Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


viernes, 8 de diciembre de 2017

Ahora


Me extrañas


Me extrañas sin conocerme,
 sólo nuestras palabras
nos unen,
palabras viejas
como el mundo
que se llenan de alas
 y campanas
y suenan nuevas,
nuevas por completo
 porque han sido pulidas
y lustradas por la ternura,
la dicha de habernos encontrado
en un instante especial
y único
que nos cubre,
que nos rebasa,
que nos estremece.

Me extrañas,
dulces palabras
que se vuelven únicas
como por milagro
 y nos dejan suspendidos
en un momento de felicidad.

Tú y yo,
desde la distancia
somos pobladores
de la maravilla de extrañarnos
sin habernos visto nunca,
¿te das cuenta?.
Somos una canción,
dos aves en vuelo,
dos estrellas
de una constelación de amor.

Ya nunca seremos dos extraños,
porque tanto tú como yo
 tenemos en nuestras almas
nuestros nombres
unidos
por una invisible cadena
¡qué milagro!.

Tú no sabes,
 solitario sacramento del nombrar
que cuando te nombro,
te pienso
y el todo que nos separa
nos acerca.
Me extrañas
porque somos un amanecer,
 la llegada del sol
y del verano
 en una lluviosa tarde.

Me extrañas
y más me extrañarás
cuando tus manos
se posen en las mías
y tu beso encienda
esta cabeza mía
que caerá
como un fruto dorado
sobre tu pecho.

Porque eso es vivir…
 ¡vivir es renovarse cada día!,
 es extrañar
 sin saber por qué
a alguien que se cruzó raudamente
por tu vida
sin remotamente esperarlo,
dejándose caer
en tu camino,
 iluminando
creo otras luces,
generando expectativas nuevas
y curiosas
como una gracia
un poco endeble
pero arrobadora
como una flor nueva.

Me extrañas,
ser que entiende,
comprende,
siente,
en mis prosas de amor
lo que éstas guardan:
 temblores,
ansiedades,
emociones,
ese perfecto deseo de amar
y ser amada,
de esa realidad de amor
que nos hace inmensamente felices
y volátiles,
levitando ambos
 en ese otro espacio
donde sólo tú y yo
lo recorremos.

Me extrañas,
hablamos
 y nuestras voces se unen,
 se suspenden
en el aire como para volar.

Que extraño lo nuestro…
 cada vez que hablamos
parece que algo profundo
nos acerca,
algo con magia,
duendes,
hadas
que nos entrelazan
con hilos intangibles
que no se desatarán
nunca más.

Me extrañas,
te extraño
y la espera de encontrarnos
se hace larga,
quiero compartir contigo
sueños,
 penas,
alegrías,
canciones,
música.
Ser los dos
 la savia de un árbol,
las alas del alma,
el color del agua,
 las estrellas
en el fondo de los ojos,
la locura
en el pensamiento,
el calor de la piel.

Dejar que el amor
 nos inunde
sin miedos
y sin temores.

Alba de amor


Alba de amor,
la noche cuajada de estrellas envió desde todos sus astros
la más pura armonía
de reflejos como ofrenda nupcial a mi tálamo.

¡Cómo suena en mi alma la clara
vibración pasional de mi amado,
que se abrió todo en círculos inmensos
donde anduvo mi amor de su brazo!

Alba de amor,
la luz áurea va inundando
nuestras almas y cuerpos,
la ternura de todos los surcos
se ha quedado enredada en mis pasos
y los dulces instantes vividos
siguen tenues en mi alma soñando.

La emoción que brotó de nuestras
vidas ha tornado la ruta del alba
y ahora vuela por todos los prados.
Ya la noche se fue,
queda el velo que al recuerdo se enlaza apretado
y nos mira en estrellas dormidas
desde el cielo en nosotros rondando.

Alba de amor,
ya la noche se fue
y las nuevas emociones del alba se han atado.
Todo sabe a
canciones y frutos.
Se ha quedado tu vida en mi vida
como el alba se queda en los campos
y hay mil pájaros vivos
en mi alma
de esta noche
de amor entre cantos.

