Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 3 de agosto de 2015

Momentos vividos


Soy el mar, tormenta y calma


Soy el mar,
como el mar a veces torbellino,
tumultuoso  ,violento,
con canto de olas gigantes,
a veces desolado, oscuro,
transparente, furioso,
renovando el alma en ocasos hermosos.

Fluyo a las playas a veces fogoso,
a veces tan tierno,
como suspiro leve
y dejo mi alma descansar en olas,
reposar en auroras.

Soy como el mar,
asombro con mi amor y ternura
y mi abrazo se transforma en espuma
con sentimientos profundos
anclando mi amor en puerto seguro.

Soy tormenta y calma,
de la noche oscura
viene la claridad cuajada de estrellas
como así de la tormenta bravía,
fuerte y lluviosa se levanta la calma
silente y diáfana.

Naveguemos con calma en la tormenta,
es el secreto de la vida,
el arte de amar,
es el abrazo y la sonrisa de espuma blanca,
acariciadas en continuo cortejo
por el sol del ocaso.

Soy el mar,
tormenta y calma
entre murmullo de sonatas
y poemas de amor,
suspiran las caracolas.

El amor es como el mar,
tiene paz, bravura,
brisa y tempestad
pero debemos  mantener la calma
si queremos a buen puerto llegar.

La calma es el secreto,
el equilibrio, que nos lleva al paraíso
donde la intranquilidad descansa
pero a veces el viento sopla tan fuerte
que la calma tarda en llegar.

Soy el mar,
tormenta y calma navego tesonera
empujada por ansias que no atreguan,
para llegar a recalar
en la celeste ensenada segura,
la que está detrás,
a salvo del tiempo
para llegar a la calma de querencias puras.

La mitad de mi alma


Yo,
que morí mil veces
y soy capaz de sentirme todo espíritu
y que conocí la ausencia de la materia,
yo vuelvo hoy en otro ser,
te canto a ti alma gemela
que eres la mitad de mi misma alma.

Tal vez
nos encontremos en el espacio
y en el tiempo de una dimensión de vida
en la que compartiremos
expresiones de amor intenso
y profundo.

La mitad de mi alma
la que tiene en secreto
la lumbre que me ilumina
y me lleva a las blancuras de los astros
y me da los carismas divinos
de la luz y del canto.

La mitad de mi alma,
la que apareces
en las luces de mis sueños
entre los surcos sagrados
que en mi pecho anidan,
entre mis nostalgias
y recuerdos vividos.

La mitad de mi alma,
eres mi cielo,
mi cielo nativo,
eres mi infancia,
mi juventud toda,
eres mi otoño
y en mi boca cantas
y por ti mis letras,
mis palabras fluyen
en poemas de amor
que van hacia ti.

La mitad de mi alma,
tienes olor de azahares de novia,
de mi pecho derramas
espejos del recuerdo de cielos
de campanillas y manantiales
de dicha que suave manan por aquí,
más allá, más lejos,
hacia ti.

La mitad de mi alma,
¡qué alegría que existas
tú tan cerca olas, mío!
y todo brilla a nuestro alrededor,
olas, reflejos, ondas,
seres de luz sobre el agua quieta,
para que tú y yo
gocemos el momento
de ser almas de gemelas
haciéndose la luz
despacio de las noches
tras las auroras.

La mitad de mi alma,
es ahora,
mi alma entera
como un pliego dorado
que llega al texto mágico
donde se encuentran las ideas,
los sentimientos,
las inspiraciones
como revelación del fulgor nuevo
de ser uno y no mitad.

¡Triunfo!
¡revelación!
en impolutas páginas
tú y yo estamos juntos
y el pensamiento nacido de la nada
es elevado al todo
traduciendo incógnitas lejanías
a gozos inmediatos…

Y en mi boca tu voz


A la noche,
ya pasado el crepúsculo,
te acercas,
muy cerca y despacio
tu voz única y seductora,
dejas en mi boca
un dejo de amor renovado,
casi nuevo.

Tú nunca podrás dar
otra cosa de ti más perfecta,  irrepetible
y cuando siento en mi boca tu voz,
la vida está completa,
es renacer al fin sintiéndose amada.

Entras por las minas últimas de mi ser,
hondo, muy hondo,
a lo profundo
dejando la huella marcada a fuego
de mi renacer que se abre a la vida
 y por esta entrega y me siento renovada,
con deseos intensos
de dejar en poemas esta vuelta en mí.

Y en mi boca tu voz,
como un milagro más
 y es como la luz
que viene en mi búsqueda.

Pintor de mil ilusiones
que me hace entregarme
a un ensueño soñando despierta,
que hace en vigilia
querer seguir amando despertando al amor,
al éxtasis latente del corazón.

Por tu voz sin palabras casi,
sólo murmullos tiernos
 tu espíritu tembloroso
habla en estos momentos
 de dicha suprema.

¡Amor,
un instante detén ahora el vuelo,
murmura tus himnos de triunfos
y recoge las alas!.

Y en mi boca tu voz,
no detiene su marcha
y entre besos cortos
 que duran más que un relámpago,
 regresa ardiente y seductora
acariciando mi alma
entre suspiros leves y casi silentes.

Tu voz la que me dice te quiero
 lucha por afirmarse contra mi duda,
mis temores de que esta realidad aquí,
en mí,
no sea verdad
y todo sea solamente un sueño.

Quiero creer,
que tu voz en mis labios sea cierta
 entre auroras seguras
 para renacer como una desnuda Venus
que surge del más allá
en una aureola de amor.