Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 15 de mayo de 2015

Soy mujer


Aflicción


Aflicción, sentimiento que invade mi alma
cuando no estás a mi lado
por tu falta de amor vibrante y único.
No quiero sombras de amor,
 sí la luz entre nosotros
sin que divida el zócalo del viento.

No te quiero rezagado en mi camino,
que en tus suaves manos me eleves
a las nubes altas contra el viento
ya que eres el manantial de la dicha.

Aflicción,
la añoranza me lleva a pensar en tí,
en tu mirada cálida
que me hipnotiza como un picaflor embelesado
que adivina el pulso de mi sangre
que entrega el secreto de mi alma alucinada,
despertando el recuerdo
de nuestros sueños alcanzados.

Aflicción,
 evoco tus palabras
que trastornan y apuran mis sentidos
más profundos
y el deseo de estar en tu isla encallada
ya que hambrienta de amor
soy una llama que tu cuerpo reclama
sediento de ternura.

Aflicción
de estar en nuestro lecho entibiecido
con pena de sentirte lejos,
 extraño en mi mente
y en mi cuerpo la dulzura
y tus gestos que trastornan mis sentidos.

Padece mi corazón un miedo tibio
que pasa lentamente a mis dedos
batiendo el aire que me sigue
 y me lleva hacia tí, amado mío.

Aflicción,
búscame en verdes alamedas de cristales
porque mis versos,
mis palabras de amor,
se anidan entre crisoles
queriendo llegar a un gran espacio blanco
 donde fulguren, brillen y guíen tus pasos
hacía nuevas huellas.

No te detengas nunca,
cuando quieras, búscame,
porque mis brazos forzarán
el hombro de la noche
para que vuelvan tus labios a los míos.

Aflicción,
se mueven tus distancia,
 te acercas con la intención de fuerza
de un amante entre luces y sombras,
de mundo y ser,
de afán y tiempo,
inverosímil tregua con la dicha
de no ser más errante por el tiempo.

Me apaciento en tu valle
y entre lirios y jazmines,
desnudo tu luz en mis pupilas
y un soplo altanero, leve, estremecido,
me entrega tu amor entre goces,
susurros, sonidos
que hacen nacer en mi suelo
hasta tu frente una hiedra de amor estremecida.

¡Ven!
¡Te estoy esperando!
¡No más nostalgias en mi vida!,
quiero despertar contigo a mi lado,
sentir tu piel a mi costado,
recostando mis pupilas en tu contorno ya cierto,
no delineado
mientras recorro un sol enamorado
las largas avenidas de tu cielo.

Aflicción,
no más pena, no más ansias,
ni nombres recogidos de tu boca
porque sólo son color
en la música del viento.

La esencia de tu ser


La esencia de tu ser bien oculta
 en el rojo silencio de tus ríos interiores
duerme tu espíritu en una fugaz luz,
estalla en la mañana
como amor retenida en pimpollo.

Mi alma, cercada de tinieblas,
al infinito se alarga
 cuando tú como bálsamo tenue
me haces perder el miedo
en tus brazos que me estrechan
 poderosos y frágiles
con la fuerza de tu amor,
plena magia
que suena como dulce melodía.

La esencia de tu ser me inunda
cual hiedra de amor,
con tu sangre vibrante
que forma raíces profundas y enlazadas
en mi mundo interior.

Naciste como perfil modelado
en blanda cera en los duros biseles del silencio,
estás inmóvil como águila en espera,
con el calor de tus hombros
enlazo la cima de los cielos con la tierra.

No se cuando empezamos a conocernos,
cada mañana nos empezamos a encontrar,
cada nuevo beso es para mí,
mi primer beso,
mi verso debía decirte
lo que para mí has sido,
tú tenías la palabra exacta
con ternuras compartidas.

