Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 12 de abril de 2016

Quimera


El secreto de los siglos


El secreto de los siglos,
raíces en el tiempo,
 eres el árbol
 que enredas mi espesura
entre ecos de los hombres,
del reino del detalle.

¿Cuál es el secreto
de los siglos
entre muros de agua,
anchos fosos de aire,
setos de piedra
o tiempo guardián de voces,
 y de pasados no encontrados?

Breve instante de la vida,
una hora siquiera,
somos seres
que como hojas desprendidas
donde una ilusión
su nido encuentra agonizando.

Esta hoja fugaz,
pálida vena del destino,
deseos de ser un soplo vivo
en el secreto de los siglos.

Fulgor contra destello,
el hombre abate,
espejo frente a espejo,
reina el mundo
y en el sentir de la hoja
y de su árbol,
árbol y hoja se confunden
en el secreto escondido de los siglos
pasados y por venir.

El secreto de los siglos
suspendido en el aire volátil
del orbe eleva e amor
como puente de cristal
a lugares misteriosos,
donde en momentos preciosos
 la felicidad renace.

Las voces del mundo
han levantado sus soles
en el interminable
 laberinto de la tierra
y nadie ha podido aún
 encontrar la esencialidad de su luz
porque habita
en el invisible corazón
 de la eternidad.

El secreto de los siglos,
de fuegos en las manos del arco iris,
 deshojado,
desdibujado,
donde habitan las sombras
corriendo libres por la luz.

En esta vibración de latidos
que se agitan,
se entremezclan,
el amor sueña libre
en su soledad de siglos
y las cruces desnudas
diluyen su lenguaje de espumas,
recibiendo la sencilla
y límpida vibración
de corazones puros.

El amor en el secreto de los siglos
cae en cataratas silentes
día a día,
hoy,
ayer,
 ayer de ayeres,
por las curvas sencillas del viento,
desplazando su caudal de perfume
en el tiempo,
sin más banderas
que el acento claro de la paz.

El amor es el secreto
de los siglos en receso,
que va dibujando
su invisible rocío cósmico
en los atardeceres
temporales del espíritu
y abraza en silencio
 nuestros mundos
profundos y luminosos.

El secreto de los siglos
que se quiere dilucidar
aunque sea sólo
en la oscuridad
o entre tinieblas
que como tules
envuelven el amor,
 lo esconden 
para que sólo
en la esperanza del silencio oscuro
 la luz lo ilumine
por instantes
 para trocar al mundo
sin prisa
en el paraíso
donde se palpen soledades
o nuevas ofrendas
de luz y amor.

Regocijo


Amar es dulce regocijo
de dos almas unidas
por un sentimiento especial
que palpita profundo
en los corazones exaltados
por gran emoción.

Es alborozo,

calor,
agitación,
arrumacos interminables,
besos que brotan con frenesí
entre dos seres
 languidos de caricias
y promesas eternas.

Regocijo,
aroma que ilumina las mañanas,
 me seduce…
se perfuma la ilusión
 con deleite.

Un olimpo de tentadoras fragancias,
 inminente consecuencia de estar juntos,
 muy juntos
 los dos.

Regocijo,
melodía que acaricia,
con alegría,
 los sentidos,
que me fascina y modula la ilusión.

Un cosmos de irresistibles sonidos,
 inminente consecuencia
de tu voz.

Regocijo,
felicidad y jubilo,
 ópalo
que resalta sus colores,
me cautiva…
se encandila la ilusión…
 un infinito de seductores tornasoles,
 inminente consecuencia
de tu fulgor.

Regocijo,
que desboca los latidos,
me convoca,
se inflama la ilusión…
Un caos de irreprimibles instintos
inminente consecuencia
 de tu ardor.

Elixir que inmortaliza el sentimiento,
me sublima,
se melifica la ilusión.

Un paraíso de dulcísimos encuentros,
inminente consecuencia
 de tu sabor.

Regocijo,
como una luz
que se encuentra con otra luz
 y queda iluminando el mundo
sin que nada se toque,
 es el milagro
de que nada puede ser recuerdo
porque el recuerdo
es la pena de si mismo,
el dolor,
 el tamaño del tiempo
porque todo lo nuestro
 fue eternidad,
relámpago.

