Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 17 de septiembre de 2016

Desilución inesperada


Soy mujer


Soy mujer,
vulnerable,
sensible,
que oculta y dormida
me escondí del amor
por un tiempo muy largo,
días,
tal vez años,
con temores ocultos
a ser lastimada y herida.

Soy mujer
y ahora soy libre como el viento,
para amar, para soñar,
para elevarme hasta el cielo si quisiera
porque nadie decide mis sentimientos,
nadie le pone alto a mis devaneos.

Amo el amor
y canto mis palabras dulces
que como desafiantes jinetes del aire
se vuelcan en páginas de colores
como prosas de amor
inventando nuevos mundos
desde las frases tiernas
y llevando a las alturas
como aves peregrinas
las lágrimas que se van con ellas.

Soy mujer,
me invento en la cumbre
adivinada entre árboles retorcidos
buscando el retorno de la sonrisa.

Sigo las huellas de mis pasos
en soledades mías,
muy mías,
quiero estar allí contigo
pero tengo miedo de amar
y debo estar acá.

El amor nunca perdona
a quienes saben amar.
Se cobra su tributo,
le pago sin demora,
con el dolor de la distancia,
antes…
y ahora.

Soy mujer
y desde lejos te miro
con mis ojos cenicientos de cristal
y me duele muy dentro.

Soy mujer
y no quiero encontrarte ahora
que soy libre,
me ahogarías,
me arrancarías el aliento
en cada abrazo,
me desarmarías el alma
en cada beso.

Nos uniríamos
en el fino aliento de la aurora,
entre claridades que perforarían nubes
y volaríamos entre frondas salvajes,
sintiéndonos juntos,
muy juntos.

Soy mujer
que en este hoy clama por ser amada
y desea que hagas allí,
en tu corazón,
una imagen viva y radiante,
feliz y colmada en arrullos de amor
que despacito iría hacia ti,
entre besos de pasión y deseo.

Soy mujer
y a pesar de que el amor
me llevará a sufrir
quiero en este instante
que nuestros ojos,
en el fuego de la tarde
nos lleven a vivir con alegrías plenas,
bajo cinceles embebidos
de nuestro sentir noble y puro.

Soy mujer poeta,
soy la flor que deshoja cada amanecer,
llevo conmigo todos los aromas,
la dulzura de la miel,
el calor en una noche de amor,
mi sueño eterno,
mi leyenda de otoño en serenata.

Soy mujer
que ama más allá del tiempo
y la distancia que te busca
en los días de tormenta,
en la placidez del agua
que en mi piel revolotea al sentirte
mío para siempre
sin angustias ni pesares.

Mi mundo eres tú


Mi mundo eres tú,
soy tu amada amante
que sueña despierta.
Amor de otoño
que hace huir el ocaso.

Amor…
¿oísteis?…
Amor
¿Acaso no ven
como arde todo a su paso?
¡Himno de fuego
que el sol levanta
y amor que todas las cosas canta!

Mi mundo eres tú,
quiero estar junto a ti,
la impaciencia me desborda la mirada,
se me parte la distancia buscándote.

Necesito el roce de tus manos
y tiemblo impaciente
por reconocer tu rostro
sólo con tocarlo.

Mi mundo eres tú,
voy haciendo surcos en el aire,
embelesada y llena de mágicas
palabras de amor
que la brisa lleva hacia ti
y se vuelcan después
en el papel mágico
que las esperaba anheloso
y dichoso de plasmarlas en frases,
palabras,
poemas, prosa,
que llegan por el aire
al orbe todo.

Mi mundo eres tú,
te he elegido a ti
con mi mano sobre mi pecho.
Frente a ti desnuda
como ninfa encaprichada,
no me envuelvo en sus gracias
más que ella,
negándome  a las telas,
brocados,
sedas que sólo cubren
tristemente las ajustadas
estrofas del amor.

Mi mundo eres tú,
la dicha contigo está segura,
ahí a tu lado,
la  vida que se para en el HOY
es la inmortal,
la que acepta vivirla a pleno.

Eres el elegido,
como al agua más clara,
más perfecta,
en la mínima esfera de la gota
que no es en infinitudes de océano.

Mi mundo eres tú,
había perdido por siempre
la esperanza de encontrarte,
tú allí lejos,
yo aquí,
esperándote,
pero al sentirte cerca
eres como una flor
de cielo dormida a mi costado.

Tendiendo en el follaje verde del campo,
mi cuerpo descansa,
me quita ligaduras del ayer y del polvo,
me levanto para el limpio canto junto a ti.

Mi cuerpo ha madurado,
como fruto mágico
esperando tus lentas caricias
que como abanico de espuma
me cubren suavemente,
deseando el beso cien veces repetido
que me cubrirán tus labios.

Mi mundo eres tú,
voy abriendo para ti
el tupido follaje de mi misteriosa
selva tras las calandrias
y rosas de primaveras lejanas.

Y me siento casta,
transparente,
serena,
como la inmensidad verde y azul
que me abraza,
mientras te espero convertida
en puente que al infinito
por las olas salta.

Pienso en ti


Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.

Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.

Pienso en ti
y espero que te acerques,
quisiera sentirte cercano.
Todo hace el amor con el silencio
que puede ser como un fuego
o un templo de luces.

Pienso en ti,
quiero apretar tus manos
y me corre un secreto en la piel
que es feliz y ansiado.

Pienso en ti, te siento y miro,
lejanas,
mis palabras,
más que mías son tuyas
y de mis manos surgen
los poemas de amor que tú inspiras
porque llenas mi alma
toda de sortilegios mágicos y poéticos.

Quiero que los oigas,
que te lleguen proféticamente puros
porque voy tejiendo
con todos los poemas
un collar infinito
para que te envuelvan
y no te alejen nunca más de mí.

Pienso en ti
y en el equilibrio cósmico de la noche
mi voz interior me despierta,
me pregunto porqué busqué
en mi ser profundo
para saber lo que me desconcierta.

Pienso en ti,
muchos afanes de días,
muchas noches sin estrellas,
pondré un manto de olvido
sobre este dolor que me aqueja.

Pienso en ti constantemente,
construiré este poco de vida
con lo poco que me queda,
pero aún tu voz no se calla,
me agita,
me apena.

La noche está terminando,
ya entra la luz primera,
es una noche que pasa
y ella se irá con el alba.

Si todas las noches pienso en ti
y sueño contigo
¿por qué no vivo en un sueño?

Pienso en ti,
imagino eres el viento,
rozas mi cara,
mis manos,
tocas todo mi cuerpo
y en su silbido apacible
puedo sentir tu aliento.

Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.

Me tocas con tu mirada
y me recorres toda
y mi alma vuela apresurada
cruzando mares,
desiertos.

Pienso en ti,
en nosotros no existen fronteras,
tampoco tiempo,
quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado acompañándote
y apoyándome en tus brazos.

Pienso en ti amor,
te pienso con ansias
de frenesíes y pasiones,
cuando me abrazas siento
que tuve contra el pecho
un palpitar sin tacto,
cerquísimo,
de estrella que viene
de otra vida.

Pienso en ti,
porque te alejaste
y siento sobre el alma
esa opresión enorme
de sombras que dejaste,
de palabras,
sin labios,
escritas en papeles
que vuelan con el viento,
dejándome tan solo
el hueco de tu cuerpo.