Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 13 de abril de 2013

Las calles del miedo


Hálito de brisa


Hálito de brisa, no soy más que un soplo de nada,  no soy más que nadie, sólo aliento de energía.
Hálito de brisa, no soy nada, soy el todo que desgrana mieles y amores por el azul cielo como bailan los paladines, danzarines sin fin.
Hálito de brisa, en mi retiro de nubes con leves vahos duerme el aura, en su nido de seda y tul, el aura que como soplo alegre y suave se torna brillante y puro en la nada y en el todo.
No soy nadie, sólo hálito de brisa y cuando el aliento levanta sus alas corre de flor en flor llamando como una exhalación a los frutos en sazón.
¡Oh, el aura quinta esencia del amor!
Por el rocío enjugada la brisa se hunde en el albor y perfumada e inexpugnable se eleva la ventisca e invade, duerme y apacigua al que duerme sin amor.
Hálito de brisa que vuelvo a hallar, es el mar mezclado con el sol pese a la noche solitaria y al día pleno de fulgor.
No soy nada, soy el todo, voy con el hálito de brisa en pos del amor, en las aguas profundas que acunan las estrellas flotando como un gran lirio lentamente envuelta en mil velos de tul.
Hálito de brisa, como fantasma blanco recorro los bosques lejanos murmurando tonadas en el aire nocturno y el viento cual corola de azahares me acaricia y despliega, acunándome, su velamen azul.
Hálito de brisa, salgo de un nido del que surge el temblor del amor.
Un canto en ecos misteriosos, cae del cielo oscuro entre laberintos tenebrosos que en instantes se torna brillante y puro al alcanzar el amor.
¡Que sueño de cielo, albores, aura y amores!
En las noches estrelladas floto como un gran lis, entre flores, vuelos y ventiscas suaves.
No soy nada, soy el todo, el mundo tiene sed de amor y con esplendores de luces se va con la triunfal aurora.

Vigilia de mis noches


Vigilia de mis noches, una eterna velada, vuelta al plenilunio en mi silencio he escrito cartas de amor.
Nunca me había sentido tan aferrada a la vida tendida junto a ti, mi amado ausente.
Vigilia de mis noches, cercanía de cuerpos y espíritus, viajamos próximos, nuestras manos se cruzan por el aire y dejan vorágines de amor en la creación.
Sin palabras, nuestras voces se entrecruzan en el infinito.
Vigilia de mis noches, eres la armonía de tu canción de amor y llevas mi alma en un vaivén sin fin a rodar sobre el eje de mi mente por no poder dejar de pensar en ti.
Escribo mis poemas de amor y dentro de cada letra que te busca, mi pensamiento sin desvelos no sabiéndolo va hacia ti.
¡Quiero estar a tu lado! ¡Yo, nada más! ¡Nada más yo!, amando el blanco mármol de tu frente, besando tus manos pálidas y buscando el amparo de tu pecho.
Vigilia de mis noches, buscaré tu figura en los ríos del tiempo para llevarla lejos a la tierra de nadie. ¿Llegan a ti las voces de mi alma?
Vigilia de mis noches, respirabas en mí, en mí, pero muy dentro, como los tiernos brotes de una planta pequeña.
El aire de tu vaho llegaba al pensamiento dándole vida al canto del pájaro que sueña.
Vigilia de mis noches, me sujetas las manos he impides que me derrumbe y no dejas que mis ojos cansados por el peso del tiempo armen espejismos pequeños.
Estás en vela siempre, me cuidas, me proteges, me envuelves en embrujos de prismas para que nada ni nadie me deje olvidada en el reino de los versos.
Vigilia de mis noches, desvelo de mis días quieres que mis minutos se hagan más anchos y estiras el tiempo en retoños pequeños para que nada me hiera, ni el más distante dolor.
Y por ti entre nosotros dos…surgió la densa nube que separa la noche de radiante mañana y nuestra cercanía creció deprisa dejándonos unidos por fin entre luces inocentes y conjuros de pájaros trinando al aire puro de una tierra nueva y nuestra.

Experiencia vivida


Experiencia vivida, en el Hoy, entre visiones plácidas la vida nos lleva a una existencia que es lucha pero sin sombras, es pasión, es ternura, todo lo amado que al pasar no se olvida, es fuente de ilusiones.
La vida en el minuto que la vivamos es fiesta, es calor, es movimiento, es amor, es gozar los momentos preciosos con sutil encantamiento.
Experiencia vivida en la que junté sílabas dulces como el sabor de un beso, bordé frases de oro, les dí música de alas como de mandolinas que un laúd acompaña,
Dejé en una luz vaga las hondas lejanías llenas de nieblas húmedas y de melancolías, y por el fondo oscuro, cruzan raudas y veloces las risas, como en una mundana fiesta, ágiles máscaras al compás de la orquesta.
Experiencia vivida en el minuto del hoy que ya ha quedado en el ayer, vivámoslo intensamente, vibrando en ese instante la maravilla de lo que nos rodea.
De las experiencias vividas uno no se olvida, son parte de la vida, son parte del recuerdo.
Porque recordar es parte de vivir, no significa que se viva del recuerdo. Es el recuerdo quien alimenta nuestra vida para una mejor experiencia.
Experiencia vivida, en un rincón del tiempo oloroso a jazmines y a maderas de sándalo, en un lago de sueños que bordean los arbustos donde duermen los pájaros.
Experiencia vivida, entre los dos brillaba una luz inmarcesible y alta que nos llevaba a las estrellas fugaces de la noche para colgar nuestros deseos entre sus destellos blancos.
Experiencia vivida, vibraba en nuestra carne la música del viento y nuestro amor era un nido completamente ajeno a todo lo que vive y a todo lo que ya no existe.
Experiencia vivida, tú y yo somos uno, entre nubes que el poniente fragua por nuestro amor, otro cielo rosado y azul oscuro en los espejos trémulos del agua, se refleja como un cristal irisado de magia.
Experiencia vivida, camino que cruzamos sin intentar buscarlo, porque al menor descuido a nuestro encuentro vendrá.
Inadvertidamente vivimos el Hoy, experiencia de vida que por quererlo el destino me llevó hacia ti, y mi noche se lleno de luz de claros días vagando por los sueños sin escaramuzas ni ruidos que perturben mi alma.