Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 5 de enero de 2013

Ensoñación


Luz en la oscuridad


Tinieblas, noche oscura, así se encontraba mi vida hasta que te conocí y fuiste luz en la oscuridad.
Apacible luz que se cuela caprichosa desafiando el destino y a la vida.
Luz en la oscuridad que hizo renacer en mí un sin fin de emociones dormidas, ¿cómo lo hiciste? no lo sé.
Luz en mi vida, destello en la noche, que pude con mis manos tomar y para mi vida es un fresco renacer.
Luz en la oscuridad, que no pide nada a cambio del amor, sagaz ilusión hecha realidad, siempre pura en horas limpias que bosquejan por el aire lo que yo escribiría en mis hojas en blanco.
Dejas que acaricie tu corazón, me lo das como un cristal que quiero y necesito proteger.
Luciérnaga hermosa en tu luz me complace amanecer, préstame tus alas, yo también quiero volar.
Luz en la oscuridad, me regalas apacibles rayos de vida, ¡te quiero, regalo de vida!, soslayémoslos sin prisa, entre luceros del alba, circos de la noche, estando juntos, muy juntos.
Sin dolores, sin penas sin pesares, hasta que el infinito universo se minimice ante nuestro amor desde el principio al final.
Luz en la oscuridad, lámpara que divisa horizontes nuevos, con música de fagot, flauta y contrapunto llevándonos al placer de estar juntos tocando eternas melodías apasionadas.
Luz en la oscuridad, candiles encendidos nos alimentarán el amor, fanales y quinqués alumbrarán nuestras caricias y suspiros llevándonos de nuestra razón de vida como un cántico ligero y leve en una nueva dimensión de amor…

Huellas del destino


Huellas del destino, en cada lugar están presentes, no puedo huir de ellas aunque mi corazón trate de hacerlo.
Inexpugnable destino que me lleva a lo más profundo del alma, buscando respuestas a todos los porqués.
Puedo acariciarte el alma, ese es mi destino, acariciarte de lejos, acariciarte en silencio.
Huellas, sólo huellas que el destino y el tiempo van dejando en mi piel, en mis sueños.
Destino del que no puedo escapar, aunque lo intento con todas mis fuerzas, escapar de ti, de este amor que me quema en el pecho y me deja sin aliento.
Seguiré sus huellas como noble esclava de este cruel destino que me lleva a ti, resistiéndome hasta lo hondo para surgir airosa y pura.
Me resistiré, ya casi sin fuerzas, me las han tratado de quitar tú y el frío destino.
¿Por qué no me dejas escapar de ti?, eres voluble, veleidoso, quieres mis caricias, pero sin embargo me buscas y luego me olvidas en un rincón lejano de tu vida.
Deja en una huella tuya mi destino tan sólo hilvanado para que en un segundo se rasgue y encuentre mi propia huella.
Ya no te comprendo, estoy confundida,, tus besos eran míos ,pero tu alma huyó, huyó de mí hacia lo desconocido o esperado por ti.
Huellas del destino que anidan en mis cabellos ya no tengo fuerzas, mi amor por ti fue único pero ahora renaceré en otro vivir y las huellas del pasado van quedando como ecos anunciando que las penas se olvidan, se agotan poco a poco como las gotas de lluvia entre los charcos y mi alma refleja un adiós sin palabras en un final total procurando encontrar otra huella firme y profunda donde la mía se vaya muy lejos con ella hacia otro destino…

Tiempo de vivir


Tiempo de vivir, bien despierta en los bosques floridos del sueño, llamada por la voz de la vida que me espera toda para andar sin prisas ni quebrantos, desnudos mis pies, ligeros y presurosos, para alcanzar con calma y cuerpo ágil todos los momentos que la vida depare.
Tiempo de vivir, abriendo con afanes y deseos, el tupido follaje del misterio de los días por venir cercanos y lejanos. No cansancio en los tiempos que vendrán, sí ansias de vadear presurosa los cruces momentáneos de amargas desilusiones.
Tiempo de vivir, esperando primaveras con música y ritmos luminosos y serenos que lleven el cielo a mi alma.
Tiempo de vivir ¡qué las campanas broncíneas lo anuncien y llamen para la
fiesta de lo que es un sólo día!.
Sin prisas, vivir el tiempo, deleitándose, saboreando cada instante, procurando
que el amor nos colme de delicias y dichas transparentes y nítidas, sencillas y cálidas.
Tiempo de vivir, sentirse llevado amparado, entre caricias onduladas, en el infinito dar, descubriendo de a poco, nuestro anhelo buscado e ir hacia la luz del alma.
Vivir en el refugio del manantial que nos conduce suavemente al placer y al amor, soslayando momentos de dolores y quebrantos, defendiéndonos de las quejas, de las penas, celadas y lamentos.
Tiempo de vivir, en la claridad, con los ojos llenos de amor y las manos tendidas con ternuras y caricias para dar a pleno, encendida la lámpara de mi alma para que con su fulgor mi amado me encuentre…

