Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 3 de mayo de 2015

Perdida en el tiempo


Manto De Flores


Manto de flores,
me envuelven
con su fragante aroma
y su cadena de colores,
rojos,
amarillos,
blancos,
 lilas
y su dulce perfume
perturban mi alma plena de amor.

Entre rosas,
nenúfares,
amapolas,
azahares,
 azucenas,
almendros en flor,
dalias,
tulipanes,
calas,
aterciopelan mi cuerpo
y me inundan de dulzura y paz,
aureolan mi ambiente.

El amor es como la flor
 todavía en capullo bello
donde ha brotado pureza,
suavidad,
delicadeza,
pasión.
Manto de flores
que a su través
me lleva al mundo de tus brazos,
me siento cobijada,
amada
entre colores y perfumes.

En el aire sensual
y tibio de la tarde
me acarician sus pétalos,
es un manto dulce,
mágico,
 luminoso,
que nunca se olvida.

Como el arco de los cielos
sus olores llegan
 y crecen
y luces me envuelven
y el ángel verde
de la esperanza
me llena de alegría.

He perdido el miedo
en tus brazos
que me estrechan poderosos
con la fuerza del amor.

Manto de flores,
 el lirio de la ternura crece
en la pradera celeste
 del agua
como los nenúfares en flor
 quietos y anhelantes
que parece que esperan las canciones
que alguien los acompañe
en su danza de círculos.

Los camalotes cándidamente se asoman,
castos y libres
y las aguas nos brindan
 sus vestiduras de melodías
haciendo que nuestra total entrega
sea duradera y dichosa.

Mantos de flores,
 la lluvia se inicia ya,
 las nubes
en su tránsito lento
hacen brotar los retoños luminosos,
que crecen libres
en las ramas perfumadas
haciéndonos sentir
entre vergeles floridos,
caricias nuevas.

El radiante césped trémulo
 se viste de perlas de agua,
dando a nuestro amor
frescura
que espera botones,
capullos
y tenues lazos
que entre grises y rosas
se entrecruzan.

Manto de flores,
en la calma
de unos pétalos
nuestro amor resurge,
se retrata fiel,
entre rosales
y madreselvas
con comunicativa ternura.

Olor de nube en la flor celeste,
en la tierra verde,
en tus brazos
mis manos leves
encuentran los carmines que busco.

Manto de flores,
 feliz la nube de mayo,
que es ésta
o aquella rosa,
déjenme vivir feliz
con mi amado
entre guirnaldas florecidas,
 límpidas y libres,
y entre enredaderas
de campanillas azules
aquellas que allá se asoman.

Bajo la esmeralda temblorosa,
amado mío,
te veo
y te siento
con corona de jilgueros
y pétalos de amapolas,
siguiendo yo
alegre tus pasos
 hacia las islas
y los bosques florecidos
 del sueño.

Soy feliz,
estoy en el valle perfumado d
e tu ágil cuerpo
y en tu regazo
me dejo caer
cual frágil flor
recién nacida.

Sinfonías de amor


Sinfonías de amor,
 inolvidables,
 apasionadas,
en un instante
se vive toda una vida
 en cuatro movimientos
 lentos,
pausados,
rápidos
de forma de sonata
en el pulso interior de mi corazón.

Pueden ser breves
pero intensas
 y todo nuestro cuerpo vibra
y late
al ritmo del corazón.

Sinfonías de amor,
 llegan con un aire nuevo y fresco,
con un dulce y embriagante
sabor a fresas
en el borde de los labios.

Impacientes caricias
y largos frenesíes
recorren en inútiles esperas
nuestros espacios
y rincones del alma.

Sinfonías de amor,
de sueños que se realizan,
de imposibles
que no lo son,
momentos acuciantes
que nos llevan a tardes vagas
y estremecedoras.

Entre luces,
palabras
 y música de viola,
 nuestros cuerpos murmuran
el lenguaje del amor.

Sinfonías de amor,
cálidas y sensuales,
emotivas y sedientas,
entre movimientos entrelazados
 y besos trémulos
como cañas en la orilla,
 como rosas sin espinas.

Entre el gozo de mirarnos
y el regocijo de vivir juntos,
auroras nuevas,
florece en cada mañana
primaveras esperadas.

Sinfonías de amor,
de silencios compartidos,
de diminutas historias,
 de pequeñas frases,
 que nos sumergen
en un mundo de fantasía.

