Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 24 de enero de 2013

La vida es...


Tu huella que mi mar se llevó


Tu huella que mi mar se llevó, lejos, lejísimo, ni se verán más tus pasos firmes y seguros, ni sentiré tu húmeda piel sobre mi cuerpo, desnuda está mi carne, colando entre mis dedos mansa arena aunque a veces hacia adentro el deseo reverdece puliendo artesonados por tu ausencia.
Tu huella que mi mar se llevó, otras aguas se mueren en tu pecho que son mar a mis sueños y mi olvido, mas tus naves combaten y naufragan en un abismo de geográfico equilibrio.
Iré a vivir el mañana sin que tú cerques mis huellas, temblando de futuro, a sentir la vida de prisa, segundos, siglos, siempres, nada.
Alfabetos de mi espuma un día te alejaron de mi mar y yo por perdido te di, quizás por un instante tan sólo.
Tu huella que mi mar se llevó, porque ya no sentía las alegrías altas de tu querer y las angustias de estar aún queriendo poco me inundaron con lagrimones que anegaron mi pecho.
Sólo quedaron en mi alma los poemas, las frases, los monosílabos de amor que se escondieron dentro, muy dentro, para que tu huella no se lo llevara a la nada.
Desde la tarde aquella que mi mar te llevó aún andan por mis venas mis versos despacito y muchas cosas he visto que pasaron traídas y llevadas por el tiempo.
Sobre ti fui pasando mis horarios perdidos, sobre mí tú seguiste como el sol en los pétalos.
Y tu huella mi mar se llevó en la brisa de mi dolor caído, con la tristeza ingenua de saberme en lo cierto, tu vida era un profundo batir de inquietas fuentes en inmenso río blanco corriendo hacia el desierto.
Tu huella que mi mar se llevó, te llevaste mis caricias en el gesto de tu abrazo y en tus palabras quedaron rumores parecidos al lenguaje que llevabas en tu boca de agua desde el más quieto charco al más agreste risco.
Entre el hombre y mi alma se ha cruzado una espada de espumas blancas.
Ha sonado la lucha y me siento intocada, mi mar de llevó, estoy sobre los siglos con fiereza de olas…
¡Nadie palpe la sombra que mi impulso ahuyentara!
¡A veces la vida me quiere estallar en canciones de angustia inesperada!
Yo quisiera quedarme en el secreto de mis penas punzantes como estrellas, pero mi alma no puede alcanzar el silencio del poema sin palabras.

La vida es...


La vida es, mi existir en un sueño hecho realidad, un himno que canto a cada instante, una aventura en la que arriesgo todos mis sentimientos.
La vida es un desafío continuo que enfrento cada día dominando penas, luchas, tristezas, envidias; es un himno que canto con alegría y gozo, es bienaventuranza que la saboreo en cada amanecer y en cada crepúsculo.
La vida es puro volar sin hora quieta, es la salvación por querer salvarnos, es amor para disfrutar en cada segundo, en cada instante.
La vida es una mariposa de abril que revolotea feliz en mi jardín florecido y ahora en mi otoño fugazmente miro sus colores brillantes al sol.
La vida es una gota de rocío al amanecer que se desvanece en el cielo al mediodía de mi existir.
Cae en lluvia al atardecer para fundirse con el mar al anochecer.
La vida es color en la música del viento, leve en extensión pero intensa de dicha y amor en su breve tiempo en esta reencarnación.
Mantendré con aguas descendidas por las fieles veredas de mi pecho el esplendor del alabastro de mi amor sentido siempre.
La vida es cornisa y ornamento de mi cielo, sangre del buenamor, amor callado, firme hiedra de amor en mí plantada.
Estoy en mi existir soñando semidespierta en un sol desmayado y en un musgo amaneciendo y tiendo puentes con mis flechas bajando sombras de amor a mi tierra.
La vida es también dudas que ahogan en desazón el pensamiento y detiene las horas de la espera en la ramazón elástica del viento.
A cada hora recorre mis sentidos sin orillas el deseo de ser amada por ti y un remolino adolescente de primavera atraviesa mi cuerpo y la estirpe de mis cantos se levanta y mi sangre convoca la apetencia de estar entre tus brazos acurrucada.
La vida es amor, ¡bendita sea!, con felicidad e infelicidad, es un camino a seguir con momentos gratos e ingratos y un destino a cumplir.
Si se aquieta la sangre o ya niveles desborda consumiéndose en fuego toda mi piel, están prontas mis manos a mi ruego pidiéndote que vengas a mí, ya que eres tú el solar de mi vivir coronando los vientos serenados hacia el río donde bogan los besos no dados de tu sol y mis cánticos unánimes le dan brillo a mis bienes ya logrados para que el aire en su vuelo te traiga hacia mí.

