Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 21 de mayo de 2019

Sueño contigo


Amor sin dueño


Amor sin dueño,
quiero que mi alma se eleve hacia lo alto
entre suspiros entrecortados y anhelos de amar
con total intensidad haciendo palpitar el corazón
con ritmos placenteros
y sin ansias ni afanes,
sin que un ser me esconda entre sus brazos
y no pueda sin límites amar hasta el infinito.

Necesito que mis armoniosas
y pequeñas risas y lloros en flor
se congreguen al son de las alas
de mis sueños.
Mis frases,
mis estrofas de amor,
son nubes que flotan
y para ello hay que tener luz de estrella
para iluminar mi vida
en silencio plácido y sin fin.

Amor sin dueño,
quiero ir por veredas
de la tarde perdida y sola,
sin sentir el cercado de ramas
que quieran encerrarme
con trabas ni cerrojos.
No quiero que nadie pase por mi mente
como un aire domado con ramas verdes
que cercan mi sosiego.

Amor sin dueño,
no se atreva ningún ser a entrar
en el plato sonoro de mi silencio
queriendo quemar
la llama hirsuta de mi frente
como un ave de marfil en primer vuelo.
No quiero ser un pentagrama vacío,
me quiero llena de notas
que palpiten en mi alma
encontrando los versos,
las prosas,
que abren las alas y vuelan
levantando un remolino de cadencias
que como ecos lejanos llegan
a horizontes cercanos.

No deseo que mi corazón de poeta
sea un rojo sol prisionero,
quiero sentirme libre para amar
con todo mi espíritu por doquier,
aquí, más allá, lejos,
en infinitos espacios.
Necesito cruzar el éter
dormitando en el silencio blanco
de la luna llena
o como en potros de llamas
cabalgar en los cometas.

Hundirme libre en el mar
o bajar libre al abismo
donde la luz no penetra
y donde millones de ojos me sorprenden
y contemplan,
son los diamantes
que el gnomo amontonó
en sus cavernas.

Amor sin dueño,
vuela, corre, descansa,
se lo coge a puñados como al mar
y cae sobre las almas que me rodean
en un sueño eterno sin despertar ya más.

Suelto, escapado va,
sin que se sepa dónde,
sí pisando los cielos que miramos
o bajo el techo que es la tierra nuestra,
inasequible, incierto,
eterno jugando a existir siempre
y a su paso en las altas madrugadas
unas alas invisibles lo golpean,
lo llaman, lo necesitan,
es el amo seguro que se cierne
volando a ras de tierra
para todos en un enamoramiento total de la vida.

La vida es...


La vida es,
mi existir en un sueño hecho realidad,
un himno que canto a cada instante,
una aventura en la que arriesgo
 todos mis sentimientos.

La vida es un desafío continuo
que enfrento cada día dominando penas,
luchas, tristezas, envidias;
 es un himno que canto con alegría y gozo,
es bienaventuranza que la saboreo
en cada amanecer
y en cada crepúsculo.

La vida es puro volar sin hora quieta,
es la salvación por querer salvarnos,
 es amor para disfrutar en cada segundo,
en cada instante.

La vida es una mariposa de abril
que revolotea feliz en mi jardín florecido
y ahora en mi otoño
 fugazmente miro sus colores brillantes al sol.

La vida es una gota de rocío al amanecer
que se desvanece en el cielo
al mediodía de mi existir.
Cae en lluvia al atardecer
para fundirse con el mar al anochecer.

La vida es color en la música del viento,
leve en extensión
 pero intensa de dicha y amor
en su breve tiempo
en esta reencarnación.

Mantendré con aguas descendidas
por las fieles veredas de mi pecho
el esplendor del alabastro
de mi amor sentido siempre.

La vida es cornisa y ornamento de mi cielo,
sangre del buen amor,
 amor callado,
firme hiedra de amor en mí plantada.

