Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 27 de marzo de 2020

Tu voz

Soñando despierta


Soñándote despierta,
te añoro,
te extraño,
te quiero en mi mundo mágico
y en el real.

En el sueño
los seres se desnudan íntegramente,
no hay sonrisas falsas,
gestos ocultando las intenciones
y si pudiera gritar,
las palabras
serían testamentos de versos de amor
para repetir,
libres de mentiras,
la hazaña del día y el amor
que tú despiertas
en cada poro de mi piel.

Te sueño bajo un manto de oropeles,
de luces titilantes junto a mí.
Pongo mi mano,
humildemente estremecida
sobre tus rodillas
y mi cabeza se posa en tu pecho
escuchando el latir armonioso
de tu tierno corazón.

Soñándote despierta,
abrazada a ti,
sin preguntarte nada,
de miedo de que no sea verdad
que tú vives y me quieres.

Y estoy abrazada a ti
sin mirar y si tocarte,
no vaya a ser
que descubra con preguntas,
con caricias,
esta soledad inmensa
de quererte sólo yo.

Soñándote despierta,
veo a mi lado tu cuerpo,
tu beso,
tu abrazo frenético
buscando su realidad en mí
como un puro y mágico milagro.

Soy tu desnuda Venus cierta,
entre auroras seguras
que se gana a sí misma queriéndote.

Soñándote despierta,
¡de tan cerca y de tan lejos!
Y pienso en ti feliz
entre pámpanos de luz.
Soñándote despierta,
sobre tu corazón entregado a la vida
y sobre el río inquieto
de tus pies y manos.

Y soñando alguna vez diré que sí,
que no,
respuestas de azar y de milagro
a preguntas que ignoro,
que no veo,
que no sé
y cuando me despierto
ellas se esconden,
ya invisibles,
se apagan,
se van.

Soñándote despierta
¡qué paseo de noche
por la playa iluminando la luna
el mar que fosforece
con tu ausencia a mi lado!.

Me acompaña el sentir
que no vienes conmigo
pero que piensas en mí
y eso da calor al alma,
reconforta el corazón.

Los espejos,
el agua,
se creen que voy sola,
se lo creen los ojos,
sirenas de los cielos plenos
de estrellas titilantes
pero en mi mano
yo llevo estrechada la tuya,
cálida, tierna,
que palpita en la mía.

Soñándote despierta
estrecho tu cuerpo junto al mío
y siento que tengo contra mi pecho
un palpitar sin tacto,
cerca, muy cerca,
de estrella fugaz
que viene de otra vida.

Soñándote despierta
escribo para ti mis versos de amor
escritos con notas musicales
que vuelan ingrávidos por el aire
hacia un mundo nuevo,
el nuestro.

Causalidad extraña


Causalidad extraña,
te conocí
y en ese instante mi vida cambió,
te cruzaste en mi camino
y juntos vimos muchas lunas pasar.

Nuestras almas no se encontraron
y comenzaron a entonar cantos extraños
que anunciaban en la noche del alma
una aurora nueva
donde en las páginas en blanco
fueron apareciendo frases,
palabras,
versos de amor
plenos de frescura y júbilo.

Causalidad extraña,
todo tiene una razón,
un por qué,
que nos elevan en suspiros
por los aires de colores
y notas sincopadas.

Es que el amor,
extraño sentimiento,
nos une en un todo
y es en vano luchar.

¿Adónde iré sin ti?
no quiero el vil causal de dolor
y pena en mi alma,
te quiero a ti
para que juntos recorramos
nuestros caminos.

Causalidad extraña
que al encontrarte inspiraste
en mi alma sonora,
flotantes alas plenas de armonía,
silencio azul en las etéreas alas
con un ritmo sin fin,
que descienden por diáfanas escalas
el juego de palabras y de ideas.

Extraña sensación,
por ese algo que nos hizo encontrar,
sembrando en mi mundo interior
un amor puro y verdadero
que me hizo nacer versos de adentro,
de allí,
que son para ti,
si no los quieres,
separando la estrofa
te los puedes llevar.

Causalidad extraña y feliz,
tu aroma me envuelve,
tu silencio escucho y en mis versos
quedo inmóvil esperando
que te envuelvan.

Causalidad extraña,
te siento lejos y estás conmigo,
te siento a mi lado
y estás muy distante,
somos la luz de dos.

Mis versos giran en mi sueño alado
y se posan en tu frente
como un beso perfumado de alelíes.

Causalidad extraña
que deja en mi alma soñadora
lirismos cultivados en vergeles florecidos
donde el corazón en el ensueño
se inspira y vuela al espacio
con las alas de todas mis canciones
sobre nubes de ilusiones rosas.

Causalidad extraña,
como dos estrellas errantes
en el inmenso cielo,
profundo y luminoso
nos encontramos para amarnos
en pleno vuelo.

Mil historias


Contaré mil historias vacías
cuando te bese en contra del Universo
y perderé mi habla a lo largo del día
a cambio de una melodía con mis versos.

Mil historias de insólitos
cortejos de palabras
en los momentos perfectos
del vivir que liberan
y fascinan nuestros nombres
en noches de luna y estrellas.

Mil historias
que dejamos en el pasado,
perdiendo algunas,
casi todas,
en el olvido.

Así que contaré mil historias vacías
pero te tendré en lo hondo
de mi ser porque tú,
amado mío
vas en torno a lo que escribo,
eres mi inspiración,
eres mi todo.

Y por que tú,
mi luz de cada día,
llenas con devociones infinitas
todo lo que escribo,
mis frases,
mis palabras,
sobre vastos contornos a la deriva
de toda mi existencia.

Nueva forma,
misma historia,
mil historias,
llegó el momento de escribir
llena de pasión
y conocimientos ocultos en mi mente,
en mi alma y en mi corazón.

Llegó el momento
de desvanecer mis sentidos
en un cuento sin final,
en una historia que mi vida cambiará,
que la vida de todos cambiará.

Mil historias de amor
llenas de pasión y de ilusión
con mensajes
con ansias de vivir a pleno.

Mil historias que nos hacen
desaparecer y entregar
mis sentimientos a estos momentos,
que con su manto de colores,
rencores y dolores,
los han escondido.

Llegó el momento
de hablar con el corazón y de escribir
sintiéndome poeta en momentos
breves y de paz.

Mil historias que calaron
en ondas sucesivas cruzando
concéntricas tinieblas,
forjando mis días,
mis años,
en formas turbias en sucesión
de vivires en escenarios
de falsas pasiones y tedios infinitos.

Mil historias que desaparecen
por fin en la nada y vuelve la soledad,
toda desnuda,
inmaculada,
ajena a las maldades,
blanca,
muy blanca,
sin quejas ni llantos,
¿adónde se han ido?
No lo sé,
sí comprendo que se entrecruzaron,
se enredaron,
se deshilacharon en pedacitos de vida,
de minutos,
de segundos,
de un palpitar del ayer
que me trajo hasta el hoy.

Mil historias en las que voces en tropel
repican en mi mente
y parecen que vienen de otro lado,
de un dónde sin encuentros
de quienes las forjaron
entre giros de hilos de encaje,
entre nubes de sílabas,
frases,
palabras que marcan
el rumbo de un nuevo existir.