Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 20 de junio de 2015

Duérmete conmigo


Hoy te siento


Hoy te siento,
aquí cerca mío.
La ternura de tus caricias
y tu mirada
es una franja azul y verde
entre el cielo y el agua.

Es una estela dejada en la piel.
Tu ternura es energía
transformada en besos.
Es un ave coqueteando con las olas.
Es una hoja balanceada por el viento.
Es un rosal floreciendo.

Tu ternura la percibo
en el abrazo cálido y sensual,
en el poder escribirte
a través de ella las poesías,
las palabras que nacen del alma para ti.

Hoy te siento
en el gesto delicado
que sale del alma,
en la forma en que me llamas.
La ternura es el suspiro del amor.

Hoy te siento
a través de tu calma
con que has sabido llenar mi alma
y hasta el menor de mis pensamientos
inspirando hoy cada letra
de cada poema que te escribo.

Es bella y verdadera tu esencia,
le escribo a lo que tu presencia
en todo mi existir genera.
Cuando un día
mis poemas lleguen a ti
entenderás que te amé así,
por no saber amar de otra manera.

Percibo tu ternura
y mi corazón infinito
como el cielo se convierte en volcán
cuya hirviente lava,
llega hasta el alma,
es como un dulce poema
que alegro mi triste razón,
eres una luz en mi alma
me alumbra
en todos los caminos de mi vida.

Hoy te siento
en una noche muy obscura,
noche de eclipse de luna,
la estrellas a mi alrededor
tiñen el cielo de color.

Tiemblo de amor
cuando se anuncia
la inminente llegada de mi amante,
a quien espero despacio
igual que un fruto colgado
sobre el fresco de la grana.

Y viene hacia mi
desprendido y risueño,
eterno signo de bondad y ternura
y nos encontramos en el cenit,
yo inocente y pura,
él noble y único.

Hoy te siento.
Desde lejos,
ya en el umbral del encuentro
y mi voz leve como un hilo
que sale de su noche,
trémula lo llama
¡Ven!
¡Te espero!
¿Desde dónde?

Es entre ondas sucesivas
de un querer al otro,
de ternura leve,
luminosa por el sol,
purísima y diáfana,
de blancura total y mi trémula espera
avanza soñando,
se acerca y las almas
se reconocen radiantes
en el camino que las esperaba
y en el papel amanecen
unas palabras
¡Amor,
hoy te siento!

Me buscas


Me buscas sin alas,
silencioso por los aires,
me buscas recorriendo distancias,
emocionado con versos
que se dan a la vida como un milagro.

Me buscas con tu ritmo cadencioso,
revoloteando entre caricias y suspiros
en nuestros encuentros entre rosas,
albores, celajes,
donde el tiempo se pierde
en un ir y venir infinito.

Me buscas con flechas perfumadas
que lanzaste a mis palabras
en un poema de amor
que viajó hasta tu alma,
dulce estrella de la pasión,
ojos de luna,
corazón suave y tierno
de mi esperanzada espera.

Me buscas pero de ti conozco
tan solo tu alma venida desde lejos,
alma que con pálido encanto
es fuente sonora,
esencia del canto
¡es un reír de aurora!

Sé que me querrás,
lo creo y lo veo.
Lo dicen tus ojos
cuando me miro en ellos
y si así no fuera,
sólo tu recuerdo llenaría mi vida
de amor no olvidado por siempre.

Necesito un poco de aire,
vestido de color,
para que suavice mi alma
con un soplo de amor.

Me buscas  pero prefiero ser libre
en mi espacio abierto,
sin trabas ni cerrojos,
eso es todo un reto
pero por amor lo acepto.

Me buscas y son mis versos
los que se agitan y rápidos
vuelan al papel que los está esperando,
ansiosos de recibir amores al vuelo
con melodías de amor.

Me buscas  y mis ojos te miran
y van más allá,
no creen en ti,
otean el horizonte
buscando otro amor
que sea verdadero.

Me buscas y no brillas aunque brilles…
no besa tu beso…
¡Quién te amó sólo amaba cenizas!
Pondré en mis versos
el tesoro de las noches raudas de inspiración.

Me buscas,
dame a beber la poesía
que tú inspiras para darme
el valor de seguir luchando
y amando siempre.

Me buscas  y así,
si hemos de caer,
en pleno vuelo,
caerán nuestros corazones
unidos iluminando la amplitud del cielo,
plenos de luz  como una estrella errante.

Pasión sin rostro


Pasión sin rostro,
¿eres tú el esperado?
a través de la vida que pasa,
espero no sólo fugaces dichas,
sino la esencia de verdaderos sentimientos
plenos de júbilos y plácidos encantos.

¿Dónde estás tú,
el desconocido?
No te encuentro ni en mis estrofas,
los sones que de mi vida van brotando,
son los pasos de las visiones
que conmigo lo andan buscando.

¿En qué lejanías te escondes?
Tu alma la siento cerca,
tu rostro no lo he de hallar.

Inútilmente pido noticias de él al viento,
al ave, a la flor,
a la fuente y a los astros del firmamento.

Más no he de dejar de buscarte,
ya una voz secreta me susurra,
¡sigue!
¿Qué te importa no hallarle?
¡Sigue!
¡no te canses,
poetisa!

Sueño mis versos y soy feliz,
sólo con soñar con tu rostro,
canto ¿qué importa no ver la raíz
si todo el rosal está en flor?

Pasión sin rostro,
¿Dónde ocultas tu alma?
Por hallarte no reposo,
vuelo bajo el cielo y sobre el mar
¿Dónde vives,
solitaria, misteriosa?

Tu pasión la siento cerca
y no sólo como un sueño que se esfuma,
sí como un anhelo dulcísimo
de añorar tu presencia.

Nuestras almas,
en lenguaje sutil
cuando los cristales se duplican,
se encuentran y se enlazan.

Pasión sin rostro,
mis sentimientos se cruzan
y mis anhelos anudas,
habitas en mis sueños
y conozco tan sólo un rincón de tu alma.

Primero fue un poema de amor
que envié a tu alma sin rostro,
luego otro y luego otro
sobre las costas de tu espíritu
se fueron amontonando con fuego de pasión.

¿Quién eres?
¿Cómo eres?
Soy tan solo una mujer poeta
que busca el amor
como increíble recompensa de los cielos
e ilusión llegada como magia a mi alma.

Pasión sin rostro,
como una máscara misteriosa,
sin apariencias reales
que no representan quien eres
pero que dentro de ti,
muy dentro,
está la confianza personificada
en un rincón de tu alma
y la calma inunda mi alma si tú te acercas.

Pasión sin rostro,
vuela mi corazón hacia ti,
pleno de ilusiones y esperanzas,
atadas con cadenas de estrellas
a la sombra de un árbol
y con cantos de pájaros perdidos en la brisa,
dejando un invisible rastro de alegrías y anhelos.