Imagen viva


Imagen viva, gaviotas de luz chisporrotean sobre tu cabeza erguida.
Mis manos te buscan para acariciar la plata fina de tu pelo en el que me cobijo y bruñe como una luna de acero cincelada en filigrana.
Imagen viva del amor que refulge con luz propia cuando estamos juntos ¿qué tejerá tu memoria madura de andar los tiempos, de dibujar los caminos por donde viniste andando, buscándome con prisa para aprisionarme en tu pecho?
Imagen viva, espejo atiborrado de recuerdos, tu frente estirada en hilos y cenizas que el amor colmó cada segundo de nuestras vidas.
Imagen viva de horas vividas en las que nos buscamos, uniendo nuestras manos entre nuestros ojos confundidos y caricias que juguetean como viento escondido en el follaje.
Imagen viva, estamos juntos consumiendo nuestros temblores, desde esta distancia tan presente.
Imagen viva, entre besos de plata y lágrimas encendidas de amor. Enciende la leña de tus brazos para recibirme entre tus manos.
Rezumas por mis tiempos vacíos y mis sueños ocultos.
Imagen viva, seduces mis formas de arco iris iridiscentes al estar junto a ti cuando me regalas el trébol y el aroma de tus manos y me sacudes con el aliento de tu brisa azul y ágil.
Imagen viva, la tarde de nosotros dos se inunda en un fuego dilatado donde se ahogan las ansias sobre la nada y juntos, muy juntos apagamos lejanías entre suspiros y voces de dulces y mieles floridas.
Imagen viva, no es tu voz ni el espejo de mi voz, es un canto de pájaros picoteando aleros, jugueteando indiferencias.
¡Qué sensación tan profunda de esta imagen viva que nos trasporta a altas nubes en vuelos de amor pleno!
Imagen viva, entre los dos el silencio en galopes de plata y música nos inunda entre nuestros brazos y manos.
Imagen viva, donde amarramos nuestros ojos a nuestras alas para volar, volar lejos para ser llevados por el viento a nuestro mundo de otoños húmedos de amor.
Sin quejas ni llantos, sí en dorados espejuelos de nácar, nuestras imágenes vivas elevarán nuestras almas a ámbitos puros, sublimes, luminosos donde las dudas y temores de ser heridos desaparecerán por siempre y viviremos un presente con pasados olvidados.

En armonía con el viento


Soy ese amor secreto


Soy ese amor secreto, estás en mi como una sombra de mariposa fresca, como una ciega luz que me lleva al camino para saborear la paz serena de tu amor.
Necesito todo de ti, soy ese amor secreto, a oscuras, soy un fantasma en tu vida que siempre se desvanece con el día.
Me desarmo como una nube deshilachada en penas.
Soy ese amor secreto, me duele el alma, anida el trueno cuando tú no estás a mi lado, cerca, muy cerca.
Añoro en el silencio la mojada sonrisa de tus labios y el retirado bronce de tu cuerpo.
Mi deseo tiembla.
Soy ese amor secreto, es tu silencio, silencio vivo, bullicioso de recuerdos, de manos de papel que se deslizaban por mi, levemente y con ternura.
Tu piel brota entre mis dedos antes de que la realidad llegue a mis manos.
Realidad de no tenerte, en las luces y en las sombras, la rueda de mi existencia cotidiana que se pierde en una nada del aliento de amar.
Soy ese amor secreto que se ahoga en tu silencio para escuchar la imagen juguetona de tu voz que guardo entre mis dedos como una flor de música y cristal.
Te pido que vengas a mí, búscame con ansias, aún avanzando en tinieblas, casi a ciegas.
En el sendero de mi vida triste hubo una flor, cuando empezaba a percibir su aroma, se esfumó, así vivía mi alma triste y sola, así vivía mi amor hasta descubrir que todo eso borró al querer.
Soy ese amor secreto, no eres el sol pero iluminas mi vida.
Amor no es sentir lo que quieres sino sentirlo sin querer.
La peor soledad es cuando se cierra el corazón al amor y al deseo, si obscuras nubes invaden tu ánimo y una lágrima empapa tu mirar solo llámame, allí estaré.
Soy ese amor secreto, estoy sola, te tengo a ti en mi mente y te estoy conociendo aunque me acompañe tu silencio.
Soy ese amor secreto, aquí estoy con la desgarradora soledad de tu recuerdo…te siento, estás en mi como una luz de fuego y tormenta.