Quisiera guardar en secreto esta noche larga
pero mi alma no puede alcanzar
el silencio del poema sin palabras
y saltan y juguetean entre mis
labios los versos de amor
como vibraciones íntimas.

Alba de amor,
vivimos una noche colmada de sueños,
lo saben nuestras almas
más allá de las islas
y más allá del sol.
El trópico, en sandalias de luz, prestó
las alas y tu sueño y mi sueño
se encendieron juntos.
Esta noche se ha ido, casi aurora,
casi ronda de luna entre montañas.

Alba de amor, noche rasgada
con claridades de esencias altas
circundadas de emociones intensas

y me surgen canciones con palabras
y en mi pulso laten mis poemas
andando trémula por los astros
como si yo no fuese por la tierra.

Alba de amor,
que noche de hojas suaves y de sombras,
palpitante de aromas y gozos
con cántico de vientos
entre embelesos de luces mágicas.

Noche larga con cantares dulces
y poemas, frases, prosas de amor
que cruzan y se van
a lo lejos a horizontes lejanos,
vibrando con su eco las palabras
temblorosas y ávidas
que tú, mi amado,
no me dejes ir de tu lado
y me tengas abrazada como
una cadena de flores perfumadas.

Contigo soy feliz


Contigo soy feliz
(sueño día y noche con estar a tu lado
y en mi duermevela
busco tu alma clara
y abierta
por caminos anchos
y altos muros
para guardarlo,
escondida sólo para mí).

Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(siempre me pregunto dónde estás,
si tú no estás ausente
te siento conmigo,
veo tu cuerpo alto
que se termina,
voz como en humo la llama,
en el aire impalpable).
Mi felicidad es estar a tu lado.

Contigo soy feliz
(me inspiras tropeles de versos
que abren las alas
y vuelan levantando un tembloroso remolino
de cadencias
que nacen de mi amor por ti,
son frases nobles,
cláusulas marmóreas,
blancas
que lentas pasan
al pensar en ti).

Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(el silencio nos une,
el hondo que nos hace llegar
a lo profundo en nuestras almas
quebrando surtidores delicados,
en la tierra de lluvia recién mojada
llamándonos con su húmeda voz
desde un mundo muy remoto
a otro mundo muy lejano
siempre unidos).

Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(cada amanecer las flores acaban en rimas,
versos que empezaron tallos
hasta el jardín más quedo
van floreciendo por el amor insólito
 que acomete por los altos riscos azules del aire).
Mi felicidad es estar a tu lado.

Contigo soy feliz
(te siento tan cierto y mío,
seguro que hoy,
que aquí,
que tu evidencia
es el filo con que me hiere tu abrazo,
se gastarán tus caricias en días
y noches blandas
y poco a poco
te voy queriendo más,
amor,
no quiero que te vuelvas recuerdo,
sombra esquiva entre mis brazos).
Mi felicidad es estar a tu lado.

Contigo soy feliz
(en nuestro lenguaje sutil
cuando los cristales
duplican el blanco disco de marfil de la luna,
nos unimos
y nuestras voces tiemblan plenas de ansiedad
y muchas veces,
misteriosas frases de amor
vuelan como visiones
que se ocultan al llegar la aurora).
Mi felicidad es estar a tu lado.

Contigo soy feliz
(sin querer,
te quiero,
el estar juntos…
 tiene saber a poco,
siempre que estoy a tu lado
cada día quiero más de ti,
eres mi silencio azul
en las etéreas alas
que descienden por diáfanas escalas
a las aguas turbulentas y profundas
que inundan nuestras almas).
Mi felicidad es estar a tu lado.

Contigo soy feliz
(nuestro paso armonioso
nos lleva en plena noche
por el campo abierto.
Los astros nos observan
con tenue empeño
y las lomas echadas de bruces
nos miran en silencio).
Juntos somos uno,
aspiramos la calma que nos une,
con perfume a trébol
mientras se alborozan todos los recuerdos
de nuestra vida juntos
y la luz nos ilumina de puntillas,
en el alba,
lanzándonos a las nubes
para amarnos siempre,
como voces.