Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 1 de noviembre de 2015

La lluvia y el desamor


Soy mujer


No soy la de entonces,
aquella que dibujaba, el eco más profundo
que se perdió en la música.

Soy mujer.

No soy quién, a la muestra de tu orgullo,
busca la sombra,
la sal que conserva el rumor de un canto;
mientras clamo repentina
y puedo devolver la satisfacción:
de alguien,
que pide para los míos,
 que vuelve
y como fantasma insomne entre los sueños
la vida esparce golpes implacables,



Soy mujer.

Busco un sito;
donde el más viejo dice mi nombre
y un abrazo suyo, simula la palabra:
-¡Tengo la sombra de alguien!-
y su voz hace coro en mi verdad,
sobre de un camino,
desde entonces nunca soy la misma,
la sal se perdió en el silencio de una voz lejana.

Soy mujer.

Hollando voy los restos
de tantas perfecciones abolidas.
Años, siglos por siglos acudieron aquí
a posarse en ellas;
arcillas o granitos.

Soy mujer.

Linajes de humedad, frescor edénico,
No piso la materia, en su pedriza



Piso el mayor dolor, tiempo deshecho.

Soy mujer.

Tiempo divino que llego a ser tiempo
Poco a poco,
mañana tras su aurora,
mediodía camino en su véspero
Estío que se junta con otoño,
Primaveras sumadas al invierno.

Soy mujer.

Hollando voy las horas jubilares:
triunfo, toque final, remate,
término ya por constancia o por milagro
obra que se acaba o empezó proyecto.

Soy mujer.

Lo que era suma en un instante es polvo,
 ¡qué derroches de siglos!
No se derrumban piedras, no, ni imágenes:
Lo que se viene abajo es esa hueste
De tercos defensores de mis sueños
La vida es una sola…

No sé dónde estás


No sé dónde estás,
mi alma acongojada y triste
no sabe donde ubicarte.

desapareciste súbitamente
detrás de una cortina de humo incipiente,
sin una palabra,
sin un aquejo de sentir adiós.

Sembrando mis dudas
en un camino sin fin,
triste y dolorosa.
Los desconciertos abarcan mis dudas
en mi mente que siempre lleva
 el concierto de tu voz.

No sé dónde estás,
mi alma con las manos frías,
buscando un abrazo de amor
en el transcurrir del tiempo.

No sé dónde estás,
dejare en mi recuerdo
imborrables momentos vividos junto a ti.

¿Por qué te ausentaste dejándome sola
con quebrantos de emociones
que se confunden?

¿Cuál fue la razón
 que se abrieron en mi mente
 los espacios vacios?
esperando un llamado
me perdí en los tiempos
sin tener una repuesta
a mil insólitas preguntas de tu ausencia.

No sé dónde estás
quiero escuchar tu vos,
esa voz susurrante y dulce,
que quedara en los recuerdos
más secretos de mi alma.
Necesito  estar a tu lado
ni que el tiempo ni la distancia nos separe
y quedemos juntos por siempre.

Dame una señal,
una luz,
una esperanza,
de que volverás a mi
y correremos juntos por las praderas frescas
sintiendo las brisas secas
y el viento que nos eleve
y quedarnos en un espacio infinito,
no nos lleves los otoños
y por toda una eternidad en nuestro nido,
gozaremos el amor con total intensidad.

No sé dónde estás
tantas palabras que esperan,
tantas poesías de amor
perdidas por tu ausencia.
Te seguiré buscando en la claridad de  la noche,
en las frías mañanas del estío
en los crepúsculos de mil colores del cielo azul intenso.
¡Ven a mí!
¡Búscame!

Vendavales de dolor


Vendavales de dolor,
el viento se arremolina
a mi alrededor,
con densos movimientos
por el pesar que me envuelve
al darme cuenta de que te fuiste
para siempre,
me abandonaste aún
con palabras de pasión
diciéndome que me amabas
que me querías con toda tu alma.

Vendavales de dolor,
con mis manos temblorosas y a tientas
en la penumbra de la luz
de las velas encendidas
para que iluminaran
nuestro gozo y placer,
te busco inútilmente,
te fuiste sin un adiós.

La música que nos unía a los dos
ya no se siente,
se fue con el viento a horcajadas de las nubes
e incontrolada fantasía de amor.
Mis suaves y dulces poesías se escondieron
en lugares secretos de mi alma,
ya no son mas para ti.

¿Es que en unas horas
encontraste otros ojos en los cuales mirarte,
y otros labios para besar?

¿Cómo es posible que te hayas ido
despidiéndote con palabras tiernas de amor?

¿Eran fingidas?
¿Eran traicioneras?
¿Eran hipócritas?
No lo sé,
yo te sentí mío, igual que siempre,
amándote hasta el infinito,
sintiendo tu cuerpo junto al mío,
con el calor del deseo y del placer.

Vendavales de dolor,
sí, siento ira,
enojo, dolor,
pena, llanto,
desilusión,
desolación,
desespero.

Creaste en mí un vacío inconmensurable
en el que el amor se hundió en el abismo
del miedo y del terror,
de que todo esto sucedido sea verdad
y no fruto de mi portentosa imaginación.

Te sigo amando,
te esperaré hasta el final de mis días,
hasta que me alce en volandas de vuelos de aves
hasta el infinito.

No puedo olvidarte
y te pienso a cada instante
recordando tus palabras de amor.

La vida  cambiará,
lo lograré con tesón y anhelos,
buscando un verdadero amor
que no sea falso ni traicionero,
que sea verdadero y único,
llevándome a sendas de una nueva felicidad,
no en vendavales de dolor.