Imagen viva



Sortilegio


Sortilegio, embrujo de amor que cautiva y sin darme cuenta me lleva alguna vez a cantar versos pródigos de palabras exactas y silencios largos.
El intrépido corazón late con gozos acompasados y ternuras compartidas.
El embrujo de amor me llena de báculos de flores y de luces titilantes con un delicioso aroma de sal e hierbas tiernas.
Sortilegio de amor que guiado por la luna, inventadora de duendes y gnomos, lleva al más allá un embrujo unido por lazos indestructibles sin que distintas sendas los aparten.
Conjuro que me hace cambiar suspiros y llantos por risas y cantos.
Ensalmo mágico que me hace cruzar audazmente sendas desconocidas, aires pujantes, renovadores y luminosos ríos inquietos de pies y manos.
Sortilegio encantado que me lleva como buscador de aventuras a senderos de la montaña y de la estrella para ir tras el amor único y total, pródigo en dones de fe y esperanza.
Y como por un encantamiento la fuente del alma se colma de eterna primavera irradiando fulgor y secreta lumbre por siempre.
Sortilegio que me envuelve en la verde frescura de los campos y en el canto de los pájaros, ¡Dadme el amor que anhelo¡ ¡El verdadero! para poder descubrir el milagro del abecedario guiada por las estrellas y la gracia de la música inspiradora de creación de luz de sueños.
Sortilegio sagrado, llévame a los secretos de los astros y dame con tu magia la paz de intactos cristales que libera de las sombras y nos lleva a la dicha que suave emana del alma toda…

Confesiones íntimas


Confesiones íntimas, carta para aquel que todavía espero.
Confesiones íntimas que llegan hasta ti tratando de arrancar de tu alma tan sólo un halo de amor, una palabra que me haga adivinar de qué manera sabes amar.
Confesiones íntimas que quiero hacerte a través de estas líneas porque no puedo decirte mirándote, todo este amor que presiona mi corazón.
Quiero confesarte que hace tanto que te amo que no recuerdo bien en que momento comencé a amar tu sonrisa, tu mirada, te amaba en silencio, muriendo de pesar cada vez que a tu corazón llegaba un nuevo amor…
Quiero confesarte que siempre me atraías y con afán esperaba verte cada día, pero estos recuerdos están en el pasado.
Hoy quiero confesarte que me confunden tus idas y venidas y el dolor me inunda como última forma de amar, sólo recibo de ti migajas de sentimientos no sentidos.
A través de estas confesiones íntimas quiero remover en ti el centro de tu ser y que me respondas si sólo soy una memoria del ayer o si ya ahora no soy más que un peso infinito y que no existe en ti ni un rastro de afán de retorno.
Puede ser que donde tienen que amar dos, sólo existen confesiones íntimas y un corazón solidificado negándose a escuchar.
Confesiones íntimas como última forma de amar de una mujer que se niega a que su realidad se esfume a sí misma y sentir que su verdad de amar no sea dolor ni prueba, sí un existir esperanzado, sostenido en un amor verdadero, pleno de signos y simulacros, trazados en papeles, en cartas de confesiones íntimas que no las va a deshacer el tiempo en polvo ni en rastros fugaces, ni tan sólo recuerdos finales, vacíos, sin sombras ni huellas.
No quiero vivir en una soledad oscura sin contar al menos con la esperanza de algún día llegar a ser alguien en tu vida.

Palabras en secreto


Palabras en secreto son como imágenes que inclinan su hermosura sobre espejos que nunca las reflejan.
Palabras dichas en silencio, brevemente, sin brillos que las destaquen sólo el secreto, misterioso y oculto.
Palabras en secreto, compartidas entre dos que amándose y desamándose, tejiendo y destejiendo, entre pasadizos, con sigilo, su amor apasionado.
Son confidencias compartidas con ternura y discreción.
Palabras en secreto, gran silencio sólo roto por nosotros, en un rincón habitado por dos voces, como susurros, como murmullos, que nos arrullan con amor.
Secretear es hacer señas encubiertas de besos y caricias rindiéndose al pensar ardiente.
Palabras en secreto son como deslizarse en la oscuridad, oscuridad profunda que no proyecte sombra alguna y podamos abrazarnos confundiéndonos en el negro espacio, felices por amarnos tanto, en cielos abiertos para los dos.
Palabras en secreto, no hacen daño, dan placer infinito de compartir instantes de dichas, como cánticos que brotan de la nada y van hacia el todo.
Palabras en secreto de preciado valor que dan dulzura a nuestras almas y ahondan en nuestros pensamientos como gotas dulces de rocío entre sinfonías que nos envuelven en tibiezas de música.