Mientras espero


Mientras espero inunda mi alma el perfume lejano de tu ausencia que acaricia mi piel y me abraza tu silencio.
Mientras espero me rodea un silencio de voces y ojos cenicientos de cristal y te amo en la espera en un letargo impreciso que arrastra en sus alas minutos y tormentas para acercar a mis caricias el fuego de tu piel.
Mientras espero borro el sueño de tu lejanía, mi delirio, mi ilusión, mi incertidumbre.
Mientras espero, te quiero en mi presente, en este hoy de cantos de cigarras, de trinos enjaulados, de flores indefensas y de cielo lleno de brotes blancos.
Y al sentirte, de mi alma se abren palabras nuevas, encendidas de amor, sílabas largas, versos áureos que acarician tu ser.
Mientras espero te siento como la sombra que me acompaña.
Te busco y te pienso, eres el que alimenta mi espíritu y calmas mi sed.
¡Ámame! Seré la sal de tu camino y el verde de tu sombra acogedora.
Mientras espero, lentamente me sumerjo en la nostalgia de tu ausencia.
Respiro desde lo hondo de mi ser esa presencia esquiva, plena de misterio que me niega tus manos y tus ojos.
¡Qué difícil es encontrarnos! Te encontraré mientras espero, a través del misterio nunca bastante claro y estaré contigo en el remanso de agua mansa, bajo la verde cabellera de un sauce.
Mientras espero, pensativa y triste oculto mi pena muy dentro y mi corazón palpita sin engaños, buscando la paz y la ventura, reviviendo lo que pudo ser y no fue.
Las preguntas me acosan, ¿por qué para poder tenerte en mí, no debo tenerte para mí? ¿Toda mía es la culpa de tu ausencia? ¿Será mi culpa? ¿Y tu miedo a amarme y ser amado?
Mientras espero, más te amo cada día porque estás en mí y la paz serena del amor que siento sacude mi soledad y me hace sentir que acaricio el pétalo de tu sombra y que sigo viva, existo, gracias a ti.

¿Dónde estás?


¿Dónde estás amor de mi vida que no te puedo hallar? ¿Te has escondido entre los vergeles floridos o en las cuevas oscuras junto al mar? ¿O en los nimbos del olvido?
Eres tan sólo un perfil, nubes grises bajo la tormenta oscura de palabras.
¿Dónde estás? ¡Ven a mí! Te hubiera amado hasta en la tristeza o en la melancolía.
La noche te llama y el sol busca tu rostro donde el día toma su luz hermosa.
Te quiero junto a mí, si no te tengo el frío, el dolor, nubes grises de siempre, como un relámpago entre el sueño, amaneces atravesando auroras.
¿Dónde estás? Vive tu secreta existencia a mi lado, como el deseo que nunca se extingue, habitemos juntos el invisible corazón de la eternidad.
¿Dónde estás? ¿Cómo llegar a ti? Siempre llegué, siempre fue posible estar juntos ¿por qué ahora no sucede?
¿Dónde estás?, ¿Entre la húmeda neblina que borra toda la gala matutina?
Me entristece no estar contigo, no tengo tus labios y tú no sientes los míos, ¿dónde estás? todas las frases que se quedaron en mí para ti, se dormirán y quedaré vacía y sola.
La vida contigo se me ha quedado, te hubiera amado aún a tu perfil sólo entre nubes grises, sin nimbos del olvido.
Con el misterio de la mirada te busco entre relámpagos de sueños y amaneceres solitarios.
¿Dónde estás? Te busco en el horizonte envejecido, en la estrella que palpita, en aquel cielo con un sol en el interminable laberinto de la Tierra.
¿Dónde estás? parece que habitas en el invisible corazón de la eternidad.
Más allá de las palabras, de los sentidos, de las ideas, en el territorio oculto de tiempos escurridizos te esperaré siempre, tu piel de mares infinitos acunará la fuerza de las esperanzas.
¿Dónde estás? te siento agitando tu melodía de fuegos en las manos del arco iris, donde habitan las sombras corriendo libres por la luz y este lugar el amor sueña libre en su soledad.
¿Dónde estás? te espero con mi corazón puro, recibiendo desde tu lejanía sencillas y suaves vibraciones de amor que caen en pequeñas cascadas silentes cada día por las curvas sencillas del viento desplazando su caudal de perfumes en el tiempo.
¿Dónde estás? no quiero sufrir amarillentas pesadillas de que no te encuentro, te quiero junto a mí en los atardeceres temporales de mi espíritu.
Yo te amo sin límites ni tiempos.