Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 5 de noviembre de 2019

Pienso en ti


Vives para mí


Vives para mí,
esas palabras tuyas
traspasaron los límites de mi alma
y muy a lo hondo llegaron
como un preludio del alba
entre copos de rocío.

Vives para mí,
escribiste en una de tus cartas de amor,
hace mucho tiempo,
que te doy paz,
tranquilidad,
amor y sanación total
de cuerpo y alma.

Mi amor por ti se filtra de mi cuerpo,
de mis sentidos
y hace feliz a todo aquel que está en mi esfera,
a mi alrededor.

Vives para mí
como yo para ti
y me haces dar en el ir,
en un ser desprendido,
ligero y sin raíces sintiéndome ansiosa
por percibir la plenitud que nos rodea.

¿Cómo me vas a explicar
la dicha que no sabemos por qué es?,
ni de quien ha sido,
si es pura dicha de nada,
si aún no nos hemos conocido.

Imagino tu mano sobre mi mano,
paseando miradas y caminando amores,
imagino mis sueños siempre en tus sueños,
rindiéndome ante tus pasiones,
sucumbiendo sin resistirme.

¡Vivir para mí!
porque tus besos son ya míos
con sabor a placeres
e imaginando que muero por amarte,
porque ya te amo.

Vivir para mí,
palabras aladas que llevan mi alma
a lugares secretos,
remotos,
nutriendo mi ser que recibe,
se entrega, s
e va encontrando contigo,
tú,
mi amado.

Vivir para mí,
tú lo dices y me das alivio
necesario para soñar,
aliento profundo para continuar
y permites que nuestra flor de la esperanza,
crezca y se alce impoluta hacia el infinito.
Vivir para mí,
palabras que le dan deleite a mi corazón
como una voz pura,
íntima,
con caricias,
que como largos goces iniciados
me dejan caricias no terminadas.

Vivir para mi,
sé que esta noche pensarás
en nosotros y tu ser,
tu memoria,
todo,
te descansa y disuelve en mí.

¡Toda la vida es única
si se que tú vives para mí!

Desde un ala de mariposa
hasta un grano de arena,
mi alegría de que existes
te llegará al vasto tiempo,
entero,
que se escapa hacia el amor nuestro.

El final no empieza hoy


El final,
¿es el fin o el principio?
¿es el hoy cuando empieza?
¿o es el ayer que fue?
¿o quizás el mañana que vendrá?.

El final no empieza hoy,
termina al desandarse
el camino del amor recorrido,
pero si es verdadero y profundo
ese final no ha de llegar.

Paso a paso,
nuestras almas se unen a través de la poesía
y el amor renace cada día.

El final no empieza hoy,
al tomar mis manos
entre tus manos
nos invade la tibieza de nuestra esencia
que nos hace andar los recodos
y vericuetos que la vida nos depara
con un soplo imperceptible de amor.

El final no empieza hoy,
aunque estén contra nosotros
el aire y la soledad,
la distancia y la lejanía,
las pruebas y el tiempo,
debemos querer
y seguir queriéndonos.

El final no empieza hoy,
porque el aire está lleno
de esperanzas en vuelo
y el amor las encuentra
y las traspasa con alas temblorosas
y como saeta las dispara
sobre su alegría victoriosa
ganando el cielo.

El final no empieza hoy,
en la blancura de la nada,
nuestros corazones palpitan,
gozan,
aman y se encuentran
prolongando su florecer sin fin
por los anchos espacios
de todos los crepúsculos
en los espejos del mundo,
en el silencio,
de los azares de la vida.

Hoy estamos juntos,
somos dos separados
en la lejanía pero cerca,
muy cerca,
en el querer de los besos,
en el estar queriéndonos
que nos encontramos sin buscarnos
en el borde mismo de nuestros sueños.

En la orilla del mundo
se paran las ansias
y los gozos esperan
ya sin prisa el mirarnos recorriendo
nuestras almas.

El final no empieza hoy,
para nosotros,
sosegadamente toco lo inanimado
y nuestras almas trascienden
el mas allá
como suaves goces de nubes
con cánticos dulces de amor.

Sabes que te necesito


Sabes que te necesito,
a ti,
amor de mi vida,
que junto con mi poesía
creas mis atributos,
atmósferas radiantes,
emociones dulces
como mieles.

El verso surge de mi alma
donde tú te anclaste
con golpeteos silábicos,
trasmitiéndome la capacidad
de crear imágenes naturales,
nuevas,
creíbles para que te lleguen
y me ames más.

Sabes que te necesito,
para crear el poema
con sentido estético,
movimiento y forma,
tú,
mi tumen,
mi fuente de inspiración,
el que le da sonoridad a mis versos,
plenitud y luminosidad
armoniosa plena de luz.

Sabes que te necesito,
a mi lado,
junto a mí,
eres mi fuente arqueada por el viento
que traen tus palabras,
eres el fulgor de la altura
que resurge
cuando se apartan las nubes
como alas mágicas.

Me das ternura
llevándome a que admire
los cielos estrellados.

Sabes que te necesito,
me cubres como hiedra,
me envuelves con tus brazos.
¡Acércate más!
¡cúbreme de caricias!.

Sabes que te necesito,
te lo dicen mis estrofas,
línea tras línea,
que mi amor se desborda
y al evocarte
te necesito más cada día
y la pasión se desborda
al fuego original que nos lleva
a las llamas de la vida.

Sabes que te necesito,
porque poesía y amor
son una unidad indisoluble,
un medio de revelación,
las dos caras de una misma realidad.

Quiero estar contigo
en edenes ciertos,
en horizontes cercanos,
en crepúsculos constantes e inmóviles,
en arreboles de mil colores.

Sabes que te necesito
para que mis ojos
alcancen el firmamento
y que de mis manos
florezcan poemas
y de mis palmas
nazcan áureas frases.

Te necesito para deleitarme
con esa melodía,
la nuestra,
la que revela nuestro amor eterno
en sus acordes melodiosos,
preludios cercanos
de besos buscados.