Nos reconocemos sin mirarnos,
encontramos nuestros caminos
sin equivocarnos
y nos confesamos,
mutuamente,
sin hablar.
Sinfonías de amor,
en azules ilusiones,
entre arco iris iridiscentes
de ternuras y de goces,
 brotan los más dulces
poemas de amor.

Nacen infinitas sonrisas
que dan gozo al alma
y forma al corazón.
De romántico manantial,
 emociones espontáneas
surgen sin cesar
entre exuberante alegría
y placer sin fin.

Sinfonías de amor,
nos elevan al ensueño
y el fervor de amarnos
nos convoca
a reconquistar minutos,
ávidos de ternura
y ansias sin límite,
nos cubren con gracias de ninfas
arrobadas entre besos y suspiros.

Sinfonías de amor,
juntos nosotros dos,
 llenos de inquietas esperanzas,
 llegaremos al gran término del ansia.
 ¡Vivir amando!
Que la luz nos envuelva
entre las horas del crepúsculo
cubierto con su manto.

Un suspiro,
dos suspiros,
miles al mismo tiempo
en una oda en alegro al viento
mientras el roce de las manos
crea un preludio a la conquista.
Sinfonía de amor
fusión de dos seres
en corazones con música.

Atracción musical


Atracción musical
es la que por mis venas corre
como caudal armonioso
de río sonoro y sereno.

Te siento dentro,
muy dentro de mí,
haciéndome sonreír el alma
con voz dulce y amorosa.

Es el amor que,
paciente,
tranquilo
pero con fuerza,
crece y crece
entre tú y yo
porque somos dos seres en uno
que caminamos por la vida enamorados,
 sin edad ni años.

Atracción musical,
de amor ideal
que fluye,
corre,
late,
uniéndonos en un sin fin
de emociones
que al horizonte y al mar
nos conduce
a nuestro lecho de amor
en aquella playa distante
y lejana
donde nuestras huellas
se desdibujan
al paso de nuestros pies
en la arena blanca y espumosa.

Atracción musical,
 escenario de seducción,
atracción musical de pasión y deseo,
 el clamor del agua nos une
como lazos invisibles
en una trama de hilos plateados
que saltan,
 trepan,
en nuestro amoroso encuentro
entre sueños y desvelos.

Atracción musical,
cadenciosa,
continua
y sin tiempos para contar,
en un vivir,
en un tiempo de rosas
como nido que moja
y nos une
entre lágrimas alegres de amor.

Estamos juntos
y el viento con luces brillantes
nos cobija
mientras nos besamos
y sin besarnos,
nos acariciamos sin tocarnos,
nuestros cuerpos son uno sólo
en este tiempo
colmándonos
y dándonos paz y sosiego.

Sin dolores ni sufrimientos
porque juntos
enfrentamos a este mundo
con pasión,
queriendo las adversidades
que se presentan,
casi,
sin saberlo.
Atracción musical,
caudal de vida y esperanza
goce perpetúo y plácido.

Bajo la luz de la luna,
nuestro amor
en su plenitud,
se llena de encanto y ventura
y en su alada claridad
el agua en su cauce musical
nos conduce
a nuestro espacio de amor.

Atracción musical,
cantos en la lira
y en el alma,
vuelos en nuestro fragante edén
donde nada se puede igualar.

En la amable brisa
que besa mi frente
 oigo tu sonrisa fugaz
y clemente
como el reír del río
y el azul del cielo.

Atracción musical,
en un concierto
de notas aterciopeladas
donde se esconden
las palabras de amor,
de ti,
mi amado
en su remanso
 de agua suave y dulce
y en su centro
fulguraciones de fragua.

Atracción musical,
con olor a rosas
porque en ellas me miro,
 en sus espejos de agua
y veo mi sombra ilusionada
de que te encontraré muy pronto
en mi afán de estar a tu lado.

Siento agua fría en mi piel,
 zumo de mundo inédito
 en mi cuerpo
pero un cansancio feliz
por tibios presagios
que tú encontrarás el rumbo
 hacia mi soledad
que te siente ya en ella.

Atracción musical,
vivir entre peregrinaciones
de surtidores de agua,
 esperándote,
esperándonos,
ya que tú eres mi destino,
lo sé por  temblores,
 por nubes,
por soplos de agua
cerrando trabas
y  abriendo jubilosa
otras para estar siempre
 en unidad contigo,
radiantes de vida los dos
en un milagroso final
de besos lentos.