Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Mi Verso es un Canto
Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.
La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.
Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.
Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.
Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.
Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.
La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.
De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.
Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.
Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.
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martes, 6 de marzo de 2012
Euforia
Euforia, siento, euforia optimista al entender a la lluvia que cae y la tierra abraza. El bienestar me inunda, es el amor que hiciste nacer en mí.
¿Qué voy a hacer? si a cada momento, pensando en tus ojos, me viene el recuerdo de que soy tuya para siempre… y siento una euforia en todo mi cuerpo…
Es la sensación del entusiasmo que nace del pensar en ti, ¡estoy eufórica! ¿Sabes lo que es eso? es éxtasis, arrobamiento, delicia de optimismo cierto.
Euforia, ardor, pasión, ¡quiero ser feliz! Espero el momento que está por llegar, de amoroso encuentro.
Euforia, los versos que en mí, estaban guardados, abren las alas y vuelan por ti y para ti, levantando un tembloroso remolino de cadencias.
Euforia, vuelen, vuelen mis versos hacia todas partes, buscándote a ti, unos van a los jardines y unidos a las abejas oyen y aprenden el dúo que en la flor recién abierta, el perfume y el color, misteriosamente elevan.
Otros, en plena euforia, se rompen las alas en la transparente esfera de la gota de rocío en la que absortos contemplan la imagen del cielo unida a la forma de la tierra.
Versos que vuelan hacia ti, mi amado, en su euforia de entusiasmo, cruzando el éter, bebiendo luz en las estrellas, dormitando en el silencio blanco de la luna llena.
Otros, cabalgan en los cometas, son los versos más audaces, los que me llevan a gozar pasiones imprecisas.
Otros, pensativos te buscan en tu corazón y como en ecos silentes te dicen ¡te amo!.
Euforia, exaltación de vida, voy hacia ti ansiosa de que tú digas y gritas ¡estoy buscándote a ti! y que en todo el universo esas palabras conmuevan con voz de música y brisas de primaveras al númen que llega y se queda enmudecido en mi interior habitándolo en el ideal del poeta.
Y las frases se evaporan o se consumen en las cuerdas de la lira, el amor las envolvió y las escondió en un ensueño lejano y cada estrofa llevó en una nube, flotando en ella, con luz de estrella ¡Versos! ¡Versos para ti, ascended hacia él y en las estrellas verted el amor que me inspiró
Para ti no escribiré
Para tí no escribiré, mis versos no serán más para tí, algún día escribiré un poema que no mencione el aire ni la noche, un poema que omita los nombres de las flores, que no tenga jazmines o magnolias.
Quédate en un rincón de mis recuerdos y algún día te escribiré un poema sin pájaros, sin fuentes, un poema que eluda el mar y que no mire a las estrellas.
Algún día te escribiré para tí un poema que se limite a pasar mis dedos por tu piel y que convierta en palabras de amor verdadero, tu mirada.
Sabrás que ya no te amo y sin comparaciones, sin metáforas, algún día escribiré cuando ya por completo te hayas ido de mi vida, un poema que huela a tí en un canto que fue mi dicha.
Atolondrada y confusa, demasiada llena de ruidos, sin centro ni reposo, desconectada del otro lado de la piel, atormentada por el interminable crujido de este corazón, tierra cuarteada, ceniza gris en mi pecho, así pasan estas noches de calor y duermevela, estas noches en que no estoy contigo.
Para tí no escribiré más y haciendo un hueco en la inminente llegada de la luz, soy voz al fin, hermosa y afinada, pura y descansada pudiendo confundir mi mirada con mil estrellas fugaces, tocando una eterna melodía inolvidable, salvándome del olvido.
Para tí no escribiré, en el silencio de la quietud de mi vida, mi mente navega como un náufrago sin sentido recorriendo cada rincón de tu vida y sin darme cuenta me pierdo.
Mis labios no van a pronunciar palabras de amor hacia tí, de mis manos no brotaran más caricias leves, volátiles ni tiernas.
Para tí no escribiré más, no más poemas de amor que iban hacia tí, no quiero escuchar mas tu voz que le daba sentido a mi vida, que era la música de mi alma, tu voz, sonido del agua, conjuro, encantamiento, ¡ya no más!.
Déjame vivir conmigo misma escribir mis versos sin pensar en tí, déjame al fin sola sin tu amor frío y silencioso que como húmedo río subterráneo recalaba en los tejidos de mi ser.
¡Márchate de mi vida, bramando en torbellino ciego, llévate tu tempestad volteando tu raudo mundo, déjame que mis palabras de amor no sean más para tí!
Esencia de Vida
Bésame y que espere la vida.
Saber de tu existir le da paz a mi alma.
Esencia de vida, porque no hay duda en nuestro espíritu de que nosotros somos los dos llamados posesión lenta, al fin del paraíso.
Nuestras almas juntas suenan como orquestas con música de mares y solos de estruendosas cataratas, millares de alegres notas de clavicordios y violines.
Esencia de vida, existencia del amor en este tiempo vivido, nuestro, muy nuestro, la felicidad está ya cerca y desde los cielos se la oirá en su gran marcha subceleste, hollando nubes y encontrándonos.
