Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 21 de mayo de 2017

Ruptura sin palabras


No regresaré


 No regresaré
por el camino
donde quedaron tus huellas marcadas,
porque me llevarán
por un sendero oscuro,
sombrío,
hondo
y con obstáculos
que lastimarán mi alma.

No volveré
a pronunciar tu nombre,
sola vagaré
en bosques umbríos
y campos de flores,
 jugaré a no recordarte
y beberé
la luz de las estrellas
 buscando nuevos horizontes.

No regresaré
a compartir tu destino
aunque quieras tenerme
cerca
porque no quiero volver
 a bajar al abismo contigo,
 porque tú
ya no significas nada para mí.

Ya desapareciste de mi ser,
 no quiero sentirte otra vez,
 lo nuestro desapareció
hace tiempo
y no quiero
volver a pensar.

No regresaré,
no me interesa tu mundo
sin luz,
no me mereces
y no te daré el gusto
de volverme a tener.

No regresaré
porque tus sueños
sólo viven en la bruma,
vagan sin empeño,
sin rumbo,
en un mundo fantasmal
donde la risa,
el canto,
ya no existen,
sólo se escuchan lamentos,
 llantos,
 tristezas.

No regresaré,
mis puertas y ventanas
bajo candados,
herrajes,
cerrojos,
 están para ti
selladas para siempre.

Dejo tu recuerdo
enterrado
en la arena de los tiempos
para que se desvanezcan
 por cada lágrima
que me hiciste derramar
desangrando mi alma.

No regresaré,
ni te escribiré versos de amor,
ni malgastaré minutos
de mi existencia
 pensando en un ser terrenal
que sólo trajo
frustración y dolor.

Ahora voy a llenarme de luz,
abriendo mis alas
en busca de amores alegres,
de nuevas fronteras,
nuevos perfumes,
muchas sensaciones nuevas.

No regresaré a ti,
escribiré poemas de amor,
frases,
palabras,
donde tú
sólo
 seas un recuerdo,
crearé el tiempo
haciendo correr mis versos
como el agua
que recorre su cauce
por los afluentes de mi alma
alimentando el desierto
con los latidos del corazón.

Adiós amor de solitarias citas,
 de promesas incumplidas,
 ¿por qué seré cruel dirás?
Será porque no quiero
sentirte otra vez,
lo nuestro desapareció,
mi ausencia desnuda
de sombras
y dudas
quedará en el olvido.
No volveré.

Esperando tu llegada


Esperando tu llegada,
aquí estoy,
expectante y emocionada,
ansiosa,
entreluces del hoy y del mañana.

Solo espero tu llegada,
cada día,
cada tarde solo tú
enciendes la flama
que no quema pero arde.

Esperando tu llegada,
para gozar sin prisa
de tu presencia añorada
para que veles mis noches de sueños.

Quiero que en mis auroras
tu aroma me envuelva
y sentirte cerca mío,
muy cerca.

Esperando tu llegada,
en un tiempo cercano,
intimo y nuestro,
sin afanes indecisos,
sí con esperanzas nuevas
sin nunca más perdernos ya de vista,
de volver a ser uno,
de juntarnos fatalmente perdidos
en la vorágine de nuestros besos.

Esperando tu llegada,
anhelada,
deseosa de sentir tú aliento
fresco y cálido.

Te espero aquí,
tras la paz de intactos cristales
en nuestro manantial de dicha
que suave mana,
en nuestros sueños
remontándonos a nubes altas.

Esperando tu llegada
busco tu sonrisa flotando en el éter,
buscando tus labios
los míos para cubrirme de besos,
disipando para siempre
las neblinas que me envolvían tristemente.

Esperando tu llegada
mi corazón espera descansar ahora,
en la breve rama de tu pecho
y aunque muera sé que vivo
en los claveles futuros de tu cuerpo.

Esperando tu llegada
en el grave concierto del otoño,
escuchando como los violines
agitan un mar de hojas amarillas,
rojizas,
elevadas por el viento.

Te espero desde los campos de amapolas
y solo tú irradiando tu fulgor
secas las fuentes de mi llanto.

Como el nardo juvenil
guardas en tus entrañas los bálsamos
y secretos de lumbres
que hacia el tristísimo corazón cansado,
lo colmas de las blancuras del astro.

No importa que te aleje,
que aún no estés a mi lado
por mares o el tiempo te aparten
porque por sobre la verde muralla del agua
agitada llegas,
al fin a ver los carismas
divinos de la luz y del canto.

Esperando tu llegada
mi corazón late en este rojo silencio
de mis ríos interiores
y bien oculta duerme la esencia del ser
que no logra vivir sin ti.

El amor ha de estallar mañana,
retenido en pimpollo,
donde mi alma,
cercada de tinieblas
al infinito descansa.



Divagues del amor


Divagues del amor,
derrotero de la mente
que nos lleva a desorientarnos
buscando no equivocarnos,
desarmemos el cielo,
apaguemos la luna,
bajemos las estrellas,
escondamos el sol,
inundemos los océanos
abrasemos los vientos.

Divagues del amor
que nos hacen desviarnos
en la medianoche de nuestra vida,
bajando por los tiempos
ya pasados hasta el hoy ya vivido.

Desorientados en los nortes,
sures y orientes
nos sentimos sombras calladas,
temblorosas de temores y sueños sin fin
que nublan el alma
entre dudas oscuras y plenas.

Divagues del amor
delirios que nublan el alma,
déjenme encontrar el camino,
el mío,
donde me espera alguien
con su canción de amor puro y casto.

¡Ay! Corazón
tengo un mundo de sensaciones nuevas
que me llevan a merodear
de soslayo en amor
tuyo pleno de ventura y paz.

Divagues del amor
¿Qué hay más allá de lo que encontramos?
allá detrás del horizonte de blancura indecisa
¿sueños inconclusos?
¿Amores pasados?
¿Voces que nos llaman
y suenan como las que fueron un día nuestras?

En el papel aparecen palabras de amor
dispersas en poemas
que me llevan a querer encontrarte otra vez.

En nuestro interior
tenemos muchos sonidos…
pero todos se dan merced al vacio
y al silencio que nos envuelven.

Divagues del amor
que nos dispersan
a caminos de la vida diferentes.
El sentir divino no admite temores,
sustenta amores.

Vagabundeo errante y peregrino
en busca de aires que me envuelvan,
me sustenten seguridades
y verdades genuinas.

Divagues del amor
rompan las cadenas
en las que me siento presa, libérenme,
guíenme a un lugar ajeno a las dudas
y temores que unos extraños del pasado
me inundaron.

Quiero soledad,
desnuda de maldad,
cubierta de dulzuras,
caricias de seda y besos
que despierten mi alma dormida
y herida por los divagues del amor.

No soy mi sombra,
soy un leve hilo de voz
que quebranta los silencios
y me voy lejos,
en busca de historias de fe
y esperanza.