Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 4 de mayo de 2015

Miedo a perderte


Magia de un día


Magia de un día,
mi amor tu eres magia,
en cada instante de mi vida
en mi cielo resplandeces
y son tus ojos que me iluminan
con un fulgor de estrellas que me cautivan
y me ocultan sin quererlo en tu mirada.

Magia tiene tu voz,
tu dulce acento,
el cual lo escucho dormida y aún despierta
que me dice dulcemente con el viento,
me confiesa y me repite:
“que me amas”.

Mis pinceles más leales
se han propuesto apresar tu verdadero rostro:
desentrañar las esenciales líneas
donde tu fuero el aire acata y el aurea alba,
espiar el múltiple venero
donde emerge a raudales toda la luz
que quiero para tu piel,
tus ojos cenitales.

Magia de un día,
en la que la recta se espírala,
la curva se endereza
y por la emoción y el sentimiento
sin acertar el rumbo ni la escala,
la alta luz tropieza o en su ímpetu resbala.

Magia de un día,
estás a mi lado,
entre mis brazos,
cubriendo mi cuerpo con calor y caricias.

¿Cómo apresar la sosegada llama que te entibia los ojos?
¿O el frenesí que tu mirar proclama
cuando se incendia prodigo de rojo?
¿Cómo apresar la tímida piel que en tus mejillas convoca?
¿O la mañana asomada a tu boca?

Magia de un día,
mi afiebrada plata se anubla enamorada.

Se pierde en la enigmática y secreta zona
de la alborada donde digo carmín,
azul,
violeta
y al nombrarlos se esfuman en airada,
fantástica pirueta.

Magia de un día,
en tu silencio eres un volcán
que se activa aquí en mi pecho,
cuando llegas y desciendes a mi lecho
y en tu ternura me abrazas.

Mágico es este momento cuando respiro tu aliento
y mi alma se entremezcla con la tuya
para volar por los cielos
y marcar el universo entre suspiros,
siendo uno,
envuelto en hilos,
envuelto en hilos de plata.

Magia de un día,
con este nuestro amor
que no se acaba nunca
porque prolongando
de que uno y uno sean dos
ya que el amor es el retraso milagroso
de su término mismo.

Con los besos, con la pena
y el pecho se conquistan en afanosas lides
entre gozos parecidos a juegos,
días,
tierras,
cielos abiertos,
espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando
hermana de la muerta o muerte misma.

Magia del beso perfecto,
aparta el tiempo,
échalo hacia atrás,
ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.

Ni en el llegar,
ni en el hallazgo tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo,
altísimo,
temblando.

Magia de un día
que se va en una despedida larga,
clara,
con lo más seguro que es el adiós…

Después de tu amor


Después de tu amor,
me siento vacía,
sin tus alegres risas y besos cosquillan tes
 y entre luces agonizantes
 busco el amor que no supiste retener.

Te llamo vigilante y sigilosa
 y camino de noche
como un pequeño fantasma silencioso.
Me diste la leve sombra
 de tu mano pasando por mi rostro,
me diste el frío,
la distancia,
tu cruel indiferencia,
me dejaste sin siquiera decir
 ¡un adiós!.

Después de tu amor
sólo pienso en el placer
que juntos inventamos.
¡Qué vanidad la mía,
imaginarme que pude darte todo el amor,
la dicha,
itinerarios,
música, canciones!

Es cierto que es así,
todo lo mío no te alcanzó
para llegar juntos
a la cima perfecta del amor.

Siempre fuiste mi espejo,
para verme tenía que mirarte y ahora,
 de pie,
ante el reflejo,
 interrogándose cada uno a sí mismo,
ya no nos miramos,
ya ni desnudos,
ya no me amas,
mi amor.

Después de tu amor,
 al extinguirse el último de los sagrados sones,
levántanse del fondo de mi alma
las visiones de los momentos cuando estábamos juntos
 y puéblense de sombras el ambiente que me rodea.

Después de tu amor ya no soy la misma.
¿Y cómo voy a serlo?
La nobleza del ideal me vio siempre a tu lado
y hoy que la vida a declinar empieza
 se encuentra mi corazón,
solo y cansado,
pierdo el camino
al perder la ilusión que fue mi guía.

Y entre las sombras
 una voz se escucha que me dice
 “¿seguir?”,
¡si no se llega!.
Y seguir es luchar,
¡qué inútil lucha!

