Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 25 de abril de 2020

Búscame siempre


Eres mi música


Eres mi música,
mi numen,
mi inspiración,
mis poemas nacen
al compás de tu sentir,
al latir de tu corazón.

El pentagrama de tu amor,
con notas claras,
redondas,
tibias,
despacio se van a su destino,
para encontrarse más tarde
en mi cuerpo,
siguiendo el curso largo
de una huella imborrable.

Eres mi música,
toda de espuma blanca
que me besa
con sabor a los zumos del mundo.

¡Qué gusto denso y
aromático a tierra,
a sol,
a mar!

Son sonidos dulces que me llegan,
no sé si de las estrellas
o de las auroras de cielos
nuevos con un asombro infinito
y mientras no vengas tú
yo me quedaré
en la orilla de tus notas,
de tus vuelos,
de tus sueños,
de las estelas,
inmóvil,
esperándote
y escuchándote expectante.

Eres mi música,
sé que sólo quiero estar contigo,
canturreando,
susurrando tus sones
únicos e inolvidables.

Ni en el mirar,
ni en el besar aprendí
lo que tu música
me quería hacer llegar
y entonces
sin que tú supieras un gran sollozo
estalló en mi ser
para que tú me besaras
y me estrecharas en tus brazos,
lágrimas que tú secarías
besándolas gota a gota
entre música de agua clara.

Eres mi música,
cuando tú me elegiste,
el amor eligió,
salí del gran anónimo de todos,
de la nada,
recibí tus compases de amor
que llegaron al fondo de mi alma,
hasta las profundidades más hondas
y mi tristeza fue toda alegría,
gozosa de que tú me encontraras
y me hicieras rodar,
prendida a tu ser,
en tu pulso,
en tu corazón.

Eres mi música,
no te vayas nunca
porque si lo haces
retornaré a ese mundo imperfecto
en que vivía
sin diferencias en el agua,
en la gota,
en la nube y en mi boca
quedará tan sólo tu nombre
perdiendo yo el mío.

Eres mi música,
tus compases caminarán conmigo
y mientras yo te sienta mi ilusión,
mis anhelos brillarán intensamente
con luces parpadeantes
buscando el horizonte tuyo y mío.

Siento que tu sueño es mi deseo,
siento que tu mirada es mí descanso
y que la música de tu alma
me colma de paz infinita…

Indiferencia


Sentí total indiferencia,
me despegué de ti,
ya no estoy a tu lado,
mi amor se fue
como vuelo de golondrinas.

¿No sientes mi resistencia
a que tu nombre sea mi canción?
Mi desencanto por ti
es como un volcán
que surgió en un minuto de adentro,
muy adentro,
desde el fondo de mi corazón.

Ya nada palpita entre los dos,
ni besos,
ni miradas,
ni gozos esperados
y en este expirar del amor,
la apatía me inunda
y me lleva por caminos curvos
entre selvas vírgenes
y roquedales altos.

Indiferencia,
desamor que se desató
como vendaval brisa
o suspiro bajo mi submundo,
como temblor y calor de tierra
en mi angustia desolada.

Indiferencia,
mi espacio está vacío de ti,
el gran aire que me aleja
me aísla de tu lado
y sólo avizoro en mi horizonte
un nuevo sendero
que me conduce a un nuevo amor
con el cual seguramente
la felicidad me inundará.

La frialdad se adentró en mi alma
y la despojó de memorias,
de recuerdos vividos plenos de amor,
ya no existes en mi vida,
siento tan sólo desinterés y desdén
por algo que fue maravilloso y único.

Indiferencia,
sentimiento de incomprensión
por no ser tú parte de mi vida,
es una verdad definitiva
que traspasa los límites antiguos.

Desencanto tras el hallazgo de la realidad
de saber quien realmente eras.

Indiferencia
porque todas tus palabras
repetitivas y falsas
eran presagio de verdades no dichas
y tu inventada figura
se convirtió en miles de cristales rotos.

Eras tan solo un espejismo
en un desierto de oscuridades
y silencio.

Indiferencia,
cual triste sentimiento
en lentas claridades,
muy despacio me hace ir
hacia las puertas del olvido
para encontrar mi paz
en otros rumbos.

Indiferencia,
testigo cierto de la firmeza
de que Hoy ya no significas nada en mi vida,
fuiste un fuerte soplo de la suave brisa
que golpeó mi alma
pero desperté ante la realidad
inundada de pesares
y herida en mis sentimientos
que tan celosamente defendí
de injustas vanidades y desoladas sombras,
dudas de existencia.

Te recuerdo


Te recuerdo
(cuando en las noches estrelladas y brillantes
y la luz de la luna baña de plata
 las aguas tranquilas del agua,
 te pienso).
Te recuerdo.

Te añoro
(tu perfil desdibujado
bajo la pálida luz de la aurora
viene en mi búsqueda con ansias locas).
Te recuerdo.

Te añoro
(evoco los instantes preciosos
pasado juntos, muy juntos,
 en silencios prolongados y profundos,
entre suspiros de amor
y besos apasionados).

Te recuerdo.
Te añoro
(eres el ser que mi nostalgia despierta,
mi esperanza renovada,
quisiera cercar tu aroma con mis manos
y la dulce potencia de tus brazos).

Te recuerdo.
Te añoro
(tus cantares son con sones armonizados
siguen persiguiéndome sin descanso
y tus notas suben
al igual que ayer en numerosos acordes
y son para mí tu regalo).

Te recuerdo.
Te añoro
(todo sonido en eco tuyo
me lo convierte en alma que te espera,
y tus pasos se sienten siempre
de estar viniendo por la ausencia).

Te recuerdo.
Te añoro
(tengo miedo de no poder encontrarte,
de que mis besos se pierdan
en otro cielo
como el amor que vive de ola en ola).

Te recuerdo.
Te añoro
(perdida voy en las tardes
por siempre en tu embeleso
sin sentir el cercado de tus ramas,
ni ver tu fuego que en los fuegos arde).

Te recuerdo.
Te añoro
(te llamo hasta quebrar mi voz
en cristales translúcidos,
por eso sangra mi corazón
y me derramo entre lágrimas y sollozos).

Te recuerdo.
Te añoro
(dame mi libertad,
no quiero tu fatiga,
quiero sentirte como se siente el agua,
hermosa, libre y límpida
entre tu libre albedrío y el mío).

Te recuerdo.
Te añoro
(busco tu imagen en mi cuerpo
con el frescor de la creación primera
en las densas ondas de la noche,
con afán de encontrar la luz primera).

Te recuerdo.
Te añoro
(así te hallé, sin muros ni rejas,
entre luceros y luces fugaces,
 como manojo de iluminado amor,
el que te ofrendaba,
al día que alboreaba
cuando ganaba la aurora sus matices).

Te recuerdo.
Te añoro
(quiero fundir mi figura con tu bronce,
andar entre los peldaños del deseo,
hasta alcanzar la cumbre de tu nombre).

Te recuerdo.
Te añoro.
Llévame con mi recuerdo,
mis manos a tu pecho, amor,
que desnudándome caminos
sobre el muro que cerca mi silencio,
siente mis besos en tu frente
para que de mis labios surja el verso
que encienda la sangre en tus venas
y me sientas pegada a tu cuerpo
apareciendo mi nombre en tu cielo.