fondo de mis noches
mis versos de amor
soñados
que flotaban en mi derredor
como nubes de perfume.

Recomenzar
con monosílabos tan sólo,
entre luces,
sombras y silencios,
como fugitivas centellas
rebotando en sus reflejos.