Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 17 de marzo de 2020

La luz en tu mirada


Regálame tus secretos


Regálame tus secretos,
los que tienes escondidos allá,
detrás de la esperanza.
Enséñame los que tienes ocultos
en la sombra de tu corazón,
y yo te regalaré mi alma.

Concédeme la luna,
envuelta en tu sonrisa
y los mimos tibios
que florecen de tus fuertes manos
y despiertan la esencia íntima de mi ser.

Regálame tus secretos,
los más íntimos,
los que como en un ritual
te envuelven en ellos,
compartámoslos juntos
 aunque nos entretejan,
consumiéndonos en temblores,
 en una desgarradora verdad que nos ahoga.

Te amo,
perfil solo, nube gris, nimbo de olvido.
En el misterio de tus miradas,
 bajo la tormenta oscura de las palabras,
desde la tristeza o puñal de cada beso
 hasta la ira o la melancolía de tus caricias,
te sigo amando.

Regálame tus secretos
aunque no sea más que el pequeño
y yo te enviaré los míos,
los que en el recóndito rincón de mi alma,
te pertenecen
y te los haré llegar
como un relámpago
entre sueños de amaneceres,
atravesando la aurora
para que tú los descifres
en el sueño del horizonte
donde todo se olvida.

Y si tú los quieres,
irán hacia ti como un alarido
gimiente y doloroso
que llega de tan hondo
que han deshecho su quemante raudal,
desfallecientes para que tu alma los sienta.

Regálame tus secretos,
así estarán unidos a los míos
en nuestros corazones de agua y miel,
prisioneros de cascadas de sonrisas
como cadenas de flores suspendidas
en nuestros suspiros,
 en nuestro tiempo imaginario
donde rumorea una bandera de rosas.

Regálame tus secretos,
los guardaré en mi cofre de tesoros ocultos
con siete candados y llaves
que nadie encontrará,
estarán conmigo comulgando en silencio
el amor sin límites que siento por ti.

Y entre goces, placeres,
caricias que desgarran,
besos que dibujan
nuestros rostros temblorosos,
el amor nace, renace,
en cada instante
de este nuevo amanecer.

Regálame tus secretos,
los que no huyen a su guarida oscura,
los que trepan, sí,
por las paredes húmedas
para llenar mi alma
como en un juego
de risas y tristezas compartidas
como canta el río,
mojando las veredas  y empedrados
en la sed del silencio y el anhelo.

Mis palabras de amor,
más que mías son tuyas
y para que tú las oigas
son como cascabeles de cristal
 para tus manos suaves
como la seda,
van trepando despacio,
sin prisas
en mi viejo dolor
como las hiedras de no tenerte.

Ahora, conmigo, tú y tus susurros
que van tiñendo con tu amor mis poemas
porque todo mi mundo interior
lo ocupas tú,
todo lo ocupas,
fundiéndome en tu regazo
con tus secretos en mis labios.

Amor en vuelo


Amor en vuelo,
extendiste tus alas emplumadas
de seda áurea
y comenzaste tu búsqueda
desde las altas cimas
tratando de encontrar el amor,
el verdadero, el sentido, el profundo.

Avanza por los cielos,
acortas distancias,
viajas con el viento en total silencio,
a veces cantas canciones de ensueño,
 brotan de tu alma poemas
dejando puertas abiertas
para que yo entre en tu corazón
de almizcles y dulces.

Amor en vuelo,
te busco en el horizonte grave,
oteo distancias para encontrarte
y así abrazados
guarecernos en nuestra cueva de amor.

Prometo no esconder mis alas,
con ellas cubriré tu cuerpo amado
haciendo un nido cálido
y pleno de amor.
Nos encontramos
en las cimas del beso
sin dudas y sin mañanas.

En el vértice puro de la alegría alta,
 multiplicando júbilos por júbilos,
 por risas, por placeres.
Apuntando en el aire las cifras fabulosas,
sin peso de tu dicha.
Amor en vuelo, a ti se llega por ti.

