Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 6 de marzo de 2016

Separación en silencio


Caricias etéreas


Caricias etéreas,
suaves, tiernas,
que llegan hasta lo hondo,
mueven el alma con cadencias lentas
y ritmos acordes.

Silencio,
ha sido tu primer manera de entrar a mí,
tu entrada por mi alma
fue como callada brisa todopoderosa.

Mimos tiernos y reales,
plenos de excelsitud de amar,
caricias volátiles que llegan desde lejos,
despacio, que se notan apenas
por tiernas diferencias con la nada.

Caricias etéreas
que a través de unos labios
que se abren suavemente
dejan la huella en teclados
donde tocas tu eterna melodía.

Caricias etéreas,
sublimes y gráciles me las haces llegar
con ternura infinita,
tiempo de letras, versos,
palabras inconclusas que me llegan
como un cántico vaporoso,
irreal, incorpóreo.

Vives dentro de mí,
alma arriba, alma abajo,
vas y vienes con caricias sutiles
como velos transparentes
llenando de gozos mi alma sola.

Por gracia tuya yo ya no soy silencio
y aún a pesar de sentirte distante,
vibro y amo al sonido leve de tu presencia.

Caricias etéreas
que al sentirlas navegan en mi pensamiento,
deslizándose en mis sueños,
como misteriosa luz de mis suspiros.

Desde tu lejano lugar,
distante, apartado,
la fascinación de tus caricias me atrapa
al instante traspasando juntos la realidad,
trascendiendo la fantasía,
navegamos en la eternidad
ya que tú emerges detrás del espacio
sideral con tu ímpetu y plenitud.

Con tus caricias etéreas
no hay soledad que oprima mi pecho
ni una lágrima que gire de dolor.

Tus palabras resplandecen
en fulgores de estelas
resplandeciendo en el azul firmamento
dando calma a la tempestad
de mis afectos.

Caricias etéreas,
sublimes, irreales,
llegas por serpenteantes caminos
para seducir en pleno vuelo
mis ansias de ser amada.

Ni un movimiento


Ni un movimiento,
la inmovilidad absoluta,
seré como estatua de sal,
alta y enhiesta,
en medio de la nada
y haré que mi mundo gire
a mi alrededor y sin movimientos.
En la quietud absoluta,
veré alargarse hasta el infinito
mi vida rota en mil cristales
puros y límpidos.

Ni un movimiento,
emanando de mí el más puro amor
que está esperando darse
con total y absoluta entrega.
Porque no sólo debemos vivir
sino honrar la vida.

Sola, muy sola,
pero sin soledad interna,
en mi alma las letras,
los abecedarios,
siempre quieren lanzarse al espacio
para llegar allí lentamente,
sutilmente,
sin apenas unirse sin palabras
de este amor sentido,
a las hojas en blanco
que las atraen como imanes
brillantes y anhelosos.

Ni un movimiento,
llegó el momento,
debe pasar la vida ésta,
la del hoy,
en quietud como un remanso de aguas
que vienen corriendo,
danzando hasta la orilla,
a mis pies,
para reconfortarme el alma,
esta alma dolorida y triste
que con total desapego
hirieron sin culpas ni razones.

La vida nos presenta a cada instante,
en lapsos impredecibles,
situaciones no esperadas
que revolotean a nuestro alrededor
dándonos fríos helados
de inviernos crueles
o estíos venturosos y cálidos
como tentadoras sensaciones
de amor puro.

La felicidad es un instante mágico
que debemos gozar plenamente,
nos invade de improviso,
en el momento no esperado,
el que nos atraía sin saber el porqué.

Ni un movimiento,
no esperen de mí, nada,
seré invisible para los que me rodean,
no seré nada,
no seré nadie,
seré sólo yo,
con mi interior colmado de amor
y ansias de ser amada.

Mi espíritu,
aún dentro de un ser
inamovible vibra,
ríe, llora,
canta y ama.

Ni un movimiento hacia el exterior,
ni un murmullo,
mi voz queda y callada,
pero movilidad intensa,
impetuosa,
en torrentes caudalosos
espera al que me hará estremecer
y romperá en mil pedazos
el mármol que me envuelve
y los azogues que me ahogan,
llevándome hacia lo esperado,
al mundo de amor
que inundará mi alma
regocijada del haber esperado.

Letras poéticas


En tu presencia nacen mis palabras,
porque el placer sublime de mirarte
en un impulso poderoso
me inspira los poemas.

En silencio labras
con tu presencia fecundar
al arte liberando el caudal
de mi emoción que fluye
en inspirada y lírica eclosión
en cada verso.

Cadencias poética,
por todo lo que tú inspiras,
nuestras almas se llenan,
se atan,
se enciman y en las noches te sueño
y veo letras
en un ir y venir desde ti.

Mi poesía eres tú
y es tal la armonía
que emana de tu visión
que la veo en el arcano
de la mente mía,
vertiéndose en el verso
que yo creo resplandeciendo
en el azul vacío del fantástico mundo
que poseo en la raíz
del pensamiento mío.

Letras poéticas,
mi verso es una lágrima,
que fluye solitaria,
manando del dolor de no tenerte,
es ráfaga nostálgica
que hallando va en mis penas
su triste inspiración idílica y cálida
tañendo mi tristeza,
desgrana una canción.

Letras poéticas,
mi verso es una queja,
una queja sin mengua
que anida en mi dolor,
es una queja lenta,
es una queja honda
que viene del amor.

Tú eres mi númen lejano,
eres un ansiado despertar,
muy lejos estás
pero te acerco en el día
que comienzo a llevar.
Te vivo,
te siento.

Cadencias poéticas
cuando te escribo mis letras,
te dejo rimas y cantos,
te dejo mis palabras,
mis caricias en prosas,
caricias en verso,
mi esencia encendida,
los fuegos del amor que vibran
y crecen en el día a día.

Tú,
mi poesía,
mi magia,
mi sueño y mi ilusión,
eres mi cielo estrellado,
eres el mundo todo.

Letras poéticas para ti,
toma mi poesía,
embriágate en mi clamor,
va colmada de amores,
de mis rosas con espinas,
de mi amor
hasta los confines de los recuerdos.