Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 16 de mayo de 2020

Las letras duermen


En un rincón de mi alma


En un rincón de mi alma, 
escondidas, apretadas, enlazadas, 
nacen mis letras, mis prosas, 
mis poemas que nuestro amor creó.

Son los versos que lloran en la lira, 
que se quedó sin cuerdas.
Son las aves de mi niñez 
que buscan y no encuentran 
un árbol protector en que posarse.

Las busco con desesperación
 pero las estrofas de amor
 se anidan en frases
que escribo como amor para ti.

En un rincón de mi alma 
donde nadie lo encuentra, 
se oculta el poema de amor, 
el que nos unió, 
poema que escribí 
con dedos de amor y llanto de cristal 
por la falta de tu presencia 
que tu ausencia se llevó.

Ausencia que se siente 
como cuando el fuego se extingue 
porque el aire ya no está.

En un rincón de mi alma, 
se guarece entre frondas de lágrimas 
el dolor de no tenerte a mi lado 
y pido noticias de ti al viento,
 al ave, a la flor, al bosque 
y a los astros del firmamento.

Mas no he de dejar de buscarte
 pues me dice una voz secreta: 
¡sigue no te canses, mujer poeta!
Él ha de venir a buscarte
 por tierras, mares y cielos, 
en su cansada fantasía.

En un rincón de mi alma, 
aturdida y desangrada
 revolotean recuerdos purificados del pasado 
y como en una tierra mullida 
danza en amores trenzados
 a mano delicada,
 intrincada filigrana 
como un gran amor donado.

En un rincón de mi alma, 
mis sueños peregrinos 
prosiguen sin tregua 
la búsqueda de tu amor, 
se afanan, luchan, 
persiguiendo al mañana 
que te traerá otra vez hacia mí.

Y como una luz como telar exangüe, 
el cielo ilumina mis tristezas 
e hilvana, enviando a mis páginas, 
letras como poesías de la noche fría.

En un rincón de mi alma, 
 te tengo guardado,
 tú, el soñador, el amor compartido,
 luz del dolor cuando mi arpa reza 
¡oh luz! ¡oh belleza blanca de ilusiones!
¡Cuánta esperanza
 irradia en mi alma
 la sombra de tu ser ausente, 
siguiendo un ideal 
y un sueño que no se alcanza!

Y hay en éste, mi otoño, 
cuando la vida empieza a declinar, 
mi corazón rebosa de amor
y mi espíritu se anega de ilusiones 
en el silencio que flota 
a nuestro alrededor, 
rodeándonos como un tapiz vaporoso
 entre hilos alados y brillantes.

El sueño de amor inunda mi alma 
y en mis versos gira 
como magia del más allá,
 inundando mi alma 
de un existir único y verdadero  
donde no existe 
el mago azul de la mentira.

Suspiros en silencio


Suspiros que surgen en el silencio
desde lo hondo del alma,
parecen clamores de murmullos
elevándose al viento.

Surgen poemas, frases, ideas,
profusos versos con suspiros entrecortados
que desgranan mi amor hacia ti.

Yo intento siquiera emitir en silencio
 la historia en mares sin calma,
me despego tan solo
en suspiros al viento
aunque en esos suspiros
se vaya mi alma.

Me detengo un instante en este verso
y entro a través del cauce de mis palabras
 hacia el suspiro oculto en el silencio.

Dibujo tu paisaje al compás de un poema,
en él te acaricio y manifiesto,
una vez más que el dolor de quererte
es el fuego que me quema,
sin embargo, te quiero
sin querer renunciar.

Ya no tengo lenguaje para escribir poemas,
sólo me queda el suspirar en silencio,
en él he tratado de esconder el secreto
pues grande es el reto
por no saber dónde estás.

Los suspiros en silencio se extinguen
como acontece siempre
en cada paso al andar.

En mi amor te distingues
porque eres poesía
y aunque ya no te encuentre
en mis versos estarás
y mis suspiros en silencio
volarán hacia ti.
Suspiros en silencio,
 van despacio, leves,
como soplos alternos se entregan a ti,
al ritmo de tu vivir soñando.

