Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 14 de mayo de 2018

Ahora


No estás ya en mí


No estás ya en mí,
no siento tus caricias, tus abrazos,
no harás más el amor conmigo,
no estarás más dentro mío.
¿Qué pasó?
¿Por qué estas sensaciones tan tristes y deseadas,
no están ya más en mí?
¿Es que te has ido de mi lado sin una palabra,
sin un beso de despedida?
¡qué dolor!
te necesito tanto en mi vida que casi ya no puedo respirar.

No estás ya en mí,
la tarde en su crepúsculo rojizo,
se ahoga en el fuego dilatado como se ahogan mis ansias,
sobre la nada que me da tu ausencia.
Te apagaste en la lejanía,
que me seducía, se fue lejos asfixiando mis suspiros y
 ¡ al final terrible y trágico te vas de mi nada tormentosa!
tu indiferencia me hirió,
picoteando mi corazón en mil pinchazos duros y filosos.
todo se dilata… hasta tu ausencia.
A veces siento que vienes… pero no vienes,
son sentimientos truncos por pensar tanto en ti.
esta es una carta más,
te la envió por el aire, las nubes altas,
el mar bravío, pero no te llegará nunca jamás.
el silencio me trae tus ojos temblorosos,
el murmullo de la calle fragosa,
me tira por la ventana en oleadas de viento y humo,
por la esperanza de que vienes.
pienso en tus caricias.
Y tus caricias corren como antes hambrientas sobre mi piel dormida.
Esto es tan sólo un sueño.
Me niego a despertar, no quiero ver la soledad detrás de tu perfume,
que se negó a partir de una ausencia tenaz,
quizás algún día querrías encontrarme,
no será así,
soy ahora pasión en polvo de cenizas,
tendrás que armarme con tus besos redentores.
Tendrás que hacerme hoy y fuego.
Aunque… ni tal vez…
Ya nadie cambie y allá voy con mis delirios,
como la sal traída por el viento , que pega y se va.

Alma desgarrada


Alma desgarrada,
el dolor,
el sufrimiento,
el no ser querida,
mi alma se desgarró en mil pedazos,
cuyo filo me dejaban marcada en la piel,
desgarro de tristeza.
Mis naves desgarre sobre la playa
y así te di la cifra de mi nombre,
para que tú lo guardaras en tu cofre de tesoros.
Mis manos angustiándose en el aire por,
por un largo alumbrar del movimiento,
buscándote , pero también sufriendo por no encontrarte.
desnuda esta mi carne y sin hartura,
porque ahora mi alma no quiero sufrir más,
porque esta desgarrada y rota,
en pequeños vidrios acrisolados,
que se me clavan en el corazón.

Alma desgarrada,
recorre mis sentidos sin orillas
y a pesar del desgarro de mi cuerpo
y de mi alma, un viento puro con la estirpe de mis cantos,
me levante y la sangre convoca su apetencia.
No te quiero cerca de mí, no, no,
lejos bien lejos para que yo encuentre el verdadero y
único amor, que se está acercando a mí,
buscándome para amarme y hacerme feliz.
Tú no puede arribar ni un centímetro hacia a mí,
porque hay un toro que me defiende,
en la noche para que yo duerma en paz.

Alma desgarrada,
Me digo a mi misma: ¡sigue!
no te canses mujer poeta.
Sueña tus versos y busca la felicidad en otro amor.
¡No sufras más!
¿Qué me importa no ver la raíz del alma desgarrada,
si ya se abre la rosa en el rosal y todo cambiara?
Cuando un rumor ambiguo y exigente,
se me estanca en las venas y mi voz se reseca,
como un erial de cuero,
acudo al numen de mis silencio
y le entrego el impulso circular que pudo ser un verso.
Necesito la ayuda de los duendes y los invento como matrices,
singulares insertando una pisca de sangre aquí,
 una gota se sueño allá
y hasta un temblor pluvial donde hace falta para evitar,
el desgarro de mi alma.

Ruptura sin palabras


Ruptura sin palabras
Te hubiera amado, perfil solo,
nubes grises, nimbo de olvido.
Con el misterio de la mirada
bajo la tormenta oscura de sin palabras,
en la tristeza o puñal de cada beso te busco sin tregua.
Hasta la iría o la melancolía,
Te hubiera amado siempre.

Ruptura sin palabras
¡ay cuerpo que al amor se resiste,
en la separación en un absoluto silencio
no espero en mi nocturno abandono
A unos labios que ninguna palabra pronuncian más.
sobre mi piel la luna inútilmente llama,
llama inútilmente la noche
y en tu alejamiento sin ecos,
los sonidos se pierden en el aire volátiles, leves.

Ruptura sin palabras
frio, dolor, nubes grises de siempre,
como un relámpago entre el sueño amanecía sola.
sonámbulo y altivo atravesando una aurora te fuiste.
desavenencia son causa, sin riñas,
en tu mente vacía de pensamientos sobre los dos.

Ruptura sin palabras
mis palabras para que tu no las oigas
se adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas en las playas.
vientos rastreros arrancaban altos quejidos de polvo
a la tierra triste.
El silencio nos inundó en un sismo profundo
que no llevaba a no pensar nada.
Sin halar las iras, las maldades, las envidias,
entre los dos nos separaban cada vez más.

Rupturas sin palabras
El amor en tiempo lentísimo,
En minutos rápidos,
se fue desamando poco a poco.
El silencio como una pampa de hielo
se instaló entre los dos
y sin una discusión o discordia
desde ese momento no sabemos nada el uno del otro.
¿Por qué un segundo todo poderoso
vuelve inútil el gesto más preciado, es estéril el nombrar al
Amado más fervoroso?
¿Por qué esta sed que crece desde adentro urge el deseo
y trueca lo deseado?
¿Por qué este inexorable desencuentro?
La espesa niebla del misterio es un refugio
y repetido juego que nos separa para siempre.