Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 21 de junio de 2019

Desamparada

La esencia de tu ser


La esencia de tu ser bien oculta
 en el rojo silencio de tus ríos interiores
duerme tu espíritu en una fugaz luz,
estalla en la mañana
como amor retenida en pimpollo.

Mi alma, cercada de tinieblas,
al infinito se alarga
 cuando tú como bálsamo tenue
me haces perder el miedo
en tus brazos que me estrechan
 poderosos y frágiles
con la fuerza de tu amor,
plena magia
que suena como dulce melodía.

La esencia de tu ser me inunda
cual hiedra de amor,
con tu sangre vibrante
que forma raíces profundas y enlazadas
en mi mundo interior.
Naciste como perfil modelado
en blanda cera en los duros biseles del silencio,
estás inmóvil como águila en espera,
con el calor de tus hombros
enlazo la cima de los cielos con la tierra.

No se cuando empezamos a conocernos,
cada mañana nos empezamos a encontrar,
cada nuevo beso es para mí,
mi primer beso,
mi verso debía decirte
lo que para mí has sido,
tú tenías la palabra exacta
con ternuras compartidas.

La esencia de tu ser,
 mi corazón palpita deseoso
de poder llegar a tenerte en mis brazos,
sentir tu sutil aroma,
con el solo anhelo
de llegar a reflejar tus ojos en lo míos
 haciendo que mi alma se sumerja
en un éxtasis infinito.

Así esta pequeña ideología tuya
provoca en mí los sentimientos más profundos
ideando tu figura
mientras nuestros corazones
siguen bebiendo de la misma fuente
como en la hora tiernísima del juego
y de la leyenda,
regalándome primaveras inagotables de tu alma.

La esencia de tu ser,
esa materia que se presenta
como un himno favorito
entre notas que suben en números acordes
de tu pecho a mi oído
y despiertan una viola celeste
 llevándome al cielo como las alas de un ángel,
armonizando su son con tus cantares y tus risas.

Siempre amparándome en tu ser
 y se asoman a mi pecho tus sentidos,
temblando mi cuerpo
al sentirte cerca de mí.
La esencia de tu ser,
 principio de un amor sin tregua,
así voy por veredas de la tarde perdida
para siempre en tu embeleso.

Mi rostro feliz,
mis brazos libres,
recorriendo mis sentidos sin orillas,
vuelvo a tu boca olorosa,
quedándome en el deseo creciente de las aguas,
 jugando con tus sueños y mis anhelos.
La esencia de tu ser,
es mi paz intacta
del manantial de mi dicha.

Tus ansiadas caricias


Tus ansiadas caricias,
cuantas veces he estado,
espía del silencio,
esperando tus dulces ternuras
aunque tan sólo a través de tu voz.

Añoro con los ojos cerrados
el recorrido de tus tiernas pruebas de amor,
de tu ser ascendiendo
por escala de tactos,
de besos, de abrazos,
de palabras con las que decías:
te quiero.

Tus ansiadas caricias,
puro milagro en mi,
dentro de tu querer y ahora,
confusa, las busco
 al formarse el día
en la gran duda oscura.

Y agoniza esta criatura
que tú dejas atrás,
inútil ser de antes
que entre auroras seguras
te espera por siempre.

Tus ansiadas caricias,
suaves como el transcurso de cada día
pleno de amor,
no fluyen hacia mí,
 las nostalgias de sentirlas
 invaden mi piel.

Reclamo con desesperación,
con urgencias tus besos furtivos,
extraño los goces robados,
el fuego inminente
desatado por la pasión.

Exigente mi cuerpo y mi alma
murmuran a los vientos tu nombre,
imploran a los cielos
el diluvio divino de tus abrazos
y el torrente de tus besos.

Tus ansiadas caricias,
colmadas de placer
que existen en la profundidad de mi amor,
ansío tus suaves toques
entre suspiros de ilusiones
refugiados en mi piel.

Fueron el reposo en mis sueños
y revivieron mis despertares
con sentimientos encontrados
en la distancia que destruye el pesar.

Tus ansiadas caricias,
al no sentirlas,
 la incertidumbre me invade
y en esta ingrata lejanía
la inquietud por no tenerte
me destroza muy dentro
al no estar tú cerca de mí.

Tal vez el tiempo me traiga con la noche
la esencia de tu cuerpo sin prisas
 envolviendo mi entorno
de fragancias mágicas
 de eternas esperas.

Mis ilusiones vagan sin rumbo
 buscando tu destino
como versos, como prosas.
Ocupan parte de mi vida,
inconclusas e incoherentes frases
por ti acalladas,
razón de más para seguir amándote
en mis sueños de noches estrelladas.

Ahora que ya no puedo dejar de amarte
cómo dejar caricias olvidadas.
Tus ansiadas caricias,
sutiles estelas en mi piel dejaron,
 reclamando tu amor
para calmar mi sed de enamorada.

Desearía si pudiera,
sentirte cerca de mí,
disfrutar de tus abrazos y tu presencia,
estar a tu lado y sentir
que soy todo en tu vivir.

Recordándome


Recordándome
(Desde un olvido lejano,
 viniste tras el viento,
buscándome)
no quise escucharte.

Recordándome
(Llegaste a mí
cantando sueños
que volvían de los tiempos de antes
porque en tus estrofas amantes
querías que mi voz
te acariciara)
no quise escucharte.

Recordándome
(Traías en tus palabras
 el pasado compartido,
 entretejido con latidos de amor
 entre inquietudes
de momentos pasados juntos)
no quise escucharte.

Recordándome
(Querías que volviéramos a estar juntos
prendidos a los restos del silencio
de este tiempo ya pasado
y del que escapamos
por milagro)
no quise escucharte.

Recordándome
(Esperabas mi pura promesa
de volver a estar juntos,
pero al despedirnos de lo gozado,
lo sufrido quedo atrás)
no quise escucharte.

Recordándome
(Pensaste
que nuestro sueño de amor vivido
aún persistía
y que nuestra ansia de vivir,
amándonos,
latía,
aún,
en nuestros corazones)
no quise escucharte.

Recordándome
(No te diste cuenta
que estamos al otro lado de los sueños
que soñamos,
a ese lado que se llama la vida nuestra
que ya se cumplió)
no quise escucharte.

Recordándome
(Me dices que me quieres
y es como un despertar
de un no decirlo,
sin designio de lo que lo sepa nadie,
ni tú siquiera)
no quise escucharte.

Recordándome
( me dejas el mensaje
de tu gran querer callado
que sólo tú crees sentir,
 lo que fuimos,
ya no somos,
son sólo imágenes pasadas
de ti y de mí)
no quise escucharte.

Recordándome
(Rompes mi mañana
que es de cristal
por esperar
y apareces cuando tu quieres
para volver a ser lo que fuimos
y ya no somos)
no quise escucharte.

Recordándome
(Sin vacilaciones
creíste volverme a tener,
 abrazarme sin término,
 pero me heriste
en lo hondo
al buscar tú,
otros ojos,
otros cuerpos)
no quise escucharte.

Recordándome
(Después de vivir
 tus breves amores,
 quisiste estar conmigo
otra vez
pero nunca supiste
que ya no estabas más
en mi vida,
sólo eras una huella
que se desdibuja en el aire)
no quise escucharte.

Recordándome
(Tu sensación de retorno
que te estrecha el alma,
 déjala ir
tras el más allá
porque ya nuestra realidad,
 la ya vivida,
 no existe más)
no quise escucharte.