Veo la estrofa
de que está hecho tu sueño,
la tienes en tu alma tendida
esperando los besos
que ya son tuyos
son el misterio en el alto silencio de la noche,
ya que un soñar mío
empieza al borde de tu cuerpo
y en él el tuyo siento.

Tú dormido, yo en vela,
hacíamos lo mismo,
no había que buscar tu sueño,
ya que era mi sueño, mis suspiros
 eran tuyos.

Suspiros en silencio,
entrecortados, diáfanos,
van hacia el aire entre murmullos de amor,
 respirando en tus caricias
y despertando entre tus recuerdos.

Mi corazón palpita y vibra
entre mis suspiros, en silencio
y mi alma se va con ellos
añorando tu ausencia.
Mis suspiros son de puro amor por ti.

Si los cielos iluminan
trasluces de paraíso,
 islas de color de edén,
es que en las horas sin luz,
sin suelo,
hemos anhelado el estar juntos los dos,
 sin palabras,
dejando como una gran estela de luz,
el amor detrás cuando cruza
por la noche eterna del mundo.

Suspiros en silencio,
me los ha llevado el viento
en la dulzura del alba
y buscándonos a tientas
con las bocas
que el vacío besaba
en prodigioso pacto
nos encontramos siempre.

Tropiezos Del Corazón


Tropiezos del corazón,
 ¡cuántos pesares causan!,
 vacilo en mis sentimientos,
detenida en el grave concierto del otoño,
escuchando como los violines y las arpas
agitan un mar de hojas rojizas, amarillentas.

Tropiezos del corazón,
 por primera vez lloré
al haber arrebatado tu rostro
al deseo creciente de mi alma
por querer mirarme en tus ojos
y no encontrarte.

Después del letargo imprevisto
que arrastró en sus alas minutos y horas,
 ahora lejanas y frías,
conservo en mis labios tu nombre
esperando que nazca de tu rostro
el verde que refresque mis sentidos
y tú confundido y ausente
 ignorarás mi suplicio que clama por ti.

Tropiezos del corazón,
caí en un pozo sin fondo,
 te añoro y te extraño,
 no has venido a despertar
 mi alma sumergida
en sombras sin luces, ni rumbos.

Si pudiera gritar mil palabras
 serían testamento
 para repetir libres de mentiras y falsedades
el amor que por ti siento.
Ajusto sobre un arco mis deseos
y del puente que tiendo con mis flechas
 bajan lamentos de amor a nuestro suelo.

Tropiezo del corazón
que hacen tambalear
mis ilusiones y mi alma entera,
apagando las estrellas de mi cielo
convirtiendo mis sueños
en tropeles de fantasmas tétricos
que me envuelven
con mantos oscuros de la noche
 llevándome por ríos inagotables de tristeza
 formados por las lágrimas
que brotan de lo profundo de mis sentimientos.

Tropiezos del corazón,
 por los mares del silencio
siento que crece la luna desde adentro
y que como cisnes de humo
 flotan los recuerdos y los pensamientos
en las redes sutiles de mi sueños.

¡Tu presencia se diluye a lo largo de mi barca!
¡Tú no estás!
 ¡Entre las tranquilas sombras ya no te pienso!
En duras alamedas de cristales
 padece el corazón un miedo tibio
y pasa lentamente entre mis dedos
 la luz quemada de tus ojos negros.

Tropiezos del corazón,
el desliz de mi mente cuando duermo
me hace llegar al valle de tus sueños
y me mueve la distancia como alas
en las grietas de mi piel que vence el tiempo.
Y tu alma y mi alma se pierden
en la niebla lejana del recuerdo.

Tus caricias imaginadas
brotan lentas por el mapa de mi cuerpo.
¿Qué haces alma,
 tropezando en caídas sin regreso,
 que no ves las celadas que me aguardan?
Tú y yo somos agua pasada
que moja las veredas de mi vida.