Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 22 de noviembre de 2017

Mi vida y tu


Por un solo beso tuyo


Besos húmedos
¡oh!
Sorpresa sin darme cuenta
me besaste por vez primera,
mi cuerpo vibró y mi mente se nubló,
entró en mi corazón,
llegó el amor.

Ese primer beso de mi mayor anhelo,
un beso grande, un beso inmenso,
un beso cálido,
húmedo y tierno.

Por un beso tuyo…
caminaría en el desierto,
inundaría los cerros,
cruzaría el mar en corcel de plata.

Te entregaría mi calma.

Araría en el desierto
 para sembrar en tu alma
la semilla de tu estirpe,
que vería crecer con ansia.

Por un solo beso tuyo…
arriesgaría mi historia,
vendería mi alma
y contemplaría la gloria.

Por un solo beso tuyo,
regresaría mi historia
desde donde siempre te he buscado
y desde siempre te he esperado,
y ahora que te he hallado
apretaré con denuedo
tan sublimes recuerdos.

Pues la flor que he cultivado
llena ahora con su perfume
el jardín que he tanto cuidado.

No alcanzas a imaginarte
lo que es capaz tu embeleso.

A mi arte entregaría
sólo por saberte mío.

Por un beso tuyo
daría mi vida entera,
despreciaría todo el oro del mundo
y lo cambiaría por un beso tuyo.

Con un beso de tus labios
encontraría la cura de mis males
con el toque de tus manos
acabarían todos mis pesares.

Primer beso de amantes insipientes,
¡Júbilo! ¡Felicidad!
¿Podrán los labios repetirlo?

Por un beso tuyo
yo no sé qué daría,
si la luz del cielo
o un diamante entero.

Por una caricia tiraría al viento
al mejor te quiero
despertando el tiempo.

Por un beso tuyo yo no sé qué diera,
si mi alma entera
o mi corazón enamorado.

Gritaría al mundo,
llena de alegría,
el amor que siento por tener tu cuerpo,
por probar tus besos y
tu dulce aliento.

Por un beso tuyo bajaría el sol,
la luna plateada,
mil palomas blancas,
yo no sé qué diera
loca de contenta
si mi alma entera
colmara mi corazón sin frenos.

Besos de tu boca,
caricias te daría,
abrazos que demostrarían
mil veces mi alegría.

La sinfonía de mi pensamiento,
a veces te diría
 las letras de un te quiero
porque a veces por ti vivo
y a veces por ti muero.

Me entrego a ti mi amor


Me entrego a ti mi amor,
te busco y anhelo
tu presencia a mi lado.
Mi piel tiene el sabor de miel
de tus besos y mi cuerpo
clama excitante
que vengas a mí y me amas.

Me entro a ti,
con mi alma deseosa de amor,
ahora, en este instante, ya,
sin esperar en vano al vacío absoluto
sin el encuentro de nuestros cuerpos unidos
como uno solo,
entre besos,
caricias, ternuras,
mimos de ansiedad compartida
de llegar juntos a culminar
como si estuviéramos
en nuestro Paraíso terrenal.

Me entrego a ti,
mi amor,
con toda mi pasión,
mi ardor otoñal,
con mi cuerpo aún deseoso
de ser poseído por ti.

Cuando estamos juntos
volamos hacia la inmensidad del horizonte
bajo la luz de las estrellas
que iluminan cada momento del amor
que nos une, nos estruja,
nos hace explotar con dulzuras,
con besos profundos,
casi sin ruido algunos,
otros melodiosos que piden más,
mucho más.

Me entrego a ti,
mi amor,
avivas mis deseos de ser tuya,
enteramente tuya y mi virginidad
te entrego en cuerpo y alma.
En nuestro lecho de amor,
entre azahares,
rosas, amapolas,
verdes lotos recién nacidos
hicimos el amor con pujanza,
entre impulsos tanto esperados,
con vaivenes de entrelazos,
como con abrazos y suspiros levemente
respirados entre besos
que nos llevan a nuestro mundo,
sólo nuestro.

Me entrego a ti,
somos dos en un cuerpo y dos almas,
entregados al amor con intensidad,
plenitud, alborozo, alegrías y risas sin fin.
Bailo entre tus brazos,
mis caderas sin quererlo se mueven solas,
bailando como si estuvieran
en las mil y una noches.

¡Qué felicidad!
¡Soy toda tuya!,
sólo tuya,
bajo el arco iridiscente
de la bóveda celeste que nos acoge
secretamente en nuestra íntima soledad.
Me entrego a ti con regocijo,
sin pudores, ni tabúes,
con toda mi ternura,
mi amor, mi dulzura,
enamorada de ti como de la vida.

¡Te amo!
Te esperé durante mucho tiempo
pero por fin me encontraste
con todo el arte de tu seducción,
tus palabras fueron sin saber
la caricia al interior de mi mundo
haciendo remover en mi cuerpo lo dormido,
lo que se había detenido en un lapso de la nada.
Vivamos tan sólo el Hoy,
es el que no unirá por siempre.

Pesares del ayer


Pesares del ayer
vuelven a mis recuerdos
cual de puerta pesada cuando
gira sobre gonces de hierro enmohecido.
Anidaban en las grutas del olvido
y ahora pregunto
¿por qué regresan en un sombrío torbellino?

Pesares del ayer renacieron
en una mañana apenas comenzaba,
áspera y fría cual musgosa bruta
y ardieron en el cielo de esa aurora
nubes de un rojo intenso
como en un conjuro infernal,
colmado de bramidos cayendo cual torrentes.
Pesares del ayer como nubes de borrasca
me inundan con un ronco eco de dolores idos.

Todo aquello pasó pero aún
en mi mente siento remordimientos
por no haber sabido actuar con límites
y dejar pasar al dolor por mis fronteras
que debían protegerme.
por no haber sabido actuar con límites
y dejar pasar al dolor por mis fronteras
que debían protegerme.

Pesares del ayer, mi afligido pensamiento
quiere ahuyentar las sombras de aquellos ayeres,
de aquellos amores
que en vano llegaron a mí.
Pesares del ayer,  recuerdos que deben irse
al lugar secreto donde reina
la paz y el silencio

haciendo irse muy lejos
a los tormentos imborrables
quiero que todo lo pasado que provocó dolor
se hunda en hondos precipicios

palpitando en un viento ardiente
como el que sopla en un gigante incendio.
Pesares del ayer,
dejadme vivir desde el Hoy la vida
plena de amores
y deseos calmos.

Y poco a poco nacerán
los versos, las frases, las prosas,

entre perfumes de
flores guarnecidas de pimpollos nuevos.
Y entre risas y lloros en flor
mis prosas volarán en las alas de mis sueños.
Versos!
¡Palabras de amor!,
me hacen refugiarme en el mundo del olvido
sin pesares del ayer,
sólo estrofas entonadas
como canción de vida.

Pesares del ayer,
unos los hundo en el mar,
otros cruzan por el éter para que beban luz
en las estrellas y no regresen
jamás a mis recuerdos
que tan sólo quieren revivir los mejores instantes de felicidad
de los ayeres de ayeres
y en este Hoy dormitar en el silencio
de la luna llena rodeada de luces brillantes
de amores nuevos.