Después de tu amor
¿por qué,
después,
lo que queda de mí es sólo un anegarse
 entre las cenizas sin un adiós ni nada más
 que el gesto de liberar las manos?
Antes, en el ayer del amor,
 lejos,
muy lejos,
donde nadie nos tocaba ni nos veía,
solos y juntos,
construíamos nuestra felicidad,
 hecha con amores,
sostenida por dulzura,
protegida con confianza,
creada con anhelos de vida juntos.

¿Qué te pasó?
 Desapareciste en la oscura noche,
 entre un tintinear de llaves
que anunciaban tu partida.

Nosotros,
que nuestro cielo era todo alado de olvido,
 parece que lo sucedido fue tan sólo un sueño.

Después de tu amor,
 ya sobre tu arpa,
ahogando sus rumores
 el tedio pesa y el silencio flota.

Ya nunca más te besaré en la frente
y mis versos ahora giran,
se deshojan,
 se van diáfanos sin llegar al papel
 que los espera ansiosos,
 quieren que el amor se vuelque en ellos.

¡Imposible!,
estuve durmiendo entre el mago azul de la mentira.
¿Nadie te ha dicho que el soñar consume?
No quiero más pensar en ti.

Trataré de ser yo misma hasta el fin de mis días,
recordando los momentos de alegría y felicidad.

Y cuando el mundo
 parece estar bajo los efectos de un encantamiento,
saldré libre y airosa,
sin tristezas ni lloros
a encontrar la verdad,
la fuerza de la vida,
el amor pleno,
total,
 verdadero y surgirá la poesía audaz,
 inquieta,
 fantasiosa,
sensual,
en el rojo resplandor del crepúsculo
 y en la nocturna soledad secreta.

Un beso de tu alma


Un beso de tu alma,
me alcanzó una noche,
llegó con dulzura y con una tierna caricia
estremeció todo mi espíritu y mi cuerpo.
Con pequeños trozos de tu eterna ternura,
tallaste en mí,
las letras,
prosas,
poemas,
entre ideas estremecidas,
juntando las palabras con pasión
y alcanzando el éxtasis del amor.

Cuando llegó tu beso a mi alma,
me inundó de calor y luz,
entre temblores de ansias
y sobresaltos inauditos.

Tu beso inundó el desierto de mi alma
como néctar embriagante
que se liba en el bíblico cáliz de los labios.

Un beso de tu alma,
aún como caricia esquiva,
no dejó en mí,
amarguras ni resabios,
sí susurros,
dejándome amor,
fe,
esperanza,
un himno sin palabras
que se elevó hasta lo alto,
modulando suspiros y promesas.

Como fugitivo y delicioso roce
es un espasmo de delicia suma,
algo que sabe a miel y dulce goce,
a tibieza de cuerpo y perfume.
Un beso de tu alma es la íntima
entrega de un momento
que el alma hace del ardor que nos sofoca,
son dos vidas que se funden en un mismo aliento,
es un cielo tejido entre dos con finos hilos de amor.

Un beso de tu alma
es cual aroma de azahar
en un atardecer
suave y cálido.

En mi mundo interior se alargan,
temblando,
las notas,
llorando de placer,
en una completa armonía
sin sollozos agobiados ni congojas
dolientes ni melancolías recordadas,
sólo paz y calma total.
Entre estremecimientos de placer
y una expectación ansiosa,
espero el beso de tu alma
y éste al llegar hace resonar arpegios
refulgentes de dianas sonoras
que recorren cielos,
mares,
horizontes…
siguiendo un silencio albo
que refleja con ímpetus alados
el amor ascendiendo a las alturas.

Un beso de tu alma es la luz amanecida
que hiere al despertar los ojos
y me alumbra imprevista,
sin saber por cual oscuridad llegará
como un elixir que da vida a mi vida,
que arranca suspiros profundos,
aún de entre mis sueños velados.

Un beso de tu alma es fuente de paz,
sosiego y consuelo de mis minutos
de eterna soledad.

En cada amanecer me hace volar al paraíso
y descender a la tierra
entre música de arpas y violines,
danzando mis prosas de amor
en pentagramas colmados de letras sincopadas
que flotan con luces de estrellas.

Un beso de tu alma conquista mi todo,
me lleva  a la calma y a disfrutar de este hoy
bajo la sombra de plata de la luna precedido
de una gran bandada de pájaros cantantes
que entre apiñada escolta lo conducen
ligero a depositarse silenciosamente
en mi espíritu alado que lo espera ansioso.