Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


martes, 30 de mayo de 2017

Impulsos


Te estoy queriendo


Te estoy queriendo,
casi sin saber cómo
ni por qué.

Mi tierra estaba yerma,
resquebrajada,
seca,
sin vida,
muerta,
esperando torrentes de gotas simientes
y apareciste tú,
en silencio adormecedor,
con un atisbo de amor.

Te estoy queriendo,
antes era yo una mitad,
una sola, vacía,
restellante de luces,
con tan sólo medio abrazo apenas
y apenas medio beso
y sólo tú
eres quien puede completarme.

Te estoy queriendo,
tu risa como diablillo
que en mis venas pirueteas,
hace latir mi corazón a prisa
y en mi mente fluye y refluye tu voz
cantarina y risueña.

Te estoy queriendo
y soy feliz,
la alegría en mí
parece ser un remolino de sol
corriendo por los campos.

Y te aguardo,
sin magia y sin milagro
ya que un dorado vórtice
inundará el cauce de mis noches
que ya no serán solitarias.

Te estoy queriendo,
despacito,
sin apuros ni desgastes
sólo mi amor se va asomando en tu horizonte
ya no tan lejano.

Cuando el cielo se afina
al conjuro de un sutil cosquilleo de flautas
y la última estrella remisa
abandona su puesto de guardia,
me gusta perderme en mis pensamientos
teniéndote a mi lado
como un reportero del alba.

Te estoy queriendo,
naciste al son de mis deseos
viola de amor,
entre cánticos y risas
modelados en nácar verde.

En los duros biseles del silencio,
inmóvil y solitaria te esperaba a ti,
mi señor de la risa.

Crecías hacia adentro de mis dedos
cuando tocabas desde lejos mi piel
y al rose y al llamado de tu voz
se alza mi sangre con poemas.

Te estoy queriendo,
te imagino apoyado en la mañana
circuida de luz en primavera
ascendiendo la vida de tus hombros
y en tus manos
temblando una estrella.

Tu risa, ¡oh, tu risa!
Es eco de alegría desdibujada
desde la distancia.

Tu voz ¡ah, tu voz!
Suave,
tierna,
con inflexiones espléndidas de sabiduría.
Tú, el único.

Te estoy queriendo,
imagino el pálido rocío de tus ojos
y mi corazón impulsa por mis sentidos
sangre nueva,
¡loor a la risa y al amor!

Lo no esperado


Lo no esperado,
la sorpresa inexplicable que inunda mi piel,
todo mi cuerpo haciéndolo volar
por cielos altos y lejanos entre nubes flotantes
acercándome a horizontes luminosos y cercanos.

¿Cuál es el motivo de que en este presento intenso,
lo no inesperado nos invada con brisas suaves,
toques imperceptibles,
momentos inolvidables,
horas, minutos,
segundos,
con una paz indescriptible pensando siempre en el vivir,
enamorada de la vida?

Lo no esperado,
en un silencio calmo y persuasivo,
el aire diáfano y puro se detiene un instante,
toda la quietud del mundo
apareció súbitamente y la humanidad toda,
alma con alma,
se unió en un abrazo fraterno
para iniciar el gran cambio que poco a poco
se inició para hacer desaparecer la violencia,
el desdén,
el desamor,
el materialismo con tan sólo fines de lucro.

Lo no esperado,
superando los miedos,
los fracasos,
las decepciones,
surge lo mejor del ser humano escondido
en lo profundo del corazón,
la indispensable solidaridad,
la necesaria condolencia,
la plena esperanza,
la clamada ilusión,
para que el existir sea una fuente de amor y paz.

Lo no esperado,
no lo dejes ir,
acógelo en tus brazos,
en tu mente,
disfrútalo, saboréalo,
deléitate con lo nuevo que te envuelve,
dejando atrás el pasado
con mantos de lluvia dulce y descansa
en un pleno bienestar con bálsamos de amor
que existen pero que sin darnos cuenta
por la vorágine de la vida real
que no nos deja percibir su aroma,
su sabor,
su dulzura.

