Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 18 de septiembre de 2019

Luna triste


Déjame a solas


Déjame a solas,
no quiero más
tu amor frío y silencioso,
es húmedo río subterráneo
en los tejidos de mi ser.

Déjame a solas,
que no paralices mis sentidos,
no deseo recordarte
ni un instante más.

Déjame a solas,
¡márchate ya!
bramando en torbellino ciego,
llévate tu tempestad,
volteando tu raudo mundo,
déjame curar éste dolor profundo
que inunda mi alma de lágrimas
como cataratas que la dejan vacía
y sin esperanzas.

Déjame a solas,
nunca más quiero sentir
que sabías a silencio y a sueños
y a tactos de deseos,
sabías a mi mundo,
a todo lo que anhelaba,
sabías a amor,
a mi amor.

Quiero reír sin tristezas,
llorar con sonrisas,
¡vete ya de mi vida!
¡déjame a solas
con mi nostalgia de tus besos
y poder escuchar tu melodía
aún cuando estés lejos,
aún cuando ya no estés!

No necesito tus ojos para ver
ni tus labios para sentir,
ni tu alma para vivir,
ni tu existencia en mi vida
para sonreír
ni te necesito
para saber amar.

Déjame a solas,
no quiero lágrimas
con emociones llenas de ti
y de mi llenando surcos de pasión,
aclarando tristezas,
llenando melancolías,
lágrimas que eran
tan sólo para quererte
y guardadas con sentimiento.

Déjame a solas,
soñándote en cada anochecer,
sin colores,
sin esperanzas,
sin anhelos,
sin nada que me recuerde a ti,
ni tus suaves palabras en mis sueños
que ilusionaron mares,
que significaron tu presencia,
secretos ya idos de amores a voces.

El tiempo de amarnos
entre tú y yo ya no existe,
déjame a solas soñar con el amor,
caricias y besos
verdaderos y plenos.

Alma sombría,
no llegues más a mí,
no mereces castigo ni reproches,
no te veré en el pliego
más negro de la noche,
ahora sin ti
brillarán más las lejanas estrellas.

Eres ya luz
entre sombras que no me alcanza,
eres flores entre ruinas sin color ni aroma,
eres falso clamor entre dulces caricias
nunca más encontradas.

Déjame a solas,
olvidarte casi en el borde del fracaso,
en el final que asombra.

Ahora,
sola al fin,
una luz que el sol
no sabe ilumina mi alma
con sus rayos de amor,
límpido y brillante.
Vivo en una claridad,
en una transparencia de paz
en el gran milagro de un cenital
esplendor por no estar más a tu lado.

Laberinto de seducción


Laberinto de seducción,
escondite secreto,
puertas levadizas,
trancas con cerrojo,
que no conducen a ninguna parte.

¿Es que acaso no existe
el sendero que me libere
de este juego de seducción
que me conduce tan sólo a envolverme
en un manto de lágrimas?

Delicadas,
ardientes,
nuestras almas se buscan
por un laberinto de soledad,
en una melodía que acaricia los sentidos,
instintos que convocan arrebatos de pasión.

Laberinto de seducción,
mi camino fue hacia tu plan
que me condujo
en un extraviado concierto
a que mi alma se rindiera
y la copa de mi sentimiento
se volcó íntegramente hacia ti.

En este paraíso
de los tiempos del alma,
voy intentando alejarme,
recorro senderos,
tupidos follajes,
sendas inconclusas
y no encuentro la forma de alejarme de ti,
tú, el que traes a mi mundo
tus misteriosos artilugios
para enredarme en hilos de tristeza
y sed de sollozos.

Negarme a vivir
quisiera en las sombras del olvido
pero la vida me declara
todo tu amor vivido.

Laberinto de seducción,
donde tu sombra vive de eternidad…
Enciendo velas para encontrar
el lugar donde el viento
sacude su negra soledad.

Ayer acaricié el pétalo de tu sombra
¡Qué extraño fue!

Tú,
el que me llevó a caminos demolidos,
quitando los pasadizos
del incierto vespertino
pero no puedo apartarme de ti,
la música de tu voz
me lleva a un júbilo nuevo,
pleno de placeres
y gozos inesperados,

Perdidos entre los recodos del laberinto
nos buscamos a tientas,
seducidos por nuestra pasión.
Nos abrazamos en el aire del mundo
y nos volvemos a alejar.

Laberinto de seducción,
en ellos se estrenan los gozos primeros,
los sones del amor nuevo,
las huellas de un vivir
transido de un querer.

Déjenme salir,
procelosa y airada,
sin destellos de penas ni de dolores,
desaparecer en la quietud de la noche
para ser tan solo un recuerdo
en el tiempo vivido,
en el ayer,
sin esperar un retorno
al laberinto pasional
que nos imprimió marcas
sobre nuestro anhelado futuro.

Laberinto de seducción,
en el que las presencias de siempre,
no bastaban
y no nos hallamos con las manos,
con los gritos clamando,
con las bocas sin besos,
¡ya no más,
sólo nos quedan cicatrices
dentro del alma
por toda la eternidad!

Si supieras


Si supieras,
aunque ¿sabes?
que día tras día,
horas,
minutos y segundos
dedico mi mente a ti.

Si supieras,
aunque ¿sabes?,
que me inspiras a decirte,
a escribir,
garabatos que su forma
se dispersa en un blanco papel
y dibujan las más tiernas,
dulces y bellas palabras
que terminan siendo frases dichas
y escritas por el sentimiento de amor
que tu despiertas en mi corazón.

Si supieras,
aunque ¿sabes?
que brotan en mi piel
y asoman por mis poros
las pasiones que exceden
al deseo reprimido
que acechando está esperando por ti.

Si supieras,
aunque ¿sabes?
que eres dueño de mi almohada
en mis noches de soledad
y que al amanecer me despiertas
porque estás en mis sueños
enredado en sábanas de seda
y caricias de algodón.

Si supieras,
aunque ¿sabes?
que eres mi todo y mi más
porque te amo
aunque tú no lo quieras.

Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.

Pienso en ti y espero que te acerques,
quiero apretar tus manos,
me corre un secreto en la piel
que es felicidad ansiada,
necesito tenerte cerca 
y es prohibido lograrlo,
por eso quiero saber si te amo.

Necesito vivir en un rincón de tu presente,
haz allí y brúñela como una luna de acero,
cincelada en filigranas.

¿Qué tejerá tu memoria madura
de andar los tiempos,
de dibujar los caminos
por donde viniste andando?

Espejo atiborrado de recuerdos
es tu frente erguida
para que mis manos acaricien
la plata fina de hilos y cenizas
de tu noble cabellera.