La esencia de tu ser,
 mi corazón palpita deseoso
de poder llegar a tenerte en mis brazos,
sentir tu sutil aroma,
con el solo anhelo
de llegar a reflejar tus ojos en lo míos
 haciendo que mi alma se sumerja
en un éxtasis infinito.

Así esta pequeña ideología tuya
provoca en mí los sentimientos más profundos
ideando tu figura
mientras nuestros corazones
siguen bebiendo de la misma fuente
como en la hora tiernísima del juego
y de la leyenda,
regalándome primaveras inagotables de tu alma.

La esencia de tu ser,
esa materia que se presenta
como un himno favorito
entre notas que suben en números acordes
de tu pecho a mi oído
y despiertan una viola celeste
 llevándome al cielo como las alas de un ángel,
armonizando su son con tus cantares y tus risas.

Siempre amparándome en tu ser
 y se asoman a mi pecho tus sentidos,
temblando mi cuerpo
al sentirte cerca de mí.
La esencia de tu ser,
 principio de un amor sin tregua,
así voy por veredas de la tarde perdida
para siempre en tu embeleso.

Mi rostro feliz,
mis brazos libres,
recorriendo mis sentidos sin orillas,
vuelvo a tu boca olorosa,
quedándome en el deseo creciente de las aguas,
 jugando con tus sueños y mis anhelos.

La esencia de tu ser,
es mi paz intacta
del manantial de mi dicha.

Revelaciones


Revelaciones,
manifestaciones de sentimientos compartidos,
 en noches astilladas de estrellas,
en arcanos sueños verdaderos.
Nos hemos encontrado,
descubrimiento pleno,
choque de materia convertida en victoria,
 gozosa de los dos en prodigioso pacto.

En la noche, a tu lado,
 las palabras son claves, son llaves,
nos confesamos nuestro amor
entre palabras secreteadas y susurradas.

Que tu cuerpo sea siempre
un amado espacio de revelaciones,
 te enviaré mensajes
que tremolarán en tus manos
y así volverás a mi lado,
 tú, el amado tan amado.

Revelaciones,
 remedo tus antiguas alabanzas
y beso tu rostro desde lejos,
sin tocarte siquiera, tú,
 tallado en marfil
y amaneciendo yo
en esperanzas heridas, renovada.

Te nombro siempre entre lirios y rosas
en primavera
 para cercar tu aroma con mis manos,
eres un ruiseñor que perdido en alta ramas,
 le doy caza de amor con mis venablos.

Revelaciones,
descubrimiento profundo
 del amor que por ti siento.
El aire se serena
y se torna el río calmo y transparente
como aljófar de la mar a los collados.

Espero que mi lenguaje logre
hacerte llegar a ti
la gran expectativa de mi querer
que en un silencio pleno
 de formas y visiones
corre hacia ti
como el único pájaro en el viento.

Revelaciones,
mi amor es una ofrenda inocente y pura,
difunde mi sed de ser amada
y en la madrugada,
sin ti a mi lado,
sueño, desnuda el alma
en una noche con viento y lluvia
que me borra como a un fuego,
como a un poema de amor
los recuerdos ingratos
que desfilan por mi mente.

Revelaciones,
alguna vez en un costado de la luna
 verás caer los besos
que siguen brillando en mí,
las sombras sonreirán altivas,
 luciendo el secreto que gime,
 vagando,
 buscándote hasta alcanzarte
y estar entre tus brazos.

Revelaciones,
que mis sentidos despiertan agudizados,
creciendo en pos de ti,
como un tul de ternura
que envuelve tu imagen en mi cuerpo
con el frescor de la creación primera.

Anegaste mi marea,
mi cuerpo reclamó tu esencia
y te sentí cerca de mí
como ángel custodiando mi alma
 con un temblor tocado de rocío,
en un viento por vientos perseguidos.

Revelaciones
 ¡Alma mía, que se disipen las dudas,
los temores
y resplandezca en mi vida
el verde que se nutre de mi ternura!