Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 25 de septiembre de 2019

No es tarde para empezar


Melancólico Silencio


Melancólico silencio,
murmullos silenciosos que nos unen
en un todo rodeados de silencios.

Amor,
mi melancólico amor,
frágil figura bajo las sombras nocturnas
bañada de destello de luna bronceada
y pálida piel fina.

Soy tuya en un melancólico silencio,
necesito un leve suspiro tuyo,
la esencia de tu alma,
el consuelo eterno del alma.

Melancólico silencio,
que inunda los rincones de mi corazón
¡Ven!
¡Apresúrate!
¡Te estoy esperando para compartir
este silencio de dos!
Inunda mi imaginación
y deja que una furtiva lágrima mía
roce tu piel dejando un leve rocío de este amor
que existe en mí.

Iníciame en el viaje hacia ti
en esta noche plena y fresca
y así poder compartir
este melancólico silencio a tu lado,
sintiéndote mío.

¡Acércate amor!,
despierta mi alma dormida
que en susurros silenciosos te busca.

Melancólico silencio,
puéblalo de ecos del viento,
que colme mis inquietudes al recordar tu voz,
la arena será la que acaricia tu piel
imaginando que son mis manos,
mi rostro lo verás reflejado en tu misma mirada
al mirarme en las aguas claras de los lagos…
al amanecer,
al sentir que en ti estoy cobijada.

Melancólico silencio,
que nos reservamos,
isla habitada
por dos almas que se aman.

Del naufragio tristísimo
en el alba de aquel callar
donde se abolían ruidos,
gritos rotos,
píos de aves,
romper de alas,
quedamos solos prendidos a los restos
de nuestro silencio,
tú y yo,
los escapados por milagro.

¡Tardar!
¡Esperar!,
nos dice el ser entero,
nuestro anhelo es rechazar la luz,
el ruido,
el mundo y aquí en nuestra penumbra
sosegada y segura defendernos inmóviles,
nuestro derecho a estar juntos,
unidos,
tendidos y abrazados amándonos en silencio,
en nuestro cielo claro y luminoso
donde el ansia de soñar
nos lleva al afán de vivir eternamente unidos.

Iluminas mi mundo


Eres la luz que ilumina mi mundo,
mi vida cambió
cuando supe de tu existencia,
pude ver la luz de nuevo.

Iluminas mi mundo,
ya que todo era gris
cuando tú no habías llegado a mí.

El hoy y el mañana
eran inciertos
y llegaste como la lluvia
salpica al desierto.

Eres la luz que ilumina mis senderos
y en el silencio de la noche oscura
te siento a mi lado
como un gran secreto.

Hoy,
otra vez la vida acaricia mi sentidos
porque me buscaste
y yo fui hacia ti.

Eres del cielo
mi fiel estrella que ilumina mi alma,
eres el faro que guía la barca de mi corazón
hacia un puerto seguro.

Iluminas mi mundo,
porque eres el río de amor
que se une al mar de la pasión,
eres mi vida compartida
y mi silencio escondido.

Iluminas mi vida
con la luz de tu sonrisa,
con esa misma
que siento caricias de la brisa.

¡Cuánto daría por tenerte entre mis brazos!
¡Cuánto por sentirme viva con tu aliento!
¡Mi mundo por oír cerca el rumor de tus pasos,
por no tocar más tus labios desde lejos!.

Iluminas mi mundo con tu amor distante,
el que viene,
quiere estar donde nunca estuvo,
volar y posarse donde lo están esperando
como saeta siempre en un cielo distante
que está a veces detrás
pero vuelve en la noche mullida
de estrellas y luceros
para tenderse a descansar a mi lado.

Iluminas mi mundo,
con sólo pensar que allá arriba,
celeste un momento
la tierra es el cielo del cielo,
¿de que profundidad viene
este amor que nos une ya?
Ya sin ti no puedo vivir
aunque sean fugaces estos momentos
porque no se escaparán
guardados entre los besos.

Este amor que ilumina mi mundo,
a mi alma llega hondo,
que,
aunque vuele y huya
será siempre mío
y un momento de él,
si se cuela a hurtadillas
será la vida nuestra.

Sabes que te necesito


Sabes que te necesito,
a ti,
amor de mi vida,
que junto con mi poesía
creas mis atributos,
atmósferas radiantes,
emociones dulces
como mieles.

El verso surge de mi alma
donde tú te anclaste
con golpeteos silábicos,
trasmitiéndome la capacidad
de crear imágenes naturales,
nuevas,
creíbles para que te lleguen
y me ames más.

Sabes que te necesito,
para crear el poema
con sentido estético,
movimiento y forma,
tú,
mi tumen,
mi fuente de inspiración,
el que le da sonoridad a mis versos,
plenitud y luminosidad
armoniosa plena de luz.

Sabes que te necesito,
a mi lado,
junto a mí,
eres mi fuente arqueada por el viento
que traen tus palabras,
eres el fulgor de la altura
que resurge
cuando se apartan las nubes
como alas mágicas.

Me das ternura
llevándome a que admire
los cielos estrellados.

Sabes que te necesito,
me cubres como hiedra,
me envuelves con tus brazos.
¡Acércate más!
¡cúbreme de caricias!.

Sabes que te necesito,
te lo dicen mis estrofas,
línea tras línea,
que mi amor se desborda
y al evocarte
te necesito más cada día
y la pasión se desborda
al fuego original que nos lleva
a las llamas de la vida.

Sabes que te necesito,
porque poesía y amor
son una unidad indisoluble,
un medio de revelación,
las dos caras de una misma realidad.

Quiero estar contigo
en edenes ciertos,
en horizontes cercanos,
en crepúsculos constantes e inmóviles,
en arreboles de mil colores.

Sabes que te necesito
para que mis ojos
alcancen el firmamento
y que de mis manos
florezcan poemas
y de mis palmas
nazcan áureas frases.

Te necesito para deleitarme
con esa melodía,
la nuestra,
la que revela nuestro amor eterno
en sus acordes melodiosos,
preludios cercanos
de besos buscados.