Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 30 de enero de 2020

Tu luz fascinante


Acepto tu partida


Acepto tu partida,
en esta carta que sé que nunca leerás,
te digo que eres libre, este nuestro amor,
se ha marchitado,
lánzate y vuela con el viento,
no te molestes por estar a mi lado.
voy detrás tuyo borrando tu recuerdo en olvido.
te dejo ir aun deseando tu regreso,
al igual que a tus besos, tu piel y mis lágrimas de felicidad,
sobre tu pecho.

La pérdida de tu amor,
hoy te dejo ir porque de nada me sirve retenerte,
si tú estarás lejos de mí
y aunque decidas quedarte es mejor decir adiós,
cuando se va el amor.
Hoy te dejo ir, no de mis manos ni de mi vida,
te dejo ir a la deriva quizás porque es un poema,
que escribí hace minutos,
voy detrás de ti borrado este recuerdo en olvido.

La pérdida de tu amor,
te dejo ir aun deseando el retrato del ayer,
tus besos tus caricias, tus manos sobre
mis senos y mis lágrimas de amor sobre tu pecho.
te dejo ir pero algún día nos vamos a encontrar,
juntos con el límite de este tiempo.
Te dejo ir, tu partida es inevitable,
pero no olvides todos los momentos maravillosos que vivimos juntos.
Abrazados, muy juntos, en nuestro nido de amor,
cuerpo contra cuerpo,
besos por doquier, caricias por toda nuestra piel,
dejando como plumas doradas un corazón
brillante en instantes inolvidables.
Hoy te dejo ir con el calor de mi amor
en tu corazón,
vientos levemente soplaran,
mientras en mi interior tus recuerdos arderán.

La pérdida de tu amor,
hoy lo acepto sin olvidar lo que vivimos,
seco mis lágrimas y miro tu vuelo,
estrella fugaz en el límpido cielo.
Bendita libertad ya que me tenías atada a ti siempre,
ahora soy libre y por eso te dejo ir como el viento,
sin latitud fija, como el rio entre las rocas,
como las palabras al aire,
no te preocupes mas no te buscaré.
No se busca lo que ya se tiene
y aunque decidiste alejarte sé que me recordarás de por vida.
No olvidarás mis apasionados besos, mis dulces caricias,
de nuestras noches de amor y placer,
de nuestros encuentros en nuestro lecho,
que ya te extrañan,
me conformaré con tu olor impregnado en cada lugar
y en cada sábana,
olvidarás tu retirada por un momento,
pero recordarás esta alma que has llevado
contigo.

¿A dónde te has ido?


¿A dónde te has ido?
¿Por qué te has ido de mi vida?
No sé por qué esto tuvo que suceder,
¡sabes, mi corazón nunca te olvida!
¡cómo quisiera poder volverte a ver!
sé que nunca volverás del lugar recóndito,
Donde te has ido,
pero tú me dijiste un día no muy lejano, inolvidable,
que siempre me amarás.
y ahora te veo en cada estrella en el cielo,
siento que me abrazas cuando el viento va a soplar.
¡cómo quisiera verte, ese es mi anhelo!
Y que con un poema de amor tú aún vivirás conmigo,
tan sólo un instante de tu vida.

¿A dónde te has ido?
¡que cruce en tu muñeca del tiempo,
contra el tiempo el pensar en mí!
El tiempo frio, enroscado, acechador,
esperó lo suficiente para que tú te fueras lejos de mí.
A tu vida infinita, sin término,
los segundos para tu huida te echaron lazos pueriles.
Desde lejos te siento sentir que tu corazón en un rincón afirma,
sangre yendo y viniendo en ti,
que tu querer por mí no desapareció,
encontraste otro ritmo pero como mi amor, no.

¿A dónde te has ido?
ya no te veo, no se oye nada de ti,
Ni un gemido, ni una palabra.
Me sobran los ojos y los labios buscándote en este mundo tuyo.
Para sentirte a ti no sirven los sentidos de siempre,
usados como ayer.
y como quisiera ver tu sonrisa tan solo una vez más,
tan solo me gustaría oírte decir que aún me amas,
desde el recóndito y misterioso lugar donde te fuiste,
pero pienso que mis deseos no se cumplirán jamás.

¿A dónde te has ido?
¡cómo te siento en mi pensamiento!
y en la esperanza de soñarte con tanto sentimiento
y no perder la confianza de que algún día,
te tendré otra vez entre mis brazos.
Mis manos te han olvidado,
pero mis ojos te siguen viendo
y cuando es amargura lo que me inunda por tu ausencia,
Lo cierro despacio y sueño.
Y en mi imaginación estoy a tu lado,
sordamente en lo oscuro, tropezando en ocasos,
en vísperas , hundiéndome hacia arriba con un gran peso de alas
y es entonces que abro los ojos
y ya quedo ciega, sin ver,
sin saber más vivir sin ti, en este mudo descolorido,
donde estábamos juntos.
Inútil es pensar en ti y comienzo a entrar en otro orbe,
Donde me espera otro amor,
 que me ama en silencio conforme y eterno.

Despechada


Despechada,
quiero dejar de llorar por un amor
Y guardar mi manto de lágrimas en un pañuelo seco.
Sólo pido unos minutos de paz y tranquilidad,
para poder descansar de aquel,
 bello y maravilloso amor tuyo,
que me está quemado en las entrañas
y malgasta mi alma y mi ternura.
Miedo.
De ti.
Haberte querido fue el más alto riesgo que viví,
múltiples tú y tu vida,
te tenía ayer que ya lo conozco,
entro por laberintos oscuros,
busco tus manos y no las encuentro.

Despechada,
tu camino, como tu amor ya no se cruzan con el mío,
no dejaste rastros para mí,
solo recuerdos de tu amor hacia mí
todo se lo llevó el viento y el recuerdo,
del tiempo sólo me quedó el alma rasgada
y el corazón destrozado y sangrando,
los recuerdos con la vida perdida en el horizonte,
te añoraba.
Pero tú eres tu propio más allá,
como la luz y el mudo , días, noches , estío , inviernos sucediéndose.

Despechada,
fatalmente, te vas sin dejar de ser tú,
en tu propia mudanza, con la fidelidad constante,
del caminar lejos, bien lejos de mí.
¡si me llamaras, sí, si me llamaras!
lo dejaría todo, todo lo tiraría,
el azul del océano en los mapas,
 los días y sus noches
y hasta un amor.
¡que no eres mi amor!,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz,
telescopios,
desde la estrella por espejos, por túneles,
Por los años bisiestos,
puedes venir no sé por dónde,
desde el prodigio siempre.
porque si tú me llamaras,
seria desde un milagro incognito,
 sin verlo.

Despechada,
Por despecho finjo el olvidarte,
Por amor te escribo mis poesías que no las encontrarás
Por despecho mi orgullo hace esconder mi llanto.
Por amor mi corazón se deshace en lágrimas de dolor.
Por despecho trato inútilmente de ignorarte,
por amor estás presente aun cuando no estás.
Por despecho te pregunto mil veces,
¿por qué?
Por amor me hago una  sola como el silencio.
Por despecho me aíslo en distancia,
por amor, mi amor… llegaré hasta donde estés.
Para olvidarte y decir adiós…
O para recordarte para siempre…
Creeré que todo fue soñado,
que aquello tan de verdad
 no tuvo cuerpo, ni nombre,
que fue una sombra, un sueño más.