Estoy en mi existir soñando semidespierta
 en un sol desmayado
y en un musgo amaneciendo
y tiendo puentes con mis flechas
 bajando sombras de amor a mi tierra.

La vida es también
 dudas que ahogan
en desazón el pensamiento
 y detiene las horas de la espera
 en la ramazón elástica del viento.

A cada hora recorre
 mis sentidos sin orillas
el deseo de ser amada por ti
y un remolino adolescente de primavera
 atraviesa mi cuerpo
 y la estirpe de mis cantos se levanta
 y mi sangre convoca
la apetencia de estar
entre tus brazos acurrucada.

La vida es amor,
 ¡bendita sea!,
con felicidad e infelicidad,
es un camino a seguir
con momentos gratos e ingratos
y un destino a cumplir.

Si se aquieta la sangre
o ya niveles desborda
consumiéndose en fuego toda mi piel,
 están prontas mis manos a mi ruego
 pidiéndote que vengas a mí,
 ya que eres tú el solar de mi vivir coronando
 los vientos serenados hacia el río
 donde bogan los besos no dados de tu sol
 y mis cánticos unánimes
le dan brillo a mis bienes ya logrados
para que el aire en su vuelo
 te traiga hacia mí.

Quisiera que estés presente


Quisiera que estés presente
con el color de tus ojos
o tu voz o tu risa.
¿Lo sobrenatural nació quizás contigo?
Hoy estoy pensando en ti…
como lo hice ayer y lo haré mañana.
Mi mente repite tu nombre,
mis labios lo gritan,
mi cuerpo extraña el calor de tu cuerpo.

Te extraño,
extraño el sabor de tus labios…
Extraño la caricia de tus manos.
Quisiera que estés presente,
aquí a mi lado…
Quisiera poder besar tus labios
y tomar tu mano.

Pero no puedo,
no estás presente
y te busco en una búsqueda incierta,
inasequible, eterna,
jugando con nosotros a será o no será.
Sé que te encontraré,
estaré siempre al acecho
en las altas madrugadas
por si cruzases por mis soledades
entre alas invisibles que se cruzan
y envuelven mi cuerpo esperándote.

Quisiera tenerte a mi lado
en el frescor de mi cuerpo enternecido
donde la hierba se siente ya iniciada
entre musgo verde y recién brotado,
entre la sombra de los sauces inclinados.

Quisiera que estés presente
y te entregaría un poema de amor
como puñado de agua límpida,
entre un espejo agradecido
donde acontece tamizada la tarde.

Estaré contigo agradecida
de tenerte entre mis brazos
pero es ardua la empresa,
la curva se endereza
y pienso que sin acertar el rumbo ni la escala estaría
mi cuerpo contra el tuyo
en la alta luz que con ímpetu resbalaríamos
en nuestro nido de amor.

¿Cómo apresar la sosegada llama
que te entibia los ojos?
¿O el frenesí que tu mirar proclama
cuando se incendia pródigo de rojos?

Quisiera que estés presente
desvivida por besarte
y mi piel en este estío enamorado
tiembla como adolescente enamorada
y hasta mi corazón multiplicado,
arde entre las ramas del cerezo.

Hollo mi memoria en una espera cotidiana,
corriendo por mis venas
mi amor para ti consagrado,
ajena a la honda espera
que el tiempo riguroso sazona.

De repente, llegaste,
como llegan las nuevas
que sacuden las entrañas,
tiembla el aire,
temblamos los dos tan sólo con mirarnos,
empañadas nuestras voces,
quebradas nuestras alas sólo sonrisas y cantos,
besos sin fin hundiendo nuestras cabezas
confundidas entre nuestros regazos.

Quisiera que estés conmigo
siempre ya que hambrienta de tu amor
estoy y mi cuerpo puro y casto
te reclama fatigando mi corazón
y mi respiro.
¡Quiero vivir los besos
con sensación de retorno siempre!