Esencia de vida, entidad de dichas y alegrías porque al sentirla venir el alma tiembla de gozo y de placer y se oye a lo lejos muy lejos, el diapasón de la tormenta que ruge y la brisa que suspira.
Esencia de vida, cualidad de amar desde el alma toda y es a ti a quien amo, el del espíritu fuerte y caricia tierna, el que me inspira la policorde rima, los versos que se ajustan al trueno y a la calma.
Esencia de vida, me conduces con tu cualidad suprema a cantar y danzar sin razón aparente, canto incesantemente mi musical portento, ya que convertiste con tu amor en lira mi corazón.
Fluidas vidas las nuestras que se expresan con todo el cuerpo y espíritu, las que se expresan en sentidos sin arrepentimientos.
Esencia de vida, inherente al amor que nos envuelve y despierta nuestra alegría, estamos atentos a ser impresionados, lo suficiente para ser amados llenando el silencio de la noche, envolviéndonos en el aroma de los jazmines, las rosas, los azahares.
Esencia de vida, esperamos que llegue un día de quietud permanente y soberana para encontrarnos entre ensueños palpitantes en un inmortal mañana.
Mi corazón se aferra a la felicidad, como a la tierra rota por el arado la simiente.
Esencia de vida, nos sentimos íntimos cual si fuéramos uno, íntimos, peregrinos de humanidad, he intuimos los efluvios del amor, de esos que dan la vitalidad, la fuerza, la ternura y la pasión.
Sólo a ti
Amantes
El edén nuestro está debajo de todo lo supuesto, lo supuesto, lo sabemos, es la vida y el mar y por eso desnudos, voluntarios, deseosos, vamos en busca del amor, sumergiéndonos entre besos alegres y gozosos hacia el cielo azul que nos aguarda con música de violines encantados.
Porque no hay duda, ya que nosotros somos los dos llamados, al fin, al edén.
Yo tan vaga e indecisa, antes, ahora tengo escogido cuerpo, sitio y hora. Me dices ¡voy! y soy tu destinada presa.
Amantes, cómplices de un amor prohibido, lugar incierto de encuentro que protegerá nuestro amor en silencio.
Iré hacia ti con los ojos cerrados y las puertas de mi corazón franquearán tu paso hacia lo posible hecho realidad.
Amantes, a horas inciertas, en el sosiego de los atardeceres nos amamos, bruñidos a fuego, en cuerpo y alma.
Escogida estoy ya para la hazaña del gran gozo del mundo, el amor profundo de lo no permitido entre cómplices en la noche oscura nos cobija y nos cubre… con sus velos de plata y tus caricias indómitas a mi rostro llevan el perfume de tu piel.
Amantes, somos lumbres, besos, abrazos, entrega total de nuestros cuerpos.
A veces rumores nos aproximan y a veces nos alejan, nos apagamos pero igual la luz sigue brillando quedándose con nuestros deseos vírgenes, esperándonos otra vez.
Amantes, dos mitades fieras, dos seres en uno, enfrentados en un gran temblor, en pos de una unidad inseparable y conquistada mutuamente para ser dichosos en la lucha de darse en su gran dicha de ser.
Querido amante, ¡ven a mi lado en nuestro próximo encuentro y nos amaremos hasta el alba!
Nostalgia
Picardía
Tal vez en una chiquillada con visos de candor me lleve a la ilusión de que tan solo es ingenuidad pura y sana, efímera en el tiempo, breve en su transgresión pero que da a mi vida el sentir pasión y deseos de vivir en felicidad.
Picardía, en secreta travesura la frágil mirada de “yo no fui” inunda mi alma de inocencia y el rubor inunda de emoción mis mejillas y mis ojos se llenan de ternura como el aliento del viento.
Picardía, de luz amanecida, son suspiros como toques divinos, son la luz de mi vida, toques de serenidad y alegría.
Traviesa llega con desparpajo la inocencia con deseos de llegar al celeste cielo y flotar entre nubes de algodón y de espuma.
Quizás una picardía me devuelva la alegría y me acerque a mi amado entre arrumacos y mimos, entre risas cantarinas, entre sonoras carcajadas.
Y traviesa se dibuja una sonrisa, nuevamente el ansia de vivir me inunda el espíritu y al olvido se van tristezas y malicias, fresca el alma y tibio el corazón.
Por una picardía, un beso, una caricia, sin memoria de los grises, sólo el bosque de verdes pinos, el perfume de las flores, relevantes los colores.
Los pájaros con sus trinos nos llevan a amarnos más con sensaciones de paz y bienestar.
Enlazados
Enlazados, apretados uno con el otro, en una gran gota de cristal pura y diáfana, envuelta en maravillosas caléndulas cuyos colores se reflejan en nuestros cuerpos.
Enlazados, como en un capullo que se abrirá al mundo, en un proceso lento y fugaz pero no por ello deja de ser vida que con su vuelo multicolor se elevará a los cielos anunciando que todo vuelve a empezar.
