Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 6 de octubre de 2019

El mar y tu


Y sueño


Y sueño,
en las noches estrelladas,
en los amaneceres de amor,
en las tardes somnolientas
y en tu llegada.

¿Cuál es la razón de tu ausencia?
¿Dónde está tu nido?
¿No sientes ya
que el viento que te hago llegar
se hace música?

Alzo mi mirada muy profunda
que la siento como algo que no es mío,
buscándote por el aire de cristal.

Y sueño,
porque encendiste mi alma
en un arder que no termina
y entre susurros suplicantes
y vientos de rezos
te pido regreses a mí,
a mi calor,
a mi ternura.

Mis pensamientos giran libres
pensando en ti,
que todo me afecta,
tan íntimos,
que tienen una lágrima
para cada instante
en que te recuerdo.

Y sueño,
sin ti no puedo vivir,
antes de ti la ausencia,
la soledad,
la angustia,
los silencios.
Tú sabes que te sueño,
que te espero
¡ven a mí amor!

Mi vida va siguiendo tu rumbo,
sin ti perdida me siento en mi camino
si tú no caminas junto a mí
tanto hemos recorrido
que mis pasos me llevan hacia dónde estás.

Y sueño,
viajando por la profundidad
de los mares de mi alma
y sólo encuentro en las olas
yendo a tu destino,
no puedo seguir sola en mi recorrido,
se hace eterno mi camino.

Y sueño,
porque me falta el apoyo de tu alma,
el latir de tu corazón,
la luz de tus ojos,
tu mano que lleve la mía.

La espera me desespera en la soledad
y vacío del no sentir
tu cuerpo cerca del mío.

No tardes,
tu ida me dejó amargos sabores,
lejos de todo lo que me rodea,
me centré en tu recuerdo,
en tus besos en tu compañía
tan sutil en mis días.

Y sueño,
ansiosa y me tranquilizo
leyendo las prosas
que has escrito para mí
al hacerlo me siento feliz,
siento dentro mío
la dicha de darme cuenta
cuanto me valoras.

Y sueño,
porque eres la inspiración
que nace en mí,
día tras día y no me abandona,
eres la alegría que se vuelve sonrisa,
eres brisa fresca
que me acaricia la piel
cada mañana al despertar.

Y sueño,
mi melancolía se desvanece,
porque te siento ya,
más cerca de mí,
aunque en sueños sólo sea…

Soñando despierta


Soñándote despierta,
te añoro,
te extraño,
te quiero en mi mundo mágico
y en el real.

En el sueño
los seres se desnudan íntegramente,
no hay sonrisas falsas,
gestos ocultando las intenciones
y si pudiera gritar,
las palabras
serían testamentos de versos de amor
para repetir,
libres de mentiras,
la hazaña del día y el amor
que tú despiertas
en cada poro de mi piel.

Te sueño bajo un manto de oropeles,
de luces titilantes junto a mí.
Pongo mi mano,
humildemente estremecida
sobre tus rodillas
y mi cabeza se posa en tu pecho
escuchando el latir armonioso
de tu tierno corazón.

Soñándote despierta,
abrazada a ti,
sin preguntarte nada,
de miedo de que no sea verdad
que tú vives y me quieres.

Y estoy abrazada a ti
sin mirar y si tocarte,
no vaya a ser
que descubra con preguntas,
con caricias,
esta soledad inmensa
de quererte sólo yo.

Soñándote despierta,
veo a mi lado tu cuerpo,
tu beso,
tu abrazo frenético
buscando su realidad en mí
como un puro y mágico milagro.

Soy tu desnuda Venus cierta,
entre auroras seguras
que se gana a sí misma queriéndote.

Soñándote despierta,
¡de tan cerca y de tan lejos!
Y pienso en ti feliz
entre pámpanos de luz.
Soñándote despierta,
sobre tu corazón entregado a la vida
y sobre el río inquieto
de tus pies y manos.

Y soñando alguna vez diré que sí,
que no,
respuestas de azar y de milagro
a preguntas que ignoro,
que no veo,
que no sé
y cuando me despierto
ellas se esconden,
ya invisibles,
se apagan,
se van.

Soñándote despierta
¡qué paseo de noche
por la playa iluminando la luna
el mar que fosforece
con tu ausencia a mi lado!.

Me acompaña el sentir
que no vienes conmigo
pero que piensas en mí
y eso da calor al alma,
reconforta el corazón.

Los espejos,
el agua,
se creen que voy sola,
se lo creen los ojos,
sirenas de los cielos plenos
de estrellas titilantes
pero en mi mano
yo llevo estrechada la tuya,
cálida, tierna,
que palpita en la mía.

Soñándote despierta
estrecho tu cuerpo junto al mío
y siento que tengo contra mi pecho
un palpitar sin tacto,
cerca, muy cerca,
de estrella fugaz
que viene de otra vida.

Soñándote despierta
escribo para ti mis versos de amor
escritos con notas musicales
que vuelan ingrávidos por el aire
hacia un mundo nuevo,
el nuestro.

Herida de amor


Escuchemos juntos
una dulce melodía,
armoniosa que nos permita
danzar juntos con ansias
de seguir viviendo el hoy
hacia un futuro pleno de promesas.

Herida de amor,
mis pasos te seguirán buscando
como visiones de sones acompasados
y correré a regiones ignotas
en un pentagrama vacío que busca
y no encuentra sus notas
que en lejanías se esconden
y se guarecen
en frondas de tupidos follajes.

No lo entiendo,
no logro entender
como se puede herir de esta manera,
¿por qué después del sol radiante,
la fría noche se hizo eterna?
y él, en quien creí,
estalló como una copa
de fino cristal en mil pedazos
que impregnaron el aire
en un vacío irrecuperable.

Ciertamente prefiero
lo que parece ser amor
y dejarme cegar con tu infinita
luz que me consume.

Herida de amor,
cuando escucho tu voz
y mi corazón lleno de lamentos
comienza a golpear
aceleradamente mi pecho.

Quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado
para acompañarte y apoyarte.
Cuantas más piedras
te arrojen más alto
haré mi pedestal de gloria para ti.
Lo importante es levantarse
¡fuerza!

¿Por qué siento que mi mundo
está apartado entre soledad
de soledades
entre mil noches sin lunas?

Herida de amor,
la lluvia desgrana
el gris de tu mirada,
mi angustia se prende
en cada gota agonizante.

Herida de amor,
tú me regalas el recuerdo de tus ojos,
plomizos y aleteantes.
Eres el fino aliento de la aurora
y un abrazo de sentimientos mansos.

Herida de amor,
eres en mis días de tormenta,
claridad que perfora nubes.

Herida de amor,
eres la placidez del agua
que en mi piel revolotea
y mi sangre te llama
y te siento mío para siempre.

Corazón con alas de ciudad.
Voz de horizonte y de queja solitaria.
Ojos de jacarandá
madurados en la nostalgia.

Herida de amor,
no quiero que el sol me despierte,
quiero seguir soñando contigo,
tu recuerdo y tu figura
las tengo en mis ojos,
clavadas como dos luceros,
te tengo a ti en mi alma
y prendido en mi corazón.