Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 2 de septiembre de 2015

Momentos vividos


Penas por tú pérdida


Penas por tú pérdida,
¿Por qué siguen lastimando,
las que ya sucedieron hace mucho tiempo?
¡afuera, afuera ya, lo soñado, flotante,
marchando sobre mí,
sin poderlo pisar porque no tiene sitio,
¡desesperadamente!
Para quedarme sola, inventaré,
selvas vírgenes,
con árboles de metal y azabache,
iré hacia ellas
y veré que de sus puntas cuelgan,
papeles apergaminados,
con mis poesías que creía perdidas,
eran para ti, no las leerás
y menos las cartas que te escribo.

Penas por tú pérdida,
cada mañana tu aliento de cigarra,
anuda mis ojos abiertos,
en la penumbra quieta.
Te fuiste, pero aún estás conmigo.
No estás. Y estas en mí como una lluvia,
de suavidades indefensas,
que braman por sacarme de la rutina muerta,
para arrastrar tu sed de verme en el silencio,
de tus miradas grises.
¿Por qué para poder tenerte en mí,
no debo tenerme para mí?
¿Será mi culpa?
¿Toda mía es la culpa de tu ausencia?
¿y tu miedo a amarme y ser amado?
yo soy tu amante.

Esa es mi culpa.
Penas por tú pérdida,
y una vida ¿ Es la vida un hábito de vida,
entretenido en una aventura corporal,
mientras las penas y el dolor entretejen mi destino?
Me fui a tu encuentro por el dolor.
Tú no venias por allí.
Me metí en lo más hondo por ver si,
al fin estabas.
Por la angustia desgarradora, hiriéndome,
tú no surgías nunca de la herida.
y nadie me hizo señas
un jardín o tus labios,
con árboles, con beso,
nadie me dijo,  por eso te perdí-
ya que tú ibas por las ultimas terrazas,
del recuerdo, del gozo, de lo cierto.
A ti solo se llega por ti,
te seguiré esperando.

Magia nocturna


Magia nocturna,
esa bóveda de estrellas,
ese regalo sureño,
es toda magia y es sueño
con noches de luna llena

En la laguna,
media oculta en la totora,
hay un argentado chal
que de frío tiembla y llora
porque el amor de los amores
se ha ido.
¿Volverá?

Magia nocturna,
en alguna ocasión,
la luna luce brillante
porque el lago de los amantes
es aliento a la pasión.

Magia nocturna,
sopla nostalgia
en la penumbra del negro cielo,
jugando al viento con nuestros besos
promete sueños al gran silencio,
de pronto la luna atraviesa
esta noche llena y blanca
tras unos eucaliptos se encuentra
un follaje sobrepuesto
de magia rebosada.

La luna se resistía
a dormir tras el río.
Era el viento celoso
que abrazaba los vergeles
escondiéndose del frío
la luz se fue de mis ojos,
con una magia nocturna
donde permanentemente vivo.

Y sigo buscándote
entre las estrellas titilantes
y en el mar embravecido.
Magia nocturna,
caen sobre la noche
sueño e ilusiones
que se enredan entre hilos
de cristal y plata.

El silencio rescata
la profundidad de los pensamientos
la serenidad del cielo
habita en nuestras mentes,
los rayos de la luna
pintan las almas
y en el espacio se huele
el aroma de la dicha.

Magia nocturna,
el aire se impregna
con el perfume del misterio,
los labios se deleitan
con el sabor de los besos

La magia nocturna resplandece
en los caminos solitarios
vuelan los recuerdos
acariciando los sueños.

Un día triste sin ti


Un día triste sin ti,
no quiero más la melancolía, el llanto,
la tristeza, por no estar a tu lado.
La vida es todo,
vivir amando es lo máximo,
todos nuestros semejantes, pero no es sufrimiento ni dolor,
porque si es así , el amor debe desaparecer.
Y no te espero más allá,
de los fines y los términos.
Miras de pronto a lo lejos.
Clava la mirada allí, no sé en qué
y te dispusiste hacerlo, ya tu alma afilada de saeta,
buscará otra mirada para conquistar.

Un día triste sin ti,
yo no te miro más a donde miras,
yo te estoy viendo mirar.
cuando te fuiste,
retorné a ese sordo mundo sin diferencia del grano,
de la gota en el agua, en el peso.
Una más seré yo al tenerte de menos y así  perderé mi nombre,
mi edad, mi señas, todo perdido en mí, de mí.
Vuelvo al osario inmenso de los que no se han muerto
y yo no tengo nada más que perder en esta vida.
no quiero que te vayas dolor,
última forma de amar,
me estoy sintiendo vivir , cuando me dueles,
no en ti, ni aquí, más lejos, en el año,
de dónde vienes tú, en el amor tuyo
y todo lo que fue.

Un día triste sin ti,
si no estuvieras en mí dolor,
tristeza irrefutable,
yo ya no te recordaría más.
esta verdad me asegura que nada fue mentira.
y mientras cada tarde siento en mí alma,
dolor, tristeza, se dan la prueba,
a lo lejos de que existió nuestro gran amor,
de que me amaste, sí de que yo aún te estoy queriendo.
Estoy sumergida en un mundo de desolación,
de que no tiene al lado otro ser,
un dolor ajeno, del que está sólo,
ya sea con su pena.

Un día triste sin ti,
queriendo consolar en tu quimera el gran dolor,
que es todo mío.
Aún estoy aquí- según creo- viva
y escribiendo estas cartas de amor,
que tú con tu huída inspiraste en mí.
¡ilusionista, inimitable, vendedor de tristezas,
el todo poderoso amor perdido!