Te espero.
Yo sí que sé donde estoy,
mi lugar, mi lar de por vida,
pero no sé donde estuve contigo,
allí me llevaste tú,
eres de otro mundo
y en tu devenir e ir me buscas
con febril ansiedad
y me depositas sin yo mirar nada
ni aprender el camino,
sólo estar contigo,
mi andar es el tuyo
y cuando tú partas otra vez
¿Qué puedo hacer yo
sin tan sólo verte partir?
¡Qué desterrada, qué ausente,
es estar donde uno está sólo!.

No quiero cielos nuevos,
yo quiero estar donde estuve contigo,
volver a tus brazos.
Amor en vuelo
y mientras no vengas tú
en mi búsqueda
yo me quedaré en la orilla de los vuelos,
de los sueños, de las estelas, inmóvil.

Porque sé que donde estuve,
ni alas ni ruedas ni velas, llevan.
Todavía van extraviadas
porque sé que donde estuve,
sólo se va contigo.

Sola en mis noches
escribiré para ti mis versos,
los compilaré quizás
 en un libro que tú nunca leerás
 porque no llegará a tus manos.
Cuando repaso algunas de mis estrofas,
el corazón se asombra
de tanto amor que ofrece,
las quiero por ingenuas,
piensan que vuelan
solo porque mi frente rozan
sus alas de mirlo.

Las quiero por audaces,
vuelan altos,
yo sé que en sus anhelos hay horizontes
para los mundos y los cielos.

¡Llevan todas mis ilusiones,
volando como insecto de luz 
en sus canciones!
Amor en vuelo,
búscame siempre como alma sonora
de armonía de flotantes alas,
tráeme silencio azul
en tus etéreas alas
que descienden hacia mí
por diáfanas escalas
entre ecos halagadores
y música de ritmo sin fin
entre inspiración única y sagrada.

La esencia de tu ser


La esencia de tu ser bien oculta
 en el rojo silencio de tus ríos interiores
duerme tu espíritu en una fugaz luz,
estalla en la mañana
como amor retenida en pimpollo.

Mi alma, cercada de tinieblas,
al infinito se alarga
 cuando tú como bálsamo tenue
me haces perder el miedo
en tus brazos que me estrechan
 poderosos y frágiles
con la fuerza de tu amor,
plena magia
que suena como dulce melodía.

La esencia de tu ser me inunda
cual hiedra de amor,
con tu sangre vibrante
que forma raíces profundas y enlazadas
en mi mundo interior.

Naciste como perfil modelado
en blanda cera en los duros biseles del silencio,
estás inmóvil como águila en espera,
con el calor de tus hombros
enlazo la cima de los cielos con la tierra.

No se cuando empezamos a conocernos,
cada mañana nos empezamos a encontrar,
cada nuevo beso es para mí,
mi primer beso,
mi verso debía decirte
lo que para mí has sido,
tú tenías la palabra exacta
con ternuras compartidas.

La esencia de tu ser,
 mi corazón palpita deseoso
de poder llegar a tenerte en mis brazos,
sentir tu sutil aroma,
con el solo anhelo
de llegar a reflejar tus ojos en lo míos
 haciendo que mi alma se sumerja
en un éxtasis infinito.

Así esta pequeña ideología tuya
provoca en mí los sentimientos más profundos
ideando tu figura
mientras nuestros corazones
siguen bebiendo de la misma fuente
como en la hora tiernísima del juego
y de la leyenda,
regalándome primaveras inagotables de tu alma.

La esencia de tu ser,
esa materia que se presenta
como un himno favorito
entre notas que suben en números acordes
de tu pecho a mi oído
y despiertan una viola celeste
 llevándome al cielo como las alas de un ángel,
armonizando su son con tus cantares y tus risas.

Siempre amparándome en tu ser
 y se asoman a mi pecho tus sentidos,
temblando mi cuerpo
al sentirte cerca de mí.
La esencia de tu ser,
 principio de un amor sin tregua,
así voy por veredas de la tarde perdida
para siempre en tu embeleso.

Mi rostro feliz,
mis brazos libres,
recorriendo mis sentidos sin orillas,
vuelvo a tu boca olorosa,
quedándome en el deseo creciente de las aguas,
 jugando con tus sueños y mis anhelos.

La esencia de tu ser,
es mi paz intacta
del manantial de mi dicha.