Lo no esperado irrumpe a veces despacio,
levemente,
otras veces con rapidez nos cerca
y nos hace sentir que el amor
nos está esperando siempre,
juntas las almas en la distancia,
en caminos paralelos,
jamás juntos en el mundo real
pero sí con total comunicación interior
sin dejar de pensar unos en los otros
en cada momento especial de nuestro existir.

Nos amamos en el ayer
y nos amaremos en el Hoy
y en el mañana,
porque lo inesperado llega y nos une.

Lo no esperado,
la felicidad,
esa mágica palabra,
que siempre se esconde,
se escurre,
se evade,
apareció en este lapso
como una sorpresa indecisa.

Estoy en paz,
me siento libre,
completa conmigo misma.
Mis suspiros profundos y lentos
se suceden uno tras otro
en lentos y deliciosos respiros
de amor a la vida.

Contigo soy feliz


Contigo soy feliz
(sueño día y noche con estar a tu lado
y en mi duermevela
busco tu alma clara
y abierta
por caminos anchos
y altos muros
para guardarlo,
escondida sólo para mí).

Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(siempre me pregunto dónde estás,
si tú no estás ausente
te siento conmigo,
veo tu cuerpo alto
que se termina,
voz como en humo la llama,
en el aire impalpable).
Mi felicidad es estar a tu lado.

Contigo soy feliz
(me inspiras tropeles de versos
que abren las alas
y vuelan levantando un tembloroso remolino
de cadencias
que nacen de mi amor por ti,
son frases nobles,
cláusulas marmóreas,
blancas
que lentas pasan
al pensar en ti).

Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(el silencio nos une,
el hondo que nos hace llegar
a lo profundo en nuestras almas
quebrando surtidores delicados,
en la tierra de lluvia recién mojada
llamándonos con su húmeda voz
desde un mundo muy remoto
a otro mundo muy lejano
siempre unidos).

Mi felicidad es estar a tu lado.
Contigo soy feliz
(cada amanecer las flores acaban en rimas,
versos que empezaron tallos
hasta el jardín más quedo
van floreciendo por el amor insólito
 que acomete por los altos riscos azules del aire).
Mi felicidad es estar a tu lado.

Contigo soy feliz
(te siento tan cierto y mío,
seguro que hoy,
que aquí,
que tu evidencia
es el filo con que me hiere tu abrazo,
se gastarán tus caricias en días
y noches blandas
y poco a poco
te voy queriendo más,
amor,
no quiero que te vuelvas recuerdo,
sombra esquiva entre mis brazos).
Mi felicidad es estar a tu lado.

Contigo soy feliz
(en nuestro lenguaje sutil
cuando los cristales
duplican el blanco disco de marfil de la luna,
nos unimos
y nuestras voces tiemblan plenas de ansiedad
y muchas veces,
misteriosas frases de amor
vuelan como visiones
que se ocultan al llegar la aurora).
Mi felicidad es estar a tu lado.

Contigo soy feliz
(sin querer,
te quiero,
el estar juntos…
 tiene saber a poco,
siempre que estoy a tu lado
cada día quiero más de ti,
eres mi silencio azul
en las etéreas alas
que descienden por diáfanas escalas
a las aguas turbulentas y profundas
que inundan nuestras almas).
Mi felicidad es estar a tu lado.

Contigo soy feliz
(nuestro paso armonioso
nos lleva en plena noche
por el campo abierto.
Los astros nos observan
con tenue empeño
y las lomas echadas de bruces
nos miran en silencio).
Juntos somos uno,
aspiramos la calma que nos une,
con perfume a trébol
mientras se alborozan todos los recuerdos
de nuestra vida juntos
y la luz nos ilumina de puntillas,
en el alba,
lanzándonos a las nubes
para amarnos siempre,
como voces.