Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 4 de julio de 2016

Muy cerca


Sólo tú


Sólo tú, mi amor ausente,
me instas a que mi cuerpo y mi alma
se abran como un gran abanico
de sentimientos, risas, deseos,
gozos, alegrías sin fin.
Quiero estar contigo donde estuve.

Contigo, volver
¡Qué novedad tan inmensa ésa,
volver otra vez y repetir
lo nunca igual de aquel asombro infinito!

Sólo tú, en cualquier instante,
segundos, años,
 puedes golpear mi corazón
porque sé que donde estuve
sólo se va contigo, por ti.
Tus besos los beso yo por ti,
 saben, tienen sabor a los zumos del mundo.

¡Qué gusto negro y denso
a tierra, a sol, a mar!
Se quedan un momento en mis labios,
indecisos, imprevistos
y sin percatarme no se si son para mi,
 por ser algo irreal y mágico,
¡Son estelas, son signos,
son condenas o auroras!
Sólo tú, creas en mi rostro un velo de lágrimas.

Si tú supieras que ese gran sollozo
que estrechas en tus brazos,
que esas lágrimas que tú secas besándolas,
vienen de ti,
son tú dolor hecho lágrimas
más sollozos míos.

Sólo tú, el único,
traído por el viento crepuscular
y el silencio boreal,
 hizo latir aprisa,
acompasado mi corazón enamorado.

Dime el  porqué de nuestro encuentro
en la sintonía del existir
en este Universo que nos rodea
y nos envuelve en redes invisibles,
diáfanas, entrelazadas
con hilos de mil hojas verdes
 y capullos sin abrir de flores multicolores.

Sólo tú, es al que espero,
a nadie más esperaré nunca,
como Penélope tejiendo mil telares
frente al mar mirando
casi sin ver el horizonte
fruncido por la pena de la distancia.

Cuando tú me elegiste, el amor eligió,
salí del gran anónimo de todos, de la nada
y mi tristeza se trocó en alegría
más alta que las estrellas o nubes,
me elevaste.

Y mi gozo se echó a rodar,
 prendido a tu ser, en tu pulso.
Posesión tú me dabas de mí, al dárteme tú.

Viví, vivo, ¿hasta cuando?
Sé que volverás atrás,
cuando te vayas retornaré
a ese sordo mundo sin diferencias
de la gota en el agua,
del gramo en el peso.

Una más seré yo
al tenerte de menos
y perder hasta mi nombre.

Volver a ti


Volver a ti, 
quiero entrar más adentro de la espesura 
de mi vida para aprender despacio y sin apuro 
a buscarte donde te dejé 
cuando mis naves desgarré sola
 en la playa dejando en ella 
tan solo mi huella borrosa.

Gritando tu nombre en mi silencio hondo, 
vuela a lo alto para que llegue a ti, 
mi amor es tuyo 
y en mi voz se sentirá 
una lágrima de nostalgia.

Volver a ti, vienes hacia mi, 
me enseñas recuerdos 
en los que nos entregábamos uno al otro, 
me haces señas 
con las delicias vivas del pasado, 
invitándome.

Me dices desde allá lejos 
que hagamos lo que quiero, 
unirnos al pensarte 
y entramos por el beso 
que me abres.

Volver a ti, ya, en este instante del hoy, 
no quiero separarme más de ti, 
de esa gran transparencia de ti en mi.

Siempre estarán abiertos en mi ser 
albergues vastos, mínimos, 
donde guardarte 
y así podrás volver a mi, 
a mis celdas de la memoria y sus llanuras.

Volver a ti como canta el río 
en la sed del silencio 
y el anhelo y como lenguas de fuego 
se consumirán al estar juntas 
nuestras formas fundidas 
en el tiempo inagotable.

Aprieta mis deseos con tu pasión de viento.
El sol será mañana un plato de lujurias
 y tú serás mi boca y mis manos
 quedarán desgajadas de rocío 
al sentirte otra vez junto a mí.

Volver a ti, desgrana como antes
 el gris de tu mirada 
sobre mis ojos 
y desprende mi angustia 
de mi alma toda 
haciéndome sentir tu abrazo
 de sentimientos hondos y mansos.

Eres y seguirás siendo 
en mis días de tormenta 
la claridad que brillante atraviesa nubes
 y en la placidez del agua 
alegras mis días sintiéndote mío.

Volver a ti, 
cabalgando en vientos de perfume 
y oro para consumir 
tus besos de mariposas y miel, 
haciendo brotar en mi alma parca 
todo mi amor pleno.

Quiero que como lentas gaviotas de porcelana, 
planeen sobre mi cuerpo ansioso 
tus manos de blancas sombras.
¡Qué sensación tan profunda 
surge de mi alma!
Vuelve a mi, 
escucha mi grito desgarrante 
que nace desde mi piel y mi sangre.

Desafíos


Desafíos,
 la vida nos enfrenta en cualquier instante
en nieblas rojas de fulgor metálico
 a sucesos que nos provocan
 profundas penas
 y congojas sin fin.

Aspiramos sin darnos cuenta
ráfagas asfixiantes
de mudo asombro ante retos
que creímos no provocar
 y que como dagas de filoso filo
se clavan en nuestro corazón.

¿Cuál es la causa?
¿Qué provoca tanta desolación,
tanta crueldad, tanto dolor?
¿En qué lugares secretísimos y ocultos
se escondieron la solidaridad, la confianza,
la amistad, la ayuda mutua?

De entre las sombras
surgen provocaciones inesperadas
que rondan y avanzan
 hacia nuestras almas
 y como truenos errantes
 retumban con salvajes estampidos
 en nuestra paz interior
 quebrada con parpadeos de miedo y pesar.

Desafíos,
a veces en minutos, un desplante,
 una provocación sin causa justa
 hace que nuestro firmamento cruja,
 se desquicie
y la noche de una sombra oscura
 se hunda en nuestros ojos en tinieblas.

Desafíos, querellas inútiles,
episodios tristes, incidentes falsos
que causan una horda de fuego
en nuestro espíritu
antes pleno de amor,
de recogimiento, de gratitud a la vida.

Son instantes de bravatas no merecidas
 que como racha glacial
 toca nuestra frente
llenando los espacios infinitos.

Desafíos,
litigios que avanzan
bajo el soplo de un viento huracanado
 que sacude los árboles de la vida,
caen los pájaros muertos de los nidos,
vuelan las ramas, los ramajes rotos
y nuestro espíritu sufre
 y se mezcla con fantasmas aturdidos
 crujiendo sordamente el dolor
 que nos provoca la ira,
la desazón, el alarde inaudito.

Desafíos,
 nuestra alma humana
herida de amargura
necesitará otras manos
 para curar su pena
cubierta de mentiras difamatorias
y soberbias en un alarde aplastante.

Pero la esperanza poco a poco
 retorna a nuestro espíritu,
de nuevo el rayo entre las nubes vibra,
surgiendo de entre las hojas
 luces brillantes
proclamando la verdad y el amor profundo.

¡Por fin, desde la altura,
de un cielo azul profundo,
las estrellas de cándida hermosura,
 llenas de compasión y de ternura
dejan caer sus luces sobre el mundo!

Desafíos,
caerán débiles y medrosos
a hundirse en oscuros huecos
de secretos ocultos
y la fe se elevará segura
en su dulce amor a la vida,
en un fulgor de alboradas
con música de brisas
de nuevas primaveras.

Así las almas como estrellas errantes
 iluminarán la amplitud del cielo
entre ilusiones de un vivir de amor
 que se cubre de poesías
 en nuestros sueños serenos y anhelados.