Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 20 de diciembre de 2018

Alegría y amor


El perfume del amor


El perfume del amor,
que en primavera se derrama por doquier
ya que entre las espigas del aciano y el rojo de las amapolas,
colores fuertes y rotundos me infunden energía y vitalidad,
también vuelven las golondrinas en parejas…
plenas de amor construyendo su nido en el tejado,
junto a la celidonia,
planta ligada a su vida
pues aparece y desaparece en correspondencia con sus migraciones.

El perfume del amor,
pleno de colores y sonidos suaves, vibrantes,
el amor me encamina en su búsqueda,
necesito su cercanía, su contacto.
Amor mío, voy cantando bajito
sin ahondar las pisadas,
no sé si por costumbre, por cautela u holganza
con un dejo de gozo y otro de lástima.

El perfume del amor,
Gozo por lo que tengo y por quién soy,
estás a mi lado, abrazando con suavidad mi cuerpo,
dándome besos y cariños con caricias leves y profundas.
Voces nos rodean, placer, caricias que desgarran,
besos que dibujan nuestros rostros temblorosos.

El perfume del amor,
cuando mis ojos gritan tu nombre
en la soledad imperdonable cuando tú te vas,
el abrazo de tu piel de nave humedecida
me sacude y me hiere,
me desdobla y me lleva.

El perfume del amor,
naceran de ti y de mí nuestros abrazos
como nacen en tu boca las flores encarnadas…
que dejas en la mía.
Aprieta mis deseos,
caliéntame las carnes,
con tu pasión de viento,
el sol será mañana un plato de lujurias.

El perfume del amor,
Tú serás mi boca y mis manos desgajadas de rocío.
Besos que dibujan nuestros rostros temblorosos.
Tipas y palomas me atraen a tus brazos
De hojas frescas y de aguas de espejos cimbreantes
Al fin me ponen en los tuyos, entre el perfume de nuestro amor,
Me ahogan tus ramas de piel caliente,
Me sacude con ternura el besar de tus caricias…

Recuerdos del pasado


Recuerdos del pasado,
Señales advenedizas y trágicas
Que raudamente vienen sin saber por qué.

¿CUÁL es la razón de este cambio
Absoluto y total?
¿Por qué el pasado viene a cambiar el presente?

Mi vida blanca de tristeza,
Es luz todo dolor
Y aún el amor me inunda
Y me hace recordarte…
Como mi gran soñador.

Recuerdos del pasado,
Mi fantasía con audacia, inquieta y mágica, sin cesar
Busca la paz interior,
Aún sintiendo el dolor interior Y más profundo
En la nocturna soledad secreta.

Recuerdos del pasado,
No obstante este HOY sangrante y doloroso,
Entre los sueños peregrinos prosiguen
Con voluntad férrea y tenaz por el desierto humano
Que comencé en el AYER, va poco a poco superando…
Hacia la esperanza del cambio.

Y aunque no llegue nunca a los serenos
Doseles de las palmas, por lo menos
Más cerca de ellas cavare mi fosa.

Recuerdos del pasado,
Y aún a pesar de mi ánimo sin decaimientos,
Mi mar de llantos busca en mi interior
Las frases,
Las palabras de amor,
La poesía que emana de mí hacia el mundo real,
Que a veces esta partido.

Recuerdos del pasado,
Soy una vagabunda del cielo y de la tierra,
Y el lenguaje sutil,
Cuando los cristales duplican sus colores,
Mi ánimo se levanta hacia lo alto,
Superando todos los obstáculos,
Que me hieren y lastiman.

Soy una página en blanco
Y no encuentra en estos instantes de dolor…
Los poemas que están en en el aire perdidos,
Allá en la lejanía.

Recuerdos del pasado,
No regresen a este HOY,
Busco el amor,
La paz en todo mi existir,
Y sé que pronto llegarán.

Me entrego a ti mi amor


Me entrego a ti mi amor,
te busco y anhelo
tu presencia a mi lado.
Mi piel tiene el sabor de miel
de tus besos y mi cuerpo
clama excitante
que vengas a mí y me amas.

Me entro a ti,
con mi alma deseosa de amor,
ahora, en este instante, ya,
sin esperar en vano al vacío absoluto
sin el encuentro de nuestros cuerpos unidos
como uno solo,
entre besos,
caricias, ternuras,
mimos de ansiedad compartida
de llegar juntos a culminar
como si estuviéramos
en nuestro Paraíso terrenal.

Me entrego a ti,
mi amor,
con toda mi pasión,
mi ardor otoñal,
con mi cuerpo aún deseoso
de ser poseído por ti.

Cuando estamos juntos
volamos hacia la inmensidad del horizonte
bajo la luz de las estrellas
que iluminan cada momento del amor
que nos une, nos estruja,
nos hace explotar con dulzuras,
con besos profundos,
casi sin ruido algunos,
otros melodiosos que piden más,
mucho más.

Me entrego a ti,
mi amor,
avivas mis deseos de ser tuya,
enteramente tuya y mi virginidad
te entrego en cuerpo y alma.
En nuestro lecho de amor,
entre azahares,
rosas, amapolas,
verdes lotos recién nacidos
hicimos el amor con pujanza,
entre impulsos tanto esperados,
con vaivenes de entrelazos,
como con abrazos y suspiros levemente
respirados entre besos
que nos llevan a nuestro mundo,
sólo nuestro.

Me entrego a ti,
somos dos en un cuerpo y dos almas,
entregados al amor con intensidad,
plenitud, alborozo, alegrías y risas sin fin.
Bailo entre tus brazos,
mis caderas sin quererlo se mueven solas,
bailando como si estuvieran
en las mil y una noches.

¡Qué felicidad!
¡Soy toda tuya!,
sólo tuya,
bajo el arco iridiscente
de la bóveda celeste que nos acoge
secretamente en nuestra íntima soledad.
Me entrego a ti con regocijo,
sin pudores, ni tabúes,
con toda mi ternura,
mi amor, mi dulzura,
enamorada de ti como de la vida.

¡Te amo!
Te esperé durante mucho tiempo
pero por fin me encontraste
con todo el arte de tu seducción,
tus palabras fueron sin saber
la caricia al interior de mi mundo
haciendo remover en mi cuerpo lo dormido,
lo que se había detenido en un lapso de la nada.
Vivamos tan sólo el Hoy,
es el que no unirá por siempre.