Enlazados, apretados, abrazados en espacios estrechos donde somos uno, desde el principio al fin.
¡Qué gran placer estar tú y yo enlazados! envueltos en una semipenumbra donde un haz de luz nos atraviesa y nos anuncia que estamos vivos.
Enlazados, surcando distancias, tras parámetros infinitos, en un continuo deambular buscando cielos abiertos frente al mar.
Enlazados, regocijo de nuestras almas, sin voz, en silencio profundo, inédito, donde tiemblan las caricias en espejos de azogue y sal.
Enlazados, de mi alma nacen palabras, frases, monólogos, versos que se cruzan y se mezclan entre giros y danzas, emergiendo de pronto como poemas de amor que se lanzan a dibujar sus letras en arenas del tiempo que no desaparecerán ya que las espumas del mar volverán a dejar sus huellas en páginas no olvidadas.
Enlazados, en un manto bordado, en una red intrincada como un laberinto entre jazmines, azaleas, camelias, narcisos que iluminan nuestra salida con hechizantes luces para que juntos entre caricias deseadas nuestros cuerpos se encuentren fundiéndonos en deseos ocultos.
Enlazados, colmados de esperanza, amor y promesas que serán una realidad nuestra.
Tormentas de pasión
Tormentas de pasión, despiertan en dos seres ímpetu de lujuria, inevitables, al presentirse cerca uno del otro.
El ansia de ser un cuerpo, cuando juntos nos transportamos como mariposas, montañas, con ansias de ser un mismo anhelo, invadidos por fin entre amores de misterio.
Afán, afán de cuerpo, querer vivir es anhelar el encuentro y quedarse unidos, suspendidos en la nada.
Nos buscamos oscuramente sin saberlo.
Tormentas de pasión, todo querría ser dos, porque somos dos, el mundo seducido por nuestro canto, nos ofrece, nos da rosas, brisas y coral, innumerables materias dóciles, esperanzadas que con ellas tú y yo labremos el gran amor de nosotros.
Tormenta de pasión, que llevan a poemas profundos y transgresores con esa fuerza de energía que surge del amor.
El beso que se termina, otro se pide a sí mismo y en su dichoso expirar nace un caudal emotivo de gozos y miradas, esperado, esperando, cada abrazo que nace.
¡Darme, darte, darnos, darse! Tormenta de pasión, encienden y purifican en energía creadoras una entrega verdadera donde se encienden y purifican nuestras almas, en una vorágine de seducción, de sentimientos arrebatadores y pasiones sin límites.
Tormenta de pasión, sublimes deseos de estar fundidos uno con el otro, entre abrazos apretados y manos enlazadas.
¡Vivir amando!. No nos guardemos nada, vivamos plenamente, sin temores, sin ausencias y hacer de la nostalgia un recurso…de gozoso futuro.
Tormentas de pasión, en fragosas tempestades mis sentidos me advierten de tu presencia cercana y mi cuerpo tiembla de placer.
Tormentas de pasión, encuentros inagotables, nuestros cuerpos hablan en silencio, se entienden, disfrutan, solos tú y yo.
La calma aclama su sitio como alma que quiere resplandecer, ¡dar luz! de que ama, dispuesta a vivir melodías de oro y tardes de escarlata. Amor dulce, ¡divina pasión de los amantes!
Tiempos para amar
Amar es sentir el intercambio de dos fantasías y volar al mundo mágico de la energía intercambiada, del compartir todo, momentos vividos con autenticidad y entusiasmo.
Tiempos para amar, son todos el hoy a pleno, con manos que acarician, miradas que descansan, nombres que son canción, besos que envuelven en un tibio manto. Mi espíritu espera el amor, todo mi ser es un compás de espera.
Tiempos para amar, prendidos a los restos del silencio, tú y yo amándonos como por milagro.
¿Será tan sólo una ilusión querida? ¿Ilusión? ¡Imposible!
Vivimos juntos noches llenas de poesía, entre vientos del jardín de los recuerdos donde tú me traes las flores deshojadas que yo beso con dulzura.
Tiempos para amar, eternos, para siempre, sin olvidos, con albas transparentes vestidas de ilusión.
Amándonos, desde lejos, como nómadas del viento que transitan por la expansión del Universo.
Tú y yo juntos, en buena sintonía, las muchas necesidades de uno se compensará con las pocas necesidades del otro.
Tiempos para amar, amándonos, lejanos clarines claman su acento, firme y sereno, en el nocturno ambiente que nosotros creamos entre estrofas de perfume agreste.
Tú me inspiras en todo momento e idealizo todas tus palabras, tus cartas de amor hasta que encuentran un dulce regazo para expresarlas en palabras que conmueven y asombran.
Tiempos para amar, en fluidas luces de la noche que con desparpajo chisporrotean y nos rodean y alumbran en cielos abiertos.
¡Amad! ¡Amad siempre! El amor nos conduce a caminos con fervores brillantes a albas llenas de cifras candorosas.
Sonidos de laúd nos transfieren a mundos de pasión plenos de armonía y de tenue claridad y la poesía nos une en el tiempo infinito de amar.