Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 6 de septiembre de 2018

Alas de papel


Te amo como eres


Te amo como eres,
 tú, el verdadero amor
que das de ti todo tu ser
sin maledicencias, ni egoísmos fatuos.

Se siente tu ausencia
cuando te alejas
al no sentir el cercado de tus besos
y es entonces que te llamo
hasta quebrar mi voz
y en segundos,
 al no tenerte a mi lado,
 en instantes
me derramo en llantos y sangra mi corazón.

Te amo como eres,
dulce, tierno.
El silencio nos une, hace latir, aún más,
 los sentidos que vibran en los embates
que el tiempo desafía entre cenizas y ruinas.

Contigo floto en movimientos lentos
y suspiros me envuelven
como alas de aves
en un rítmico volar de dulces sueños,
son el máximo resplandor
de que existe el amor entre los dos.
Quiero que sepas
que eres la luz de mi vida,
esa voz que a mi alma alivia
y esa sonrisa que de alegría me llena…

Tú eres mi inspiración,
hoy, mañana y siempre,
mi númen,
danzan enamoradas las palabras,
 las frases de amor
en un revuelo de letras
para caer en las hojas
que esperan por ellas,
para que tú las recibas
como una ofrenda
de mi espíritu inquieto e impaciente
por estar contigo.

Amar es escapar
el pensamiento en la fragancia
del Edén perdido,
amar es… amar es… amar es
llevar clavado en el corazón un dardo celeste.

Te amo como eres
porque nunca intentaste
no dejarme volar
y me brindaste sensaciones de libertad
junto a ti, nunca me fustigaste,
ni invadiste mi espacio,
me amaste en la distancia y en el tiempo.

Y por ello yo te amo
con la fuerza de los mares,
con el ímpetu del viento,
en la distancia y en el tiempo,
con mi alma y con mi cuerpo,
a puro grito y silencio,
en la alegría y en el llanto,
en el peligro y en la calma.

Te amo como eres,
eres fuente de mi camino
y me haces atravesar
la dura realidad sin darme cuenta.
Sólo tú, amor mío,
 por eso te amo como eres,
dulce bálsamo de vida,
símbolo de pureza, inocencia y bondad.

Él es, clamaron mis sentidos,
él es el presentido, el esperado,
el que con su primer mirada
adueñó mi corazón.
Toqué con tu amor los dinteles de la gloria
y en mi alma,
 sentí latir el firmamento
y alentar toda mi ilusión.

Tropiezos


Tropiezos oscilantes,
ondulados,
deslizantes
que me llevan a un mundo nuevo
cada día,
exhausta de ir
tras aventuras nuevas
en mi diario vivir.

Caigo,
me levanto,
vuelvo a caer
y a empezar otra vez
la ininterrumpida danza
tras lo inesperado,
lo imprevisto
que se presenta tantas veces
sin ser buscado
e interrumpe con suavidad,
con ternura,
instantes plenos de amor.

Tropiezos que siempre me conducen
a lugares misteriosos
entre hadas mágicas
y gnomos y duendes furtivos
que me guían
para poder volverme a levantar,
bien alta mi frente
y no inclinarme ni resbalar
de a poco hacia el suelo arenoso
y oscuro
donde yace la soledad sufriente.

Tropiezos, sin tregua,
los tiré en el aire diáfano
para que vayan
en volandas por el cielo
haciéndolos agua
para que llenen los cauces del mundo
con espuma desatada y áurea.

Tropiezos,
deslices que me llevan a abandonar
mis esperanzas
pero no mis prosas poéticas de amor,
las que dejaré que llenen
miles de páginas vírgenes
como bandadas de pájaros al vuelo.

Tropiezos tambaleantes,
callados
pero sentidos,
guardados en el fondo
de lo que mis manos palpan
y mis ojos tocan.
Tropiezos vacilantes,
vulnerables,
aparecen súbitamente
en cualquier instante,
en el menos esperado
y los dejo pasar
sin resistencias ni resquemores.

Suspendidos quedan,
ingrávidos,
buscando un pequeño resquicio
para hacerme vacilar
y sentir esa opresión en el pecho
que sólo el amor puro puede hacer
que los deje atrás,
en el ayer pasado.

Tropiezos,
resbalares sin culpa,
dificultades que afloran
como cactus en el desierto
o como racimos de púrpura salvaje
que cuelgan en el ceibal.

Poco a poco
los pimpollos van apareciendo
como el amor en mi alma
y el canto suave
y sonoro
que abre el sendero
a la esperanza
sin vacilaciones turbias,
sólo con certeras creencias
de que todo, ya pasó.

Querer vivir anhelando amores
en infatigable sed de calmas sin tropiezos,
con ilusiones de vida,
sin cansancios,
tan solo con un poco de felicidad
en instantes inolvidables
plenos de ilusión,
ideas, fe,
imaginación,
creando siempre
sueños de amor.

Mi único amor


Tú,
mi único amor
el que me endulza la vida,
 me hace volar
por cielos abiertos,
 entre nubes de algodón
y pájaros perdidos.

Eres el milagro esperado
me envuelves
en mantos entrelazados
 de tules y lentejuelas
 haciéndome sentir vibraciones
y latidos
que estallan cual cristales lejanos
entre estrellas fugaces.

Tú, mi único amor
te busco
entre altos bosques de bambúes
que impiden que tu sombra se refleje
 clara y precisa
en mi mente anhelante
de tu presencia fuerte,
enhiesta,
verdadera.

Eres el milagro esperado
entre campos florecidos
de amapolas de dulce néctar
quiero estar contigo
en ese lecho de amor de flores
para que tus brazos
 estremecidos de placer
 me hagan gozar
momentos
 largamente esperados.

Tú, mi único amor
necesito el clamor de tu voz melodiosa,
seductora,
con matices de un querer apasionado
que se acerca imperceptiblemente,
 encendiendo mi corazón
con deseos vehementes.

Eres el milagro esperado
la luz que se encendió
entre los dos,
de a poco,
despacio,
 haciéndose una llama de amor viva
 que fulgura en el Universo
a través de tinieblas,
vientos huracanados,
 cometas de fuego.

Tú,
 mi único amor
la distancia nos acerca
 aún a través de la lejanía
 uniéndonos en instantes exuberantes
de amor puro,
 límpido,
único,
expectantes los dos
de estar juntos amándonos
 hasta el fin de los fines.

Eres el milagro esperado
lágrimas de alegría
 desbordan mi rostro
mojando mi cuerpo
con gotitas de felicidad
al estar en tus brazos,
 sintiéndome amada
con profundo placer.

Tú, mi único amor
no me abandones nunca,
eres mi numen,
mi inspiración,
mis palabras de amor,
mis poemas,
mis prosas puras
y vírgenes
nacen,
crecen,
se vuelcan en hojas chamuscadas,
 esperándolas con ansias
 para hacértelas llegar
a ti,
 mi único amor.