Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 29 de mayo de 2018

Noche tormentosa


Deshojando margaritas



Deshojando margaritas,
sus pétalos blancos, amarillos,
van tenuemente volando hacia ti,
a tu rostro amado
en medio del campo floreciente
entre vergeles frondosos de pastos tiernos.

¿Qué te dicen sus pétalos de mí?
¿Te preguntan quién eres?
¿Acarician tus labios?

Deshojando margaritas,
entre te quieros y requiebros,
mi amor se alza en vuelo
esquivando temores, dudas, penas,
sólo voy hacia ti
guiada por mis margaritas puras y vírgenes.

Con un te quiero mucho poquito y nada
voy por la vida enamorada y feliz.
¡Viva el amor!
La vida es el verbo vivido del amor.

Las margaritas tiemblan
en mis manos cuando te ven.
Entre mis brazos las acuno y las beso
sintiendo su perfumado aroma
que inunda todo mi cuerpo
que va en tu búsqueda.

¡Vuelen pétalos de margaritas!
¡Vuelen lejos!
lleguen a lugares donde el amor es necesitado
para que todos nos amemos
y sintamos el gozo del vivir.

Cubran como un manto blanco, amarillento,
entre velos envolventes todo lo que nos rodea
en el floreciente rocío de los amaneceres
luminosos de este mundo,
dejándonos como un eco resonando
por los rincones como rocío de luna
en este tiempo que nos atrapa.

Y aquí estamos en el camino primaveral
donde se conjuga el tiempo y el beso
donde la inocencia salpicada de te quieros
susurran en el aire llevándolo por doquier.

Margaritas deshojadas,
lleguen lejos hasta él,
no se reduzcan
al estrecho espacio de mi verso
recorran el paisaje perfecto del amor
donde todos estamos reunidos
por la calma primaveral
que acarician nuestros rostros.

Pétalos de amor recorran
los caminitos del mundo,
vuelen con la brisa de la mañana
llevando el mensaje de que la vida
merece vivirse
y que el amor existe, existió
y existirá por siempre.

La inútil búsqueda



La inútil búsqueda,
es esta la vía que recorro día a día para encontrarte,
y ni tu huella hallo,
¿Dónde te escondiste?
corro anhelosa de existir,
siento la trágica fatalidad, ser no más que una marca,
en tu viril cuerpo que huyo.
Sabes ya que no eres hoy, aquí, en este presente,
nada,
sino el recuerdo leve de tu planta que un día,
sobra la arena dejaste lo que llamamos tiempo.
Hoy tu sólo eres huella de tu huella.
Tu anhelado futuro para mí tiene,
tan sólo la forma exacta de una huella.

La inútil búsqueda,
En mí no sufre memoria,
como sufren las fechas, los nombres o la líneas,
nada, nunca más estarás en mi recuerdo,
porque el recuerdo es la pena de sí mismo,
el dolor del tamaño del tiempo y todo es eternidad: relámpago.
Si quiero recordar no sirve, solo vale vivir de cara,
hacia donde, queriéndolo, buscándolo.
Me sucede lo que el mundo quiere,
te marchaste escapándote al ayer,
o al mañana, no lo sé.
¿Ya te cansa mundo, ser enorme sueño indistinto?
¡tantos espacios, ofreces, invitación a los signos!
mi vida ahora se encamina hacia la búsqueda de la felicidad,
gotitas de momentos especiales,
junto al nuevo amor,
que me brindará todo lo que creí que me ibas a proporcionar tú,
me equivoqué no volverá a suceder. 

Duda eterna


Duda eterna,
inquietud del alma que me hace dudar
de que este amor lejano
sea cierto en verdad
y que no se transforme
en tan solo una ilusión de amor.

Nos separan distancias muy lejanas
pero igual nuestras almas
se acercan se sienten y abrazan,
parpadeo tras parpadeo,
respiro tu esencia.

Pero igual vacilo
ya que al despertar una mañana
no podré saber aún si acaso me amas.

Duda eterna,
que me lleva al desasosiego,
ya que la pasión y la ternura
son sentimientos fugaces
que se escapan con el tiempo.

Duda eterna
que me hace hilar versos,
bordar poemas,
buscando rimas
dejando mis letras
que vuelen al viento,
arremolinadas y en libertad
para que lleguen a ti
y las dudas me abandonen
cuando sientas el amo
r que has despertado en mí.

Estar a tu lado es incierto,
siento golpear al silencio,
mi piel atormentada de soledad infinita
y el recelo me inunda cada vez que despierto.

Duda que no me abandona,
como la marea que se acerca a la orilla,
la caricia,
la besa,
la corona de espuma
y luego se aleja,
y desaparece.

Duda eterna
que me lleva a estar triste,
totalmente excitada,
en mi soledad conmigo
en la que espero que un día preciso
comience a desprenderse la leve gasa
que la oculta y deje sin heridas
mi alma que late sin hablar
y que se va abriendo
a un amor seguro y pleno
que aparecerá en trechos de luz
entre bálsamos de humo.

Duda eterna de amor
que va rompiendo los cristales
conque mi alma te presiente
y a pesar de la distancia
no será una ilusión marchita
y la esperanza nos encontrará
al final del camino
y el aire se llenara de siembres,
de memorias,
de afanes,
buscando vivir juntos
como un primer hallazgo de amor.