Regocijo,
sonidos que acarician,
instintos que convocan,
arrebatos de emoción,
 aromas que iluminan,
fulgores que cautivan,
laberintos de ilusión.

Rendida a tu presencia,
 inminente consecuencia
del prodigio de tu amor.

Regocijo,
regodeo,
entrega total
del uno en el otro,
 amando tenazmente,
 desesperadamente,
ya que quien ama,
  otorga lo que siente.

Se pinta lentamente la tarde rojiza,
el aroma de tu perfume
 el ocaso matiza,
 mientras la luna de su escondite,
 lentamente asciende,
mientras se escucha
 de las aves su última melodía.

Melodías nos rodean
y en mi alma
surcan ideas,
frases,
poemas de amor
entremezclando sus letras,
 deshilvanando sus palabras
entre pétalos de caléndulas
y magnolias en flor.

Las tiernas azucenas
juegan al ritmo de nuestro amor
 y al amarnos
 parece que las estrellas
 del cielo cayeran.

Escribimos juntos
en el aire
 con nuestro fresco aliento
como si fuera un libro,
escuchando el cantar del viento
 que nos arrulla
para que conciliemos el sueño
con total regocijo.

Atracción musical


Atracción musical
es la que por mis venas corre
como caudal armonioso
de río sonoro y sereno.

Te siento dentro,
muy dentro de mí,
haciéndome sonreír el alma
con voz dulce y amorosa.

Es el amor que,
paciente,
tranquilo
pero con fuerza,
crece y crece
entre tú y yo
porque somos dos seres en uno
que caminamos por la vida enamorados,
 sin edad ni años.

Atracción musical,
de amor ideal
que fluye,
corre,
late,
uniéndonos en un sin fin
de emociones
que al horizonte y al mar
nos conduce
a nuestro lecho de amor
en aquella playa distante
y lejana
donde nuestras huellas
se desdibujan
al paso de nuestros pies
en la arena blanca y espumosa.

Atracción musical,
 escenario de seducción,
atracción musical de pasión y deseo,
 el clamor del agua nos une
como lazos invisibles
en una trama de hilos plateados
que saltan,
 trepan,
en nuestro amoroso encuentro
entre sueños y desvelos.

Atracción musical,
cadenciosa,
continua
y sin tiempos para contar,
en un vivir,
en un tiempo de rosas
como nido que moja
y nos une
entre lágrimas alegres de amor.

Estamos juntos
y el viento con luces brillantes
nos cobija
mientras nos besamos
y sin besarnos,
nos acariciamos sin tocarnos,
nuestros cuerpos son uno sólo
en este tiempo
colmándonos
y dándonos paz y sosiego.

Sin dolores ni sufrimientos
porque juntos
enfrentamos a este mundo
con pasión,
queriendo las adversidades
que se presentan,
casi,
sin saberlo.
Atracción musical,
caudal de vida y esperanza
goce perpetúo y plácido.

Bajo la luz de la luna,
nuestro amor
en su plenitud,
se llena de encanto y ventura
y en su alada claridad
el agua en su cauce musical
nos conduce
a nuestro espacio de amor.

Atracción musical,
cantos en la lira
y en el alma,
vuelos en nuestro fragante edén
donde nada se puede igualar.

En la amable brisa
que besa mi frente
 oigo tu sonrisa fugaz
y clemente
como el reír del río
y el azul del cielo.

Atracción musical,
en un concierto
de notas aterciopeladas
donde se esconden
las palabras de amor,
de ti,
mi amado
en su remanso
 de agua suave y dulce
y en su centro
fulguraciones de fragua.

Atracción musical,
con olor a rosas
porque en ellas me miro,
 en sus espejos de agua
y veo mi sombra ilusionada
de que te encontraré muy pronto
en mi afán de estar a tu lado.

Siento agua fría en mi piel,
 zumo de mundo inédito
 en mi cuerpo
pero un cansancio feliz
por tibios presagios
que tú encontrarás el rumbo
 hacia mi soledad
que te siente ya en ella.

Atracción musical,
vivir entre peregrinaciones
de surtidores de agua,
 esperándote,
esperándonos,
ya que tú eres mi destino,
lo sé por  temblores,
 por nubes,
por soplos de agua
cerrando trabas
y  abriendo jubilosa
otras para estar siempre
 en unidad contigo,
radiantes de vida los dos
en un milagroso final
de besos lentos.