Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 8 de mayo de 2020

Luna triste


El intruso


El intruso,
en una noche trágica,
sollozante,
entraste en silencio en mi vida
para hacerla florecer
en tu boca tempranera.

Desde ese instante
mi mundo de luz
se transformó
en un roquedal oscuro y triste
y el dolor inundó mi alma
en lugar del amor verdadero
y único que me colmara de felicidad,
sin historias de heridas ni temores,
sin fracasos traicioneros.

El amor
me abandonó las caricias,
los cariños,
la fe,
la fuerza de vida,
las alegrías y las risas
desaparecieron en la nada.

Mi mundo pleno de amor puro
cerró las puertas al cielo al entrar tú
el intruso a mi vida.
¿Por qué razón llegaste?
¿Qué querrías de mi?.

El intruso
solo me dio un amor falso,
insensible,
egoísta y cruel.
¡Ahora basta!
¡Aléjate intruso de mi vida!
No quiero sentir mas
la cascada de tu risa
sarcástica e irónica
navegando en mi recuerdo,
la cadena de tus brazos
arropándome en tu pecho.

El intruso dejó su olor en mi piel,
huelo a él,
me persigue su olor,
me persigue y me posee.

Sentir de ti,
intruso,
no quiero tu palabra enamorada
acariciando mi lamento
y la lluvia de tus montes
seduciendo mis silencios.

Sentir no quiero más,
intruso,
tu colinas encrespadas
devorando mis desiertos
y el oasis de lujuria
que tejías con el beso.

El intruso,
sentir no quiero el halcón de tu mirada
desafiando mis intentos
y el amor de tu capricho
galopando en mis inviernos.

Sentir no quiero el perfil
de tu silueta esculpiéndose
en mi huerto
y ni someterme más
al primer roce de tu fuego.

Sentir no quiero la agonía
que se siente al sentir
que no te tengo
¡Déjame sola tú el intruso,
no quiero oír más tu voz!

Esta soledad no me deja en paz,
si tú intruso mío
no estás nada es igual.
El intruso que un día fue todo para mí
en el decir claro de un te amo,
sin regatear ni una sola letra,
dando por completo la pasión
y el corazón en una mirada.

Intruso,
efímero sueño concluido,
¡qué amargo pesar
ahonda la pena!

Laberinto de seducción


Laberinto de seducción,
escondite secreto,
puertas levadizas,
trancas con cerrojo,
que no conducen a ninguna parte.

¿Es que acaso no existe
el sendero que me libere
de este juego de seducción
que me conduce tan sólo a envolverme
en un manto de lágrimas?

Delicadas,
ardientes,
nuestras almas se buscan
por un laberinto de soledad,
en una melodía que acaricia los sentidos,
instintos que convocan arrebatos de pasión.

Laberinto de seducción,
mi camino fue hacia tu plan
que me condujo
en un extraviado concierto
a que mi alma se rindiera
y la copa de mi sentimiento
se volcó íntegramente hacia ti.

En este paraíso
de los tiempos del alma,
voy intentando alejarme,
recorro senderos,
tupidos follajes,
sendas inconclusas
y no encuentro la forma de alejarme de ti,
tú, el que traes a mi mundo
tus misteriosos artilugios
para enredarme en hilos de tristeza
y sed de sollozos.

Negarme a vivir
quisiera en las sombras del olvido
pero la vida me declara
todo tu amor vivido.

Laberinto de seducción,
donde tu sombra vive de eternidad…
Enciendo velas para encontrar
el lugar donde el viento
sacude su negra soledad.

Ayer acaricié el pétalo de tu sombra
¡Qué extraño fue!

Tú,
el que me llevó a caminos demolidos,
quitando los pasadizos
del incierto vespertino
pero no puedo apartarme de ti,
la música de tu voz
me lleva a un júbilo nuevo,
pleno de placeres
y gozos inesperados,

Perdidos entre los recodos del laberinto
nos buscamos a tientas,
seducidos por nuestra pasión.
Nos abrazamos en el aire del mundo
y nos volvemos a alejar.

Laberinto de seducción,
en ellos se estrenan los gozos primeros,
los sones del amor nuevo,
las huellas de un vivir
transido de un querer.

Déjenme salir,
procelosa y airada,
sin destellos de penas ni de dolores,
desaparecer en la quietud de la noche
para ser tan solo un recuerdo
en el tiempo vivido,
en el ayer,
sin esperar un retorno
al laberinto pasional
que nos imprimió marcas
sobre nuestro anhelado futuro.

Laberinto de seducción,
en el que las presencias de siempre,
no bastaban
y no nos hallamos con las manos,
con los gritos clamando,
con las bocas sin besos,
¡ya no más,
sólo nos quedan cicatrices
dentro del alma
por toda la eternidad!

Tu recuerdo


¿Qué más
podría darme tu recuerdo?
¿Adónde me llevó tu olvido?
¿En verdad te extraño
cuando no estás a mi lado?

¿Cómo sé que te tengo
siempre presente
en mi corazón dolorido?
¿Por qué te pienso
en cada instante
del transcurrir de mi vida?
¿Dónde te escondes
en los rincones
de mis silencios quietos?

¿Por qué sólo tú
iluminas el camino de mi vida
dejando ilusiones que no pierdo?
¿Por qué tengo
el alma formando imágenes
con tus recuerdos,
tus deseos,
tus pasiones?
¿Por qué tu amor
es como el fruto del árbol
de todas las dudas?

¿Desde cuándo transitamos juntos,
palabras abiertas
en el desierto
de las más hirientes ausencias?
¿Por qué vivimos tropezando
con los anhelos inconquistables
y nuestros recuerdos más dulces?
¿Desde cuándo se desataron
estas tormentas inclementes
en el submundo mío
de la soledad serena?

¿Por qué los años no son distancia,
el tiempo y el recorrido
no es más que el sentir?
¿Qué es castigo y qué es consuelo?
¿Por qué la distancia no existe
y el estar lejos no es real?
¿Qué es prisión y qué es escape?

¿Por qué se rompió
el silencio entre ecos,
sollozos y suspiros,
pesadillas y sueños?
¿Dónde se esconde
el viejo museo
de mi historia de amor?
¿Por qué mi corazón sangra
donde se clavaron espinas
de desamor de mis amadas rosas?

¿Por qué siento que mi mundo
está apartado
entre soledad de soledades,
entre mil y una noche sin luna?
¿Por qué al final,
entiendo que la distancia
no es más que simplemente
el tiempo entre las dos veces
que hablo contigo?
¿Por qué  el amor de lejos,
amor lejano,
es la razón de mi existencia?