Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


domingo, 26 de julio de 2015

Herida en el alma


Me entrego a ti mi amor


Me entrego a ti mi amor,
te busco y anhelo
tu presencia a mi lado.
Mi piel tiene el sabor de miel
de tus besos y mi cuerpo
clama excitante
que vengas a mí y me amas.

Me entro a ti,
con mi alma deseosa de amor,
ahora, en este instante, ya,
sin esperar en vano al vacío absoluto
sin el encuentro de nuestros cuerpos unidos
como uno solo,
entre besos,
caricias, ternuras,
mimos de ansiedad compartida
de llegar juntos a culminar
como si estuviéramos
en nuestro Paraíso terrenal.

Me entrego a ti,
mi amor,
con toda mi pasión,
mi ardor otoñal,
con mi cuerpo aún deseoso
de ser poseído por ti.

Cuando estamos juntos
volamos hacia la inmensidad del horizonte
bajo la luz de las estrellas
que iluminan cada momento del amor
que nos une, nos estruja,
nos hace explotar con dulzuras,
con besos profundos,
casi sin ruido algunos,
otros melodiosos que piden más,
mucho más.

Me entrego a ti,
mi amor,
avivas mis deseos de ser tuya,
enteramente tuya y mi virginidad
te entrego en cuerpo y alma.
En nuestro lecho de amor,
entre azahares,
rosas, amapolas,
verdes lotos recién nacidos
hicimos el amor con pujanza,
entre impulsos tanto esperados,
con vaivenes de entrelazos,
como con abrazos y suspiros levemente
respirados entre besos
que nos llevan a nuestro mundo,
sólo nuestro.

Me entrego a ti,
somos dos en un cuerpo y dos almas,
entregados al amor con intensidad,
plenitud, alborozo, alegrías y risas sin fin.
Bailo entre tus brazos,
mis caderas sin quererlo se mueven solas,
bailando como si estuvieran
en las mil y una noches.

¡Qué felicidad!
¡Soy toda tuya!,
sólo tuya,
bajo el arco iridiscente
de la bóveda celeste que nos acoge
secretamente en nuestra íntima soledad.
Me entrego a ti con regocijo,
sin pudores, ni tabúes,
con toda mi ternura,
mi amor, mi dulzura,
enamorada de ti como de la vida.

¡Te amo!
Te esperé durante mucho tiempo
pero por fin me encontraste
con todo el arte de tu seducción,
tus palabras fueron sin saber
la caricia al interior de mi mundo
haciendo remover en mi cuerpo lo dormido,
lo que se había detenido en un lapso de la nada.
Vivamos tan sólo el Hoy,
es el que no unirá por siempre.

Amor compartido


Amor compartido
¿Cómo podemos vivir compartiendo
nuestro amor sin esperar nada a cambio?
¿O tan solo instantes breves de felicidad
para luego sumergirnos
 en nuestra soledad íntima?

Amor compartido
¿Podemos recibir,
 tan solo una pizca de ternura
en fugaces instantes,
sin sonrojarnos o sentir culpa?
 ¿Por qué, como una marca de la vida,
 el amor traspasa mis umbrales,
hurgando la raíz de mis sentidos?

Amor compartido
¿Cómo hacer para olvidar
que tu amor no es todo mío,
 que muchas de tus miradas
no se encuentran con las mías,
que parte de ti
se haya en otro lar
y que no llegas a encontrarte
 con mi luz que te espera ansiosamente?

Amor compartido
¿Por qué llegar a sentir
que la felicidad de haber sido dos
 no se logra siendo uno?
¿Cómo lo ha logrado alguien,
portador de sueños mudos,
 germinados
 bajo el dulce sabor de besos húmedos
 que ya no se acercan,
sólo distantes llegan sus reflejos?

Amor compartido
¿Aceptado o no?
¿Cómo soslayar la infelicidad
que nos hace llegar
a libar de la tortura
 su crecida ira desatada
en la corriente de la vida?

Amor compartido
¿Cómo ascender por los peldaños del deseo
hasta alcanzar la cumbre
de tu nombre en un grito sólo,
desgarrador y único
sin morir en el dolor y su agonía
 logrando la paz y bonanza?

Amor compartido
¿Podré estar ya siempre
 pensando en tus labios,
en tu voz, en tu cuerpo,
que yo misma te arranqué
para poder, ya sin ellos quererte?

Amor compartido
¿Por qué este afán mío
de hacer posible lo que tú no serás nunca:
mi amor entero y único?
¿Podré vivir sin tenerte a mi lado,
 en tu cuerpo todo mío
o es sólo el gran deseo inútil
de tenerte conmigo, a mi lado,
 en todo lo que haces, verdadero, visible?

Amor compartido
¿Te seguiré esperando por siempre,
con mi corazón de poeta,
después de volar por todo el universo,
regresando con las flores inmortales
que dejaré caer en tu regazo
 en presencias de lo imposible,
 de tu querer vivir conmigo, siempre?

Amor compartido
¿Te encontraré entre las dudas inciertas,
calando en lo más hondo
para ver si, al fin,
estabas entre la angustia desgarradora,
 hiriéndome sin dolor, sólo por señas
y sentir que me perdiste
en las últimas tinieblas del olvido?

Sé que estarás en las cimas de mis besos,
sin dudas y sin mañanas,
en el vértice puro de la alegría alta,
entre júbilos y risas,
 por placeres y gozos,
 apuntando el aire nuestro.

Tropiezos Del Corazón


Tropiezos del corazón,
 ¡cuántos pesares causan!,
 vacilo en mis sentimientos,
detenida en el grave concierto del otoño,
escuchando como los violines y las arpas
agitan un mar de hojas rojizas, amarillentas.

Tropiezos del corazón,
 por primera vez lloré
al haber arrebatado tu rostro
al deseo creciente de mi alma
por querer mirarme en tus ojos
y no encontrarte.

Después del letargo imprevisto
que arrastró en sus alas minutos y horas,
 ahora lejanas y frías,
conservo en mis labios tu nombre
esperando que nazca de tu rostro
el verde que refresque mis sentidos
y tú confundido y ausente
 ignorarás mi suplicio que clama por ti.

Tropiezos del corazón,
caí en un pozo sin fondo,
 te añoro y te extraño,
 no has venido a despertar
 mi alma sumergida
en sombras sin luces, ni rumbos.

Si pudiera gritar mil palabras
 serían testamento
 para repetir libres de mentiras y falsedades
el amor que por ti siento.
Ajusto sobre un arco mis deseos
y del puente que tiendo con mis flechas
 bajan lamentos de amor a nuestro suelo.

Tropiezo del corazón
que hacen tambalear
mis ilusiones y mi alma entera,
apagando las estrellas de mi cielo
convirtiendo mis sueños
en tropeles de fantasmas tétricos
que me envuelven
con mantos oscuros de la noche
 llevándome por ríos inagotables de tristeza
 formados por las lágrimas
que brotan de lo profundo de mis sentimientos.

Tropiezos del corazón,
 por los mares del silencio
siento que crece la luna desde adentro
y que como cisnes de humo
 flotan los recuerdos y los pensamientos
en las redes sutiles de mi sueños.

¡Tu presencia se diluye a lo largo de mi barca!
¡Tú no estás!
 ¡Entre las tranquilas sombras ya no te pienso!
En duras alamedas de cristales
 padece el corazón un miedo tibio
y pasa lentamente entre mis dedos
 la luz quemada de tus ojos negros.

Tropiezos del corazón,
el desliz de mi mente cuando duermo
me hace llegar al valle de tus sueños
y me mueve la distancia como alas
en las grietas de mi piel que vence el tiempo.
Y tu alma y mi alma se pierden
en la niebla lejana del recuerdo.

Tus caricias imaginadas
brotan lentas por el mapa de mi cuerpo.
¿Qué haces alma,
 tropezando en caídas sin regreso,
 que no ves las celadas que me aguardan?
Tú y yo somos agua pasada
que moja las veredas de mi vida.