Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 29 de octubre de 2019

Las letras duermen


Vendavales de dolor


Vendavales de dolor,
el viento se arremolina
a mi alrededor,
con densos movimientos
por el pesar que me envuelve
al darme cuenta de que te fuiste
para siempre,
me abandonaste aún
con palabras de pasión
diciéndome que me amabas
que me querías con toda tu alma.

Vendavales de dolor,
con mis manos temblorosas y a tientas
en la penumbra de la luz
de las velas encendidas
para que iluminaran
nuestro gozo y placer,
te busco inútilmente,
te fuiste sin un adiós.

La música que nos unía a los dos
ya no se siente,
se fue con el viento a horcajadas de las nubes
e incontrolada fantasía de amor.
Mis suaves y dulces poesías se escondieron
en lugares secretos de mi alma,
ya no son mas para ti.

¿Es que en unas horas
encontraste otros ojos en los cuales mirarte,
y otros labios para besar?

¿Cómo es posible que te hayas ido
despidiéndote con palabras tiernas de amor?

¿Eran fingidas?
¿Eran traicioneras?
¿Eran hipócritas?
No lo sé,
yo te sentí mío, igual que siempre,
amándote hasta el infinito,
sintiendo tu cuerpo junto al mío,
con el calor del deseo y del placer.

Vendavales de dolor,
sí, siento ira,
enojo, dolor,
pena, llanto,
desilusión,
desolación,
desespero.

Creaste en mí un vacío inconmensurable
en el que el amor se hundió en el abismo
del miedo y del terror,
de que todo esto sucedido sea verdad
y no fruto de mi portentosa imaginación.

Te sigo amando,
te esperaré hasta el final de mis días,
hasta que me alce en volandas de vuelos de aves
hasta el infinito.

No puedo olvidarte
y te pienso a cada instante
recordando tus palabras de amor.

La vida  cambiará,
lo lograré con tesón y anhelos,
buscando un verdadero amor
que no sea falso ni traicionero,
que sea verdadero y único,
llevándome a sendas de una nueva felicidad,
no en vendavales de dolor.

Vientos de amores nuevos


Vientos de amores nuevos
que se deslizan por mi piel,
dándome caricias dulces,
tiernas,  aterciopeladas.

para mi blando corazón
que necesita mimos, besos,
y signos de amor.
Vientos de amores nuevos,
me buscan y me persiguen,
se mueven como alas batientes
por todo mi cuerpo estremecido,
llenando toda mi alma enternecida
que sólo siente el amor nuevo
que hace tañir con campanillas de cristal
mi cuerpo entero.

Ayer acaricié  los vientos
de amores nuevos, uno por uno,
buscando el verdadero, el único,
el que me hiciera estremecer de amor.

¿Es aquél? ¿O aquél otro?
¿O éste que se acerca suavemente?
¿O el que en silencio de amante, roza mi piel?
Mis vientos de amores nuevos
hacen remolinos con mis dos brazos
que giran como aspas perdidas,
desbrozando malezas
o blandiendo una causa.

Vientos de amores como mariposas
que vuelan en el aire de la mañana
besando las flores
y llevando a caminos desconocidos
el polen dorado
que es filtro de esperanza.

Vientos de amores nuevos,
que como remolinos, confluyen
en todos mis raudales.
Miles de ojos que no se alquilan,
desde mi cabeza, miran hacia abajo
lanzando grandes lagrimones
que purifican mi cuerpo
para esperar el amor nuevo.

Vientos que velan mi vida
y frente a ellos, aprendo lo que soy:
un momento de esa larga mirada
que te ojea desde hoy,
desde ayer, desde mañana
Vientos paralelos en el tiempo,
me protegen, me cuidan
siento sus caricias.

Vientos de amores nuevos,
que entre giros
enlazan hilos de encaje.
¡Son una clase!
¡Son mi rumbo!

Me conducen entre peregrinaciones
a amores nuevos, tiernos, verdaderos,
arriban a mi cuerpo traslúcido
ya que llegan hasta el alma
y se quedan a mi alrededor
para que el hallazgo sea al final,
trémulo de dicha
para que encuentre al otro lado,
su cuerpo,
el del amor,
último y cierto.

Ese, que inútilmente
esperarán las tumbas.

Ensoñación


Ensoñación,
me transporta
a mundos de amores vividos
en pleno existir del alma.

¿Dónde se esconden los sueños?
¿Están entre los duendes,
las hadas,
los gnomos,
las mariposas transparentes,
las crisálidas de seda,
los brotes de flores de loto?

Ensoñación,
canciones sonoras
que flotan en el aire diáfano
de un día especial,
el Hoy,
el día a día pleno de felicidad
y amor a todos mis semejantes.

Sueños locos,
descarriados,
distraídos,
que me conducen sin darme cuenta
a momentos disímiles,
escondidos en el orillar del mar.

Ensoñación,
entre latiros y palpitares
la sangre vital corre a prisa
por las venas del cuerpo
llevando entretejidos
los recuerdos de caricias no olvidadas.

¡Y, ay,
cómo quisiera ser una alegría
entre todas,
una sola,
la alegría con que te alegrarás tú!

Ensoñación,
¡cómo desearía ser un amor sólo,
el amor del que tú te enamorases!
Veo declinar la tarde
mientras voy caminando lento
entre las sombras de las horas
y la nebulosa de los recuerdos imborrables.

Ensoñación,
¡qué tenues los suspiros de la tarde!
¡Qué dulce es el bramar del océano!

Si parece le hace guiños a la luna
y parece en su coloquio
más humano.

Ensueño de un amor ilusionaría
que impele en nuestras almas
la quimera,
destellos como luces
que se encienden
en fulgores de firmamentos lejanos.

Ensoñación que nos conlleva
a la viva caricia de la brisa,
las flores de un color mas encendido,
hay más risas y alegrías en el aire
y se acaban las tristezas en olvido.

Ensoñación,
me haces ascender la vigilia
en mis ojos para recoger tu imagen
amada y primigenia,
haces nacer al son de mis deseos
viola de amor,
canciones puras,
palabras de amor
llevándome a la cima
de los cielos con la tierra.

Ensoñación,
plena de sueños de amor
entre aires estremecidos de ternura
y bajados de altísimas esferas,
perdida me haces sentir por siempre
en tu embeleso sin sentir
el cercado de tus ramas.

Ensoñación,
colmada de verdes esperanzas
que se nutre entre delicias y caricias
naciendo de mi alma los poemas,
las prosas,
como jóvenes olivos
recién brotados.

Ensoñación,
secreto que veda tu figura crecida
entre pinos y lloradas
mas llena de amor con intención de amar
de mis cantares
y así alcanzar la cumbre de tu nombre.

Ensoñación
que sacude las bases de mi sangre
y hace aparecer tu nombre
contra el cielo, amor,
que desnudándote
caminas sobre el